Gremio se consagró la noche del miércoles como campeón de la Copa Libertadores por tercera vez en su historia, ya había sido campeón en 1983 y 1995. Fue de largo el mejor equipo del torneo continental, jugó 14 encuentros, ganó 10, empató dos y perdió dos.

Fue ampliamente superior a Lanús en Brasil y Argentina, a tal punto que ganó los dos partidos; marcó tres goles y solo recibió uno. Antes, en las semifinales dejó en el camino al Barcelona de Guayaquil, tras vencerlo (3-0) en el estadio Monumental y caer 1-0 en el Arena do Gremio.

En Porto Alegre, el Arena do Gremio se tiñó de azul, negro y blanco con más de 30.000 personas que celebraron la victoria del ‘Tricolor Gaúcho’ que tuvo que esperar 12 años para nuevamente alzar la copa de la Libertadores.

Argentina y Brasil acaparan el palmarés del torneo, pero los brasileños han acortado ahora la supremacía de los argentinos: 24 a 18.

Luan Guilherme de Gracia fue la figura del Gremio y de la Libertadores. Gracias a los votos de los hinchas a través de Twitter, quedó como el mejor jugador de la copa. El delantero se ubicó segundo de la tabla de goleadores con 8.

Con el título, el Gremio empezará a preparar el Mundial de Clubes. Debutará en el certamen el 12 de diciembre, en semifinales, contra el ganador de Pachuca y Wydad Casablanca, en la ciudad de Al Ain. En caso de pasar a la final, la jugaría el 16 de diciembre en Abu Dhabi, posiblemente con Real Madrid.       

El técnico, el héroe

Irreverente, sincero, mujeriego, seguro de sí mismo. Cuando Renato Gaúcho es el sustantivo, no faltan los adjetivos. La emoción tampoco. De jugador a DT, su carrera ha serpenteado por años entre altas y bajas alimentando un nutrido anecdotario.

Héroe del Gremio como futbolista, Renato Gaúcho, que aspira a nada menos que a una estatua en Porto Alegre, se metió entre ceja y ceja hacer historia también como DT con su amado ‘tricolor’, y al ganar ante Lanús la Copa Libertadores 2017, la tercera del equipo, lo ha logrado.

El vínculo entre Renato Portaluppi -a quienes todos llaman Gaúcho desde el comienzo de su carrera- y el Gremio arrancó en los 80 cuando se estrenó como profesional defendiendo los colores del club como atacante.

Saboreó la gloria en 1983, cuando alzó la Copa Libertadores con un ‘tricolor’ que tendría que esperar 12 años para revivir el momento, y se ganó la idolatría de los sureños al ser el autor del 2-1 con el que ganaron a Hamburgo en la Copa Intercontinental.

En su única experiencia internacional, Gaúcho vivió apenas 1 temporada amarga en el Roma de Italia -en 1989- con quien no destacó.

Oriundo de la pequeña Guaporé, en Río Grande do Sul, después de Gremio, y con el paréntesis italiano, el atacante desfiló por los cariocas Flamengo, Fluminense, Botafogo, entre otros clubes brasileños.

Se ganó el cariño de la hinchada ‘naçao urubu’, para después ser idolatrado por el ‘Flu’ cuando anotó un histórico y decisivo ‘gol de barriga’ en la final de la Copa Carioca de 1995 disputada contra el archirrival Flamengo.

Como entrenador, no solo ha logrado garantizarse el pedestal definitivo en Porto Alegre al darle el tricampeonato continental a Gremio, sino que acaba de convertirse en el primer brasileño -y el octavo en el continente- en ganar la Copa Libertadores como jugador y técnico.

En 2008 estuvo a punto de conseguir el hito al frente de Fluminense, sin embargo tuvo que conformarse con el segundo lugar al ser derrotado -en la tanda de los penaltis- por Liga de Quito.

Quiso el destino y el fútbol que el triunfo y la consagración le llegase con el Gremio de sus amores, al que regresó por tercera vez como director técnico en septiembre de 2016, para recomponer un equipo con pocos resultados.

Tres meses después llevaba al ‘Tricolor’ a la conquista de la Copa de Brasil, su primer título nacional en 15 años, y ahora está a un paso de finalizar la temporada como vicecampeón de liga.

Puertas afuera, con apenas 2 partidos perdidos -frente a D. Iquique y el Barcelona- Gremio logró el objetivo de entrar en la quinta final continental de su historia, e igualó a Santos y Sao Paulo con 3 copas como mayores campeones brasileños de la Libertadores. (I)