En Ecuador, el maíz amarillo duro es uno de los productos agrícolas más importantes y la principal materia prima para la elaboración de alimentos balanceados. Por ello, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), a través del Proyecto Nacional de Innovación Tecnológica Participativa y Productividad Agrícola (PITPPA), ha implementado y repotenciado diversos ‘centros de recepción, limpieza y secado de maíz’.

El productor logra mejores condiciones de comercialización

Para Bonifacio Suárez, un productor de maíz amarillo duro que trabaja en la parroquia El Triunfo —ubicada en el cantón Ventanas, provincia de Los Ríos— el centro de acopio instalado en su sector por el Gobierno Nacional le ha permitido tener un precio regulado para el quintal.

“Antes sacaba el maíz y los compradores pagaban el precio que querían; hoy el precio está regulado”, afirma Suárez. Él es uno de los 39 beneficiarios directos de un centro que fue construido y equipado mediante la colaboración entre el Magap y los socios de la Asociación de Productores Autónomos Luz y Vida.

Para Diego Guamán, administrador de la Asociación de Participación Social Lozumbe, de la parroquia Santa Rufiña, cantón Chaguarpamba, provincia de Loja, el centro “es de gran beneficio para la población porque da valor agregado a la producción de maíz, nuestra principal fuente de ingresos”.

En este centro, donde el Magap invirtió $ 139.257, acopian el maíz, registran el peso en la báscula, toman muestras de distintos sacos del cereal para comprobar la humedad y controlar la calidad.

Luego lo limpian y, con la ayuda de la basuka (un tornillo sin fin), lo colocan en la secadora a gas. Finalmente lo pesan para despacharlo con el 13% de humedad y 1% de impurezas. Esto permite obtener el peso y el precio justo.

Los centros atienden a las zonas con mayor producción

Los centros de El Triunfo (Los Ríos) y de Santa Rufiña (Loja) son parte de los 41 establecimientos que el Magap y los socios de diferentes organizaciones construyeron o repotenciaron. Estas instalaciones sirven a 10.335 productores de manera directa y a 58.643 beneficiarios indirectos de las provincias con mayor producción de maíz: Los Ríos, Guayas, Manabí y Loja.

Además, de manera indirecta, se benefician transportistas, personas empleadas temporalmente para la cosecha, y de 3 a 6 personas contratadas entre 4 y 8 meses para operar los centros de acopio, entre otros.

A través de esos centros, el año pasado, los productores vendieron 2’717.902 quintales de maíz, lo que representó un movimiento total de $ 43’214.641. Esto, debido que el precio del quintal de maíz fue comercializado al precio oficial ($ 15,90).

Para contar con estos centros, el Magap invirtió $ 11’343.237, mientras que para la repotenciación destinó $ 861 mil. Los beneficiarios aportan con el 12% del Impuesto al Valor Agregado (IVA), con el terreno para el centro y con mano de obra.

La modernización de la infraestructura de secado y almacenamiento, es parte del Plan de Mejora Competitiva del Maíz, que busca la autosuficiencia de este cultivo para la industria y evitar importaciones.

Hasta el momento, se han construido y están en operación 16 centros en Los Ríos; 10 en Manabí, 8 en Loja y 7 en Guayas. En total, los centros tienen un área de recepción y almacenamiento para unas 6.200 toneladas métricas y una capacidad anual de secado de otras 562.100.

Según los administradores, los productores prefieren vender el maíz en los centros porque garantizan peso y precios justos, un buen trato, una adecuada forma de pago, y la ubicación del centro de acopio para los socios y no socios.

“Ahora, los técnicos del Magap nos ayudan en la comercialización; nos llevan para que participemos en las ruedas de negocios”, dice Bonifacio Suárez, en referencia a las ruedas de negocios que efectúa la Subsecretaría de Comercialización del Magap, y en las que los industriales adquieren directamente el maíz a los productores.

Suárez indica que además de los socios de la organización, en el centro de recepción, secado y limpieza de maíz, también comercializan y secan el producto los maiceros de los sectores aledaños.

El proyecto del Magap acompaña con asesoría técnica

Para Chemel Paladines, gerente del PITPPA, el propósito de los centros es evitar la intermediación, facilitar la venta directa a la agroindustria de los balanceados, garantizar un precio justo a los productores y generar empleo en las localidades.

Agregó que el proyecto brinda acompañamiento técnico y asesoría para la recepción del grano, la determinación de humedad y el control de plagas. (I)