Guayaquil, Manta y Cuenca.-

En Guayaquil, carteles con colores llamativos, anunciando descuentos del 50% y precios desde $ 2,50, resaltan sobre las prendas de vestir que ofertan los locales ubicados a lo largo de la avenida 10 de Agosto, desde Pío Montúfar hasta Rumichaca y parte de la Bahía.

En la mañana del viernes, antes de la Navidad, la oferta de bienes superaba a su demanda en este sector del centro de la ciudad. El movimiento comercial todavía era escaso y los pocos interesados preguntaban más por prendas de vestir.

Detrás de un mostrador, María,  de Almacenes D’Chabelita, en la avenida Olmedo y Chile, ordena la ropa nacional, panameña y peruana que comercializa este almacén, ubicado en la Bahía desde 2000.

“En años anteriores vendíamos más por esta época. Hoy (ayer) es como un día normal y estamos preocupados porque hay cuentas por pagar”, expresa la mujer de mediana edad y que se dedica al comercio de ropa desde 1982.

Sus prendas más económicas son parte de la mercadería seleccionada que vende desde $ 2,50 las blusas y en $ 5 las dos unidades. Sin embargo, las atractivas ofertas no despiertan completamente el interés de las tres posibles compradoras que visitan el local.

Una de ellas, Verónica Álava, llega en busca de jeans, con su hermana, desde el barrio El Limonal, en el norte de la ciudad. “No encuentro algo a mi gusto”, señala y siguen recorriendo el sector.

En Manta, en lugares como la Calle 13, la cercanía de la Navidad ha favorecido el incremento de las transacciones comerciales. Foto: Rodolfo Párraga / El Telégrafo

En los exteriores de los establecimientos, dependientes de negocios como CL HB TStore, vocean zapatos, pantalones y otros artículos, invitando a comprar a los transeúntes. Algunos entran y cotizan, pero otros solo observan con desidia y apurados continúan su camino.

Los comerciantes esperan que las ventas aumenten este sábado. Para ello se han provisto de suficiente mercadería y, en algunos casos, señalan que decidieron mantener los precios y ofrecer rebajas como estrategia para incentivar el consumo.

Para ellos también es importante mantenerse con la última tendencia de la moda. “En esta época de calor tenemos la randa y ya nos están llegando los bordados, también”, comenta Lucía Plúas, dependiente de un puesto en la Bahía.

En efecto, los comercios parecerían haberse puesto de acuerdo porque en ellos predominan blusas, vestidos y enterizos de randa en diversos colores. No obstante, en pocos casos estas prendas “de moda” están con descuentos.

En Adrianita Fashion Store, una empresa que tiene ocho locales en Guayaquil, las blusas de mujer en oferta están desde $ 12 y los pantalones de $ 18 a $ 27. Para los gustos más exigentes hay prendas con precios normales desde los $ 25 y $ 27.

Una joven dependiente del negocio señala que al almacén llega un promedio diario de 900 personas, pero estos días “no hemos tenido muchos clientes todavía. Esperamos que las ventas aumenten más el sábado y en el transcurso de la última semana del año”.

En víspera de Navidad, expresa, la mayor cantidad de clientes son madres que buscan ropa para sus niños; para las fiestas de fin de año, en cambio, los adultos son quienes más adquieren obsequios.

Margarita Rivas, quien reside en La Pradera, fue una de las madres que compró dos pantalones para su hijo, logrando que su cuenta baje de $ 60 a $ 51. “Uno para Navidad y otro para año nuevo”, dice y confirma que la rebaja es el “atractivo” que aplican muchos comerciantes para captar mayor cantidad de clientes en esta época. (I)

En Cuenca, en el costado de la Catedral, los comerciantes realizan una feria con diversos productos preferidos en la temporada navideña. Foto: Fernando Machado/El Telégrafo

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Los negocios tienen ofertas

Los comerciantes esperan mayores ventas el sábado

En el Centro Histórico de Cuenca, los compradores buscaban ayer regalos para dar un destino al decimotercer sueldo.

Entre los obsequios más buscados están perfumes y celulares. En la calle Benigno Malo, las tiendas atendieron todo el día. “Hay teléfonos de diferentes precios para que el cliente pueda acceder a cualquiera de ellos”, dijo Fabián Calle, dueño de un local, quien agregó que invirtió más de $ 6.000 para adquirir mercadería para las fiestas de navidad y año nuevo.

Por su parte, los pequeños comerciantes estuvieron preparándose para las ventas de último momento. En la plaza de María Auxiliadora, 48 vendedores de tarjetas, luces y regalos atenderán hasta las 22:00 de hoy. Algo similar sucede en la Calle del Artista, donde 28 personas instalaron diversos tipos de mercadería.

“No podemos dejar de comprar algo para nuestros amigos e hijos”, indicó Cecilia Méndez, quien salió con su familia para adquirir los regalos navideños que serán entregados entre sus familiares.

También, los afectados por la construcción del tranvía se organizaron para ofertar sus mercaderías e indicaron que, por la compra de $ 25 en mercancías, el cliente puede reclamar un boleto y participar en el sorteo de un Toyota a finales de año. “Es la única forma para salir adelante después de tanta pérdida que hemos tenido”, manifestó María Palacios, coordinadora de los afectados.

Hasta el mediodía de ayer, sin embargo, se percibió una baja demanda de electrodomésticos. “Ya no son tiempos de antes”, dijo uno de los dependientes de un almacén cuencano. (I)

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Los oferentes están optimistas

En Manta los precios cómodos atraen al cliente

César Palma, quien expende frutas durante años, aprovecha la temporada para vender juguetes en Manta. Es su primera experiencia en esta línea de negocio y lo hace en el sector La Poza  donde se asienta la mayoría de los mercaderes que antes estaba en Tarqui, un sitio que hoy es ‘zona cero’. A pesar de las afectaciones causadas por el sismo a la economía de los manabitas, Palma sostuvo que sí hay demanda. “Estas fechas ayudan a levantarnos. Yo oferto juguetes con precios desde $ 5 hasta $12”.

Uno de estos artículos compró Cinthia Menéndez, quien, dijo, “antes iba a Tarqui, pero ahora vengo a La Poza. Aquí hay precios asequibles”.

En este sector, donde se expende todo tipo de artículos, Zoila Cedeño, quien tiene 34 años en el negocio de las ventas, expresó también su optimismo: “sí vamos a vender en esos días. En Manta, nos seguimos levantando”.

Jorge Luis Perero, pese a que otros años vendió más, aseguró que la clientela está llegando. ”Tenemos ofertas en todo”, dijo el comerciante que, como los demás mercaderes de la zona, migrará pronto hacia el proyecto Zona Comercial Tarqui, en la avenida La Cultura. En otro lugar de la ciudad, en la tradicional Avenida 2, Franklin Ávila compró lo que necesita. “En Manta, el comercio no se detiene a pesar de lo que pasamos. Hay para todos los bolsillos y tenemos varios sitios alternativos”, indicó. (I)