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Tras 10 años en el poder, la revolución de Fidel se sostiene bajo la dirección de su hermano Raúl

Durante el gobierno de Fidel Castro, su hermano Raúl se desempeñó como ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En abril de 2011, también se posesionó como el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, cargo que ejerce en la actualidad.
Durante el gobierno de Fidel Castro, su hermano Raúl se desempeñó como ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. En abril de 2011, también se posesionó como el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, cargo que ejerce en la actualidad.
15 de agosto de 2016 - 00:00 - Katherine Lucín

El reloj marcaba las 21:00 en La Habana, cuando Carlos Valenciaga, miembro del Consejo de Estado, durante el noticiero del 31 de julio de 2006, hizo el anuncio: un grave quebranto de salud obligaba a Fidel Castro a traspasar “provisionalmente” el poder general de Cuba a favor de su hermano Raúl. La interinidad duró hasta febrero de 2008, cuando el líder de la revolución confirmó su retiro definitivo y anunció su nuevo estatus estratégico: ser un ‘Soldado de las ideas’.

Para Irene Trelles Rodríguez, cubana radicada en Ecuador, la actitud del líder fue digna de admiración. “Fidel tuvo el espíritu autocrítico para determinar que no podía continuar con el ritmo de trabajo que demanda el ejercicio del mandato y decidió pasarle todas las responsabilidades administrativas a su hermano, quien lo acompañó desde los inicios de la revolución”.

Hasta ese año, Raúl Castro se desempeñó como ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. “Ese traspaso se produjo de una manera inteligente y organizada. Yo, como parte del pueblo, no lo sentí”.

Rafael Dausá, embajador de Cuba en Ecuador, recuerda que Raúl sustituyó a su hermano por mérito propio, no por su familiaridad. “Es un genuino seguidor de las ideas del comandate en jefe. Se destaca en tareas políticas, económicas y militares. Es un revolucionario cabal”.

Sin embargo, Trelles, doctora en ciencias de la comunicación, rememora que en aquellos años muchos creyeron que la Revolución se caería, la historia demostró lo contrario. “Fidel es amante del discurso, Raúl no es así; él habla cuando tiene que hablar, de manera clara y sencilla”.

El diplomático cubano, al evaluar  la última década, considera que, a pesar de las dificultades internas y el entorno internacional, “han sido 10 años de éxitos. Nuestra revolución se ha solidificado”.

En esta década, Raúl Castro consiguió importantes avances, como el impulso a muchos emprendimientos —la mayoría de ellos destinados a atender los servicios turísticos y al sector de alimentos—, las leyes para la inversión extranjera y la apertura de las telecomunicaciones. Según Trelles, aunque muchos “creían que él era incapaz de flexibilizarse a los cambios”, el mandatario demostró lo contrario al aceptar la gestión del papa Francisco para el deshielo con Estados Unidos.

El 17 de diciembre de 2014, Castro anunció junto a su homólogo de EE.UU., Barack Obama, que ambos países buscarán la paz tras más de 50 años de ruptura. Alfredo Vera, de la Fundación Guayasamín, destaca que para este acercamiento diplomático “Raúl nunca pidió clemencia ni dio cuartel, lo hizo con inteligencia como digno sucesor de Fidel”. (I)

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El líder cubano asistió a 2 ceremonias de posesión: a la de Rodrigo Borja, en 1988; y a la de Lucio Gutiérrez, en 2003. Su primer arribo fue en 1971, en Guayaquil. Quito y La Habana habían roto relaciones diplomáticas 10 años antes. En 2002 fue invitado a la inauguración de la Capilla del Hombre, obra de su amigo Oswaldo Guayasamín, quien había fallecido 3 años antes. En 2002 se registró un hecho político inesperado: su reunión con el expresidente León Febres-Cordero, en El Cortijo.

Desde joven se involucró en la defensa de las causas justas de su país. Hace 57 años lideró una rebelión contra la dictadura de Batista. Sus allegados destacan su humildad y capacidad de aprendizaje, pero también su severidad y exigencia. Sus reflexiones son respetadas a pesar de su retiro. Su historia es la de un revolucionario profesional.

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