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El Telégrafo
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El esperma puede mutar según los estímulos

Los expertos han comprobado que la baja de la testosterona puede reducir el impulso sexual y provocar insuficiencia de esperma.
Los expertos han comprobado que la baja de la testosterona puede reducir el impulso sexual y provocar insuficiencia de esperma.
11 de octubre de 2015 - 00:00 - Andrea Rodríguez Burbano

El hallazgo es insólito: cuando los hombres están expuestos al mismo estímulo erótico no solo podría reducirse su deseo sexual, sino que también disminuye la longitud de la circunferencia del espermatozoide.

Eso significa que cuando los hombres mantienen relaciones íntimas con la misma mujer, el cuerpo percibe que ya la ha fecundado, por lo que se esfuerza menos en producir esperma y la calidad de este disminuye de forma significativa.

Esta es una de las conclusiones a las que llegó un grupo de científicos de la Universidad de Florida, The College of Wooster y el Centro de Medicina Reproductiva de la Clínica Cleveland, que, después de efectuar   pruebas de laboratorio, indicaron que esto confirmaría la teoría evolucionista de la competición espermática, según la cual el organismo de los machos se esmera en elaborar un semen de mejor calidad cuando entra en contacto con una nueva pareja.  

Édison Llamuca, urólogo, comenta que este estudio, desarrollado en Estados Unidos, es uno de los más recientes sobre el comportamiento de los espermatozoides. Según el especialista ecuatoriano, hay evidencia médica sobre este tema, lo que confirma que la investigación es veraz.

“Hay hombres que quisieron tener más hijos con su pareja y no lo consiguieron, y después, cuando se produjo una ruptura e iniciaron una nueva relación, lograron tenerlos”.

Algunos factores como el tiempo, la monotonía y las continuas peleas contribuyen a la disminución del deseo sexual en muchas parejas. Ese desgano, según las nuevas pruebas científicas, podría incidir en la calidad del esperma.

La existencia de estos casos obliga a los científicos a preguntarse cuáles son los mecanismos involucrados en este proceso de repotenciamiento de los espermatozoides.

La calidad del esperma tiene relación con el entorno y los estímulos de la pareja

El urólogo sostiene que el comportamiento del esperma también está relacionado con el proceso de enamoramiento. “Cuando un hombre empieza una nueva relación, segrega hormonas que están ligadas con la atracción (serotonina, la hormona del placer y la dopamina). “Hay muchos estudios que revelan que con el transcurso del tiempo, estas hormonas disminuyen y las relaciones sexuales pueden decaer. Cuando nos enamoramos nuevamente o sentimos una gran atracción por una persona, que no es necesariamente nuestra pareja, la cantidad de hormonas que se generan, estimulan una mayor producción de testosterona y, por lo tanto, a mayor producción de testosterona, mejor será su incidencia sobre el testículo y este también influirá en una mejor calidad del esperma”, precisa.

Este médico urólogo compara a la testosterona con la gasolina que mueve a los motores. Desde el punto de vista médico, la testosterona es la hormona sexual masculina más importante, porque ayuda a mantener el impulso sexual, y la producción de esperma, entre otras funciones. Los niveles muy bajos de la testosterona, sin duda, reducen el deseo sexual y, según las evidencias médicas, esto también se traduce en una baja calidad del espermatozoide. Pero ¿cómo se mide esta calidad?

Hay 3 parámetros: el porcentaje de espermatozoides vivos, con movilidad adecuada y la cantidad de espermas bien formados. “No es lo mismo que el esperma se mueva lento a que lo haga en círculo o que tengan una progresión efectiva, es decir, que se muevan de adelante hacia atrás”, recalca. Además, a menor testosterona, mayor cantidad de espermatozoides mal formados.

El médico asegura, además, que el deseo sexual es una respuesta que abarca todos los niveles: sentimental, afectivo y hormonal. “Si usted decidió buscar otra pareja es que su relación con su actual pareja no está funciona.

Seguramente hormonas como la serotonina también habrán disminuido y, como estas, la producción de testosterona”.

Se ha comprobado que la baja de testosterona puede reducir el impulso sexual y provocar insuficiencia de esperma.

El éxito del espermatozoide depende, en gran medida, de su técnica natatoria al navegar por el tracto reproductor femenino. Según las evidencias, la mayoría no se mueve por el centro, sino que se arrastra a lo largo de las paredes y al hacerlo corre el riesgo de sufrir varias colisiones.

El científico inglés Tim Birkead, profesor del comportamiento y de historia de la ciencia en la Universidad de Sheffield, en Inglaterra, advirtió que los espermatozoides una vez liberados inician una de las carreras evolutivas más extraordinarias en su denodado ahínco por alcanzar un óvulo.

El biólogo Charles Darwin también se quedó sorprendido ante esta carrera de obstáculos y, sobre todo, ante las diferentes estrategias reproductivas de los espermatozoides. La evolución, en este caso, tiene lugar cuando se produce la más importante selección: la del espermatozoide más apto. En este proceso participan alrededor de 250 millones de espermatozoides y únicamente puede haber un ganador, aquel que fecunde al óvulo.

El urólogo ecuatoriano Nelson Garcés explica que si hay buena influencia hormonal los espermatozoides son normales y de calidad. “No he tenido conocimiento sobre este nuevo estudio, pero la verdad es que de lo que sí puedo decirle es que la calidad de la vida sexual con una pareja nueva mejora de manera sustancial, pero esto puede estar dado por una influencia psicológica”.

Sobre este aspecto, la psicóloga Rocío Hernández, indica que existen varios factores que impiden que la pareja pueda compenetrarse bien y mantener una buena relación sexual. Estos factores, como la pérdida de deseo sexual, se convierten en señales de que una relación no está pasando por su mejor momento.

Una de estas señales —dice— tiene relación con la problemática sexual y esto puede incidir en la baja calidad del esperma. Sobre este tema, Sebastián Hervas, cirujano urólogo, dice que no depende del tipo de pareja para crear un espermatozoide mejor o mejorado, sino sobre todo, del entorno previo a la relación.

“Cuando una personas va a tener relaciones sexuales no empieza de la nada. Todo es parte de un proceso. Por eso, para que un hombre tenga una relación sexual tiene que pasar 28 pasos estrictos, muchos más que una mujer. Eso nos revela que es más difícil para un hombre tener una relación sexual que para una mujer, desde el punto de vista fisiológico.

Hervas precisa, además, que también depende del grado de estimulación que preparan al cuerpo, tanto de la mujer como del hombre, para tener relaciones sexuales. “La calidad del esperma tiene relación con el tipo de acto sexual que una pareja puede mantener. Normalmente, para que una vesícula seminal eyacule, es necesario que una persona tenga un grado mínimo de estimulación de 30 a 40 minutos”.

Desde el punto de vista de la fertilidad, existen mayores probabilidades de que una mujer quede embarazada si esta ha mantenido una relación sexual tranquila en un ambiente estable que cuando esta se produce al apuro, en un contexto que no es el más favorable.

Para Hervas existe una serie de estímulos que ayudará a una pareja a mantener una relación sexual que se puede calificar de satisfactoria.

Al referirse al estudio realizado en Estados Unidos, sostiene que cuando un hombre va a tener una nueva experiencia sexual con una nueva mujer, se prepara mejor, porque, por una “cuestión de ego” necesita “quedar bien ante ella y por eso, se esmera más.  Esa nueva relación —indica— le permite, en muchos casos, experimentar una mayor satisfacción y, por lo tanto, comienza a generar mayor cantidad de líquido seminal que contiene, entre otros componentes, ácido cítrico, aminoácidos libres, fructosa, enzimas, potasio y el cinc. “Si estoy expuesto a más estímulos, por una pareja nueva, es muy probable que el mismo espermatozoide tenga más ventajas”.

Pero esto no solo ocurre con el hombre, sino también con la mujer, quien según apuntan los especialistas, también puede prepararse mejor para recibir a los espermatozoides. “En la parte vaginal también ocurren muchas cosas. A mayor estímulo y preparación, hay una mejor lubricación y, por ende, mejor excitabilidad. En esos casos, la mucosa vaginal se torna más viable. Existe una mayor vascularización en la parte vaginal y se crea un mejor camino para el espermatozoide”, señala.

Según este especialista, los científicos desarrollan este tipo de estudios con el objetivo de mejorar la fecundidad de las parejas que, por diversas razones, no pueden concebir. “Estos estudios se convierten en el punto de partida para comenzar a crear nuevas técnicas sexuales desde las clínicas de fertilidad”. Uno de los métodos utilizados para conocer la calidad del esperma son los espermatogramas. Al realizar este estudio, los especialistas constatan que los espermatozoides están muertos o pierden movilidad cuando intentan ingresar al aparato reproductor femenino.

“A veces ocurre que las mujeres reciben el semen como algo ajeno, y su propia inmunidad ataca a los espermatozoides como si fueran una bacteria o un virus y los elimina, porque no hay compatibilidad”.

Quienes tienen este problema suelen manifestar una serie de excusas para evitar una relación sexual con su pareja.

Casi nunca se acuestan a la vez que su pareja, siempre tienen alguna excusa pendiente: ver un programa muy interesante en la tele, un trabajo urgente.

En ocasiones esa huida les supone un sentimiento de culpa, por no dar respuesta a un compromiso implícito y aumentan los nervios en la medida que se dilata el encuentro.

Según una publicación del diario La Jornada de México, muchas veces la falta de deseo se debe a problemas de relación como cuando alguno de los miembros de la pareja no se siente íntimamente vinculado al compañero.

Hay personas que tienen graves dificultades para vincularse, porque la proximidad les asusta y la fusión que supone el acto sexual les da vértigo. Estas personas suelen tener relaciones tormentosas, con grandes peleas y rápidas reconciliaciones.

Cuando esto ocurre, los médicos suelen aplicar métodos para mejorar los encuentros sexuales de estas parejas.

Sabías que:

Un estudio publicado en el diario The New York Times revela que las relaciones sexuales o las eyaculaciones diarias durante 7 días aumentan el nivel de fertilidad del esperma y reducen la cantidad de daños y mutaciones en su ADN (material genético).

En este estudio, participaron 23 hombres heterosexuales entre 18 y 23 años. Cada uno de ellos proporcionó 7 muestras en un período de 15 días.

Durante el experimento, no se observó diferencia entre la primera y la sexta eyaculación; aunque el volumen y el recuento de espermatozoides aumentaron considerablemente cuando apareció una mujer distinta.

Para realizar los análisis de la calidad del semen, los científicos recurren a la técnica del espermatograma, muy utilizada en estos estudios.

EL ESPERMA

La eyaculación masculina es el punto culminante de la satisfacción sexual. No es un orgasmo, es sobre todo un reflejo biológico.

El cuerpo humano elimina el semen almacenado. Si no se eyacula, en un tiempo, se suelen producir poluciones nocturnas.

Hay unos 200 y 500 millones de estos pequeños individuos que se producen cada vez que un hombre eyacula.

El pH del semen es de alrededor de 7,5. Esta ligera alcalinidad favorece cuando se encuentran en la vagina, donde el pH es ácido.

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