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Punto de vista
Un agradable gustito por las mañanas
Ante el estreno de nuevas temporadas de otras revistas matutinas, GamaTV renovó su programación mañanera con el espacio ¡Qué Gusto! que realiza la productora Zoom, ahora también a cargo de Te Tomaste la Noche. No fue fácil que desde el 18 de abril este nuevo espacio matutino se consolidara, ya que una semana entera se dedicó a apoyar la cobertura noticiosa del terremoto y apenas en su segunda semana pudo percibirse su naturaleza jovial, fresca, festiva y algo ruidosa.
Su horario de lunes a viernes, de 10:00 a 12:00, la pone prácticamente en competencia directa con En Contacto, pero eso no amilana al equipo de presentadores de ¡Qué Gusto! que incluye a especialistas en sus respectivas áreas. Roberto Rodríguez, Harold Seixas y Pedro Ortiz Jr. se manejan en entretenimiento, espectáculo y noticias, farándula y tecnología. Rodríguez compone la dupla de voces formales de ¡Qué Gusto! junto a Susi Hidalgo. Por ello quizá Hidalgo. En el programa priman la algarabía y diversión lideradas por la animadora Cinthya Coppiano y el actor Ricardo González, más la reportera Cynthia Naveda.
Uno de los puntos fuertes de ¡Qué Gusto!, aunque moleste a algunos, es el ritmo acelerado con el que se maneja su duración aprovechando las bromas y la química entre presentadores y equipo de producción en estudios. No todo es perfecto, porque a Coppiano y a Naveda se les pasa la energía y le dan estridencia al show. A pesar de que hay buen trato para los invitados expertos en un tema y comerciales, a veces el paso de un presentador a otro es cortante, lo que hace sentir apuro por llenar el tiempo al aire. Tampoco es tan positivo que las notas de farándula de Seixas se lleven la mayoría del programa junto a las intervenciones de Coppiano como promotora de un concurso vía SMS.
Falta dosificar los contenidos en segmentos. Es bueno que a González ya no se lo vea tanto en personaje como la ‘Nana Cirila’ porque es importante que aporte desde su persona como actor. Hay que cuidar también que a Rodríguez e Hidalgo se los vea en extremo serios mientras que Naveda y Coppiano ya rebosan la pantalla de chacotada e informalidad.
Los contenidos de ¡Qué Gusto! son óptimos para una revista matutina familiar, pero hay que darle más ritmo al segmento de cocina. A veces lo extenso y pausado de ese espacio deja algo corto al resto del show en cuanto a la presencia del cuerpo de baile residente y los pedazos finales sobre moda y estilo. ¡Qué Gusto! necesita un punto de equilibrio.
El equipo de producción no debe preocuparse en extremo por llenar las dos horas, sino de que el espectáculo sea de calidad. Todos los presentadores deben tener algo del otro, sin que se perciban excesos en el tono del show, o mucha algarabía o rigidez autoimpuesta. (O)