Dos aclaraciones importantes: Primero, Combate ha sido la cuna para nuevos talentos de la televisión VHF nacional. Segundo, todo animador, presentador o conductor necesita tiempo para ganarse al público. Ya Michela Pincay lleva cerca de dos semanas animando el reality Combate. Considerando que ingresó en el programa de despedida de Doménica Saporiti el 23 de junio y aunque está desarrollando su estilo, todavía no es la Princesa del primetime como la denominan en su programa y en su canal. Tiene excelente voz para locutar las competencias en vivo entre los equipos naranja y azul, pero aún le falta dominio escénico cuando sale en cámara, incluso cuando está haciendo bromas junto con Eduardo Andrade. Pincay se traba ligeramente en ocasiones y a veces parece adelantarse en sus intervenciones, que se entiende están parcialmente libreteadas y puestas en tarjetas o un prompter. Un plus para la llegada de la nueva animadora de Combate ha sido su presencia como una suerte de conductora-entrevistadora-reportera en el nuevo segmento ‘Confesiones con Michela’.

Fuera de ese miniespacio en Combate, aún el programa parece estar animado enteramente por Eduardo Andrade, ya que Pincay no lo complementa ni coopera, más bien solo colabora y apoya. De buenas a primeras no ocupará el reflector de Doménica Saporiti, sin embargo sí necesita darse su lugar como coanimadora o animadora a secas. Es entendible que esto tome tiempo, ya que en Ecuavisa Michela aprendió los roles de presentadora, conductora, reportera y actriz de reparto, no aún de actriz protagónica ni de animadora. La espontaneidad de Michela en televisión, en programas de refritos que animó en RTS y Ecuavisa, siempre fue manejada con libretos y script.

La improvisación es esencial para todo animador y a Pincay aún le falta desarrollarla. No es imposible, ya que la alcanzaron sus compañeros excombatientes de la primera temporada, Jorge Heredia, Oswaldo Vargas, Karina Hidalgo, Denisse Angulo, Karin Barreiro, y Eduardo Andrade, su ahora compañero de fórmula. Es decir, Pincay no puede ser solo llamada ‘Princesa del primetime’, tiene que ganarse ese título y dejar que las audiencias lo acepten y se lo ratifiquen. Un par de semanas es poquísimo tiempo para asentarse en un show de alto rating como Combate. A Michela Pincay hay que darle tiempo porque si se quiere renovación en la pantalla nacional no se la puede apurar. Sí, podemos quejarnos de por qué Michela y no Denisse Angulo o Karina Hidalgo, la segunda con un largo tiempo como reportera y animadora ocasional de Combate, sin embargo, esas decisiones finales siempre serán de los canales y no del público. Lo bueno e interesante del cambio de animadora en Combate es que RTS siempre buscó entre las antiguas participantes de ese show.

Sin importar que estos talentos estuviesen en otros canales, RTS hizo todo lo posible por traerlos de vuelta, lo que no está mal. Lo justo y necesario ahora es que esos talentos crezcan en pantalla y demuestren que el voto de confianza depositado en ellos fue acertado: por ejemplo, no mintiendo a la prensa para esconder secretos a voces, ya que hay otras formas de hablar sin decirlo todo. (O)