Un viaje en avión con el perro necesita una planificación previa. El estado de salud del can es uno de los aspectos más importantes que se deben tener en cuenta antes de escoger el avión como medio de transporte.

Hay que hacer las reservas con anticipación e indicar siempre que se viajará en el avión con un perro. “Considere cómo se encuentra el animal y si viajar al destino escogido le supondrá algún problema o inconveniente”, aconseja la Fundación Affinity, de protección de los derechos de los animales domésticos, en su ‘Guía para viajar con animales de compañía’.

Este manual de viaje con mascotas incluye útiles consejos para viajar de forma segura con el perro.

Entre otros, se recomienda estudiar “cómo viajará el perro en el avión”, informarse de los trámites necesarios, hacer las reservas con anticipación e indicar siempre que se viajará con un perro. Además, es necesario evitar sorpresas de última hora.

El perro debe gozar de buena salud al afrontar un viaje en avión. La cartilla de vacunación de nuestro amigo de cuatro patas debe estar al día. No obstante, los problemas de salud del perro pueden ocurrir en el lugar de destino.

Esto explica que, antes de emprender el viaje, sea recomendable localizar una clínica con servicio de urgencias y anotar su teléfono y dirección. Además, el can ha de hallarse bien identificado, ya que cuando se viaja a ciertos destinos, es obligatorio el microchip (se aplica en el caso de la Unión Europea). En los vuelos entre países comunitarios se requiere también el pasaporte canino.

Este pasaporte europeo para perros identifica a los animales turistas y es un modo de acreditar que el can no sufre ninguna enfermedad grave contagiosa.

En cualquier caso, conviene presentarse en el aeropuerto con el tiempo suficiente para permitir que las autoridades revisen la documentación sanitaria del perro. Una buena opción para evitar imprevistos desagradables es llegar al menos 3 horas antes de vuelo. No es extraño que el perro se maree en el avión.

Una opción para prevenirlo es evitar que coma alimentos, al menos, durante las cuatro horas previas al vuelo. La ingesta de agua en exceso tampoco es lo más conveniente.