La historia transcurrió en Dakota del Sur, Estados Unidos. Un perrito llamado Max, de cuatro años, se escapó de casa y caminó ocho kilómetros solo para comer un burrito.

Max aprovechó un descuido de sus dueños y se escapó de casa cerca de las 11:39 de la noche. Se dirigió hacia una tienda ubicada a ocho kilómetros para comer un burrito.

Días antes, Max había estado en esa tienda y los encargados le regalaron un burrito. Al parecer, ese bocado le gustó tanto que decidió ir por su cuenta.

Lo malo es que encontró la tienda cerrada, por lo que su aventura no tuvo un final feliz en ese momento.

Después, cuenta la familia, Max fue hacia la casa del novio de Emily, dueña del gran Pirineo. Después, volvió a la tienda.

En la mañana, los de la tienda lo reconocieron y le regalaron el tan esperado premio.

Desde ese día, la familia aprendió la lección y le prepara un burrito como desayuno. Para ellos fue una sorpresa todo lo sucedido.

¿Y cómo se dieron cuenta? El GPS del collar de la mascota mostró el trayecto que cubrió. Al final, gracias a ello también pudieron encontrarlo.

This is Max. He snuck out in the middle of the night and walked 5 miles to get a breakfast burrito from a store that gave him one once. They weren't open yet when he arrived but Max was found the next morning thanks to his GPS collar patiently waiting outside for his snack. 14/10 pic.twitter.com/RNQvInCTRW

— WeRateDogs (@dog_rates) June 9, 2025

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— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) June 12, 2025