¡Feliz día, papa! En este momento es justo recordar las frases que decía con mucho amor y seriedad, pero que ahora las recordamos con un poquito de humor.

"En mis tiempos". Esta era una de las favoritas para iniciar un largo cuento sobre las diferencias entre el pasado y el presente. Obviamente, sus tiempos era mejores.

"Yo a tu edad". También era una comparación, pero lo hacía personal. Con esta frase iniciaba una larga charla sobre todas las virtudes del padre y las debilidades del hijo. Servía para motivar, pero también para alimentar el ego de papá.

"Pregúntale a tu madre". Sí. Esta es la más divertida. El hombre con apariencia fuerte, capaz de comerse el mundo, tiene una debilidad: le cuesta tomar decisiones familiares por sí solo. Casi siempre traslada la responsabilidad de un permiso a la madre.

"Cuando te cueste, ahí vas a cuidar". La frase que más resume la enseñanza económica. Cualquier error que implique dañar algo, así sea un accidente, es la puerta de entrada a la charla sobre el valor de las cosas. Sí, es algo necesario e importante, pero el estilo de un padre lo hace divertido.

"¿Crees que soy banco?". La preferida de papá cuando le piden dinero muy seguido. A la primera te lo da casi sin decir nada, pero si vuelves a solicitar empieza la conversación sobre la necesidad de una mejor planificación de gastos hormiga, pero claro, a su manera.

"Cuento hasta tres". Sí, todo tiene un límite y el conteo hasta tres es el ultimátum. Después de eso las consecuencias serán graves. Dice la leyenda que nadie esperó ese conteo y que, máximo al dos, ya se hizo lo que el padre pidió.

"Mientras vivas bajo mi techo". Bueno, esa la dice en conjunto con la madre, pero es muy utilizada para determinar los límites del hijo para cualquier cosa que a ellos no les parezca oportuno.

Y tú, ¿recuerdas alguna frase típica de tu padre?