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Pablo Cortez se aferra al amor a través de la rocola
Sitúese 24 años atrás en el tiempo. En Quinindé-Esmeraldas, el radiodifusor Fulton Villagómez tenía un programa popular en la calle. Ubicaba una tarima en la que sonaba música rocolera en vivo todos los domingos. Un estudiante de secundaria aprovechaba los libres y se iba a cantar a ese escenario todas las semanas. Fulton descubrió su talento y le propuso participar en un reality del programa ‘Chispazos’.
Corría el año 1989 y ese concurso era nada menos que el II Festival de la Música Rocolera. Diez años después, ese aficionado lanza su primer disco, ‘Primera fragancia rocolera’. Si es seguidor de este género cortavenas ya debe saber que esta entrevista trata de Pablo Cortez, también conocido como el ‘Mimado de la Rocola’, un artista que tiene grabadas más de 35 canciones y que ha sabido ganarse su lugar dentro de la música popular. En una entrevista actualiza a sus seguidores sobre su trayectoria.
¿Qué tiene de nuevo Pablo Cortez?
La presentación para Ecuador y el mundo del álbum ‘Fragancia rocolera 5’, en el que tengo temas inéditos y de mi autoría, trabajados musicalmente con los maestros Pedro Vera y Wilton Vera (+), grabado en Salem Producciones.
¿Cuáles son los temas de este disco?
Son nueve temas, entre los que se cuentan ‘Un mundo de amor’, ‘Me aferro a ti’, ‘Quiero ser’, ‘Por estar contigo’, ‘Enamorada y ‘Camino triste’, que escribió Jaime Correa.
Siempre se ha caracterizado por tener en su música himnos al amor, al enamoramiento… ¿Este disco también tiene eso?
Sí. Tiene mucho romanticismo, por ejemplo, temas como ‘Me aferro a ti’ y ‘Un mundo de amor’ están compenetrados en temáticas que abordan la relación de pareja, de amor sincero.
¿Por qué apostar por el amor en su música?
Porque es lo principal que tenemos los seres humanos. Une, atrae, relaciona, motiva y emociona.
De estas últimas canciones, hay una que ya tiene vídeo, ‘Un mundo de amor’, estrenado en abril pasado, ¿qué se puede ver en este audiovisual?
Narra la historia de un hombre que quiere conquistar a una chica. Le dice que quiere matar toda la tristeza que sufrió ella por desamor.
¿Dónde se grabó?
Lo hicimos en Playas, en Data.
En todo este repertorio que se viene de amor, hay una canción de despecho, ‘Farisea’, ¿cómo así rompe su característica de apegarse al romance?
¡Ah! De ese tema también hay vídeo… lo grabamos en Tonsupa-Esmeraldas. Habla de un desamor fuerte, de una chica que muestra amor a su relación, pero que comparte su vida con otra persona. Creo que es importante mostrar estos problemas sociales que tiene el país, que acontecen a diario y que deberían ser erradicados.
¿Se vienen shows rocoleros?
El viernes 2 de agosto vamos a estar en Playas, el 13 en Nobol, el 9 en Portoviejo, el 10 en Manta, el 16 y 17 en Mocache, el 24 en Machala, el 27 en Santa Rosa. Además de otras presentaciones en República Dominicana, Panamá y Colombia que se harán en septiembre.
-Cuando enumera esta amplia lista de presentaciones, Pablo Cortez no acude a una agenda, a un celular, a un soporte que lo ayude a refrescar la memoria. Fija la mirada en el aire y hace una lectura mental, lo que deja ver cuánta importancia le da a sus compromisos.
¿Por qué cree que no pasa de moda su música?
Porque es sencilla, sentimental, no utiliza términos rebuscados para dar el mensaje, que siempre es claro, preciso y conciso. La gente se siente identificada con las canciones. No hay mensajes obscenos… mi música entra a los hogares y niños y adultos la cantan.
¿Cómo puede hacer alguien para escuchar un tema de Pablo Cortez?
En los programas populares de radio y televisión, en las páginas sociales, en los almacenes de música, en mi ‘feis’… Es muy fácil encontrar las canciones de Pablo Cortez…
-Al decir esto suelta una risita. Tiene las piernas cruzadas sobre un banco de madera. Luce unas gafas oscuras, un saco rojo sangre sobre una camisa colorida, jean y zapatos de suela. Los anillos en sus manos refuerzan este estrambótico look, pero lo que más llama la atención es la permanente sonrisa que luce en el rostro durante casi toda la entrevista.