El cantante Juan Fernando Velasco apuesta nuevamente a la música tradicional ecuatoriana para deleitar a sus seguidores que ya conocieron al intérprete de ‘Chao Lola’ en esa faceta, cuando lanzó ‘Con toda el alma’, en 2010.

Actualmente, el cantante quiteño prepara el lanzamiento de ‘Misquilla’, término que viene del kichwa ‘Mishkilla’ que significa “dulcecito”, palabra que utiliza para describir lo que siente a la hora de cantar estos temas.

En ‘Misquilla’, Velasco presenta diez pasillos grabados con  la Orquesta Sinfónica en el Capitol Studios de Los Ángeles, California, y cantados a dúo por reconocidos intérpretes.

Ellos son Gilberto Santa Rosa (Lamparilla), Américo (Tú y yo), India Martínez (Esta pena mía), Samo (Despedida), José Luis Rodríguez ‘El Puma’ (Pequeña ciudadana), Kany García (Cantares del alma), Andrés Cepeda (Tarde o temprano), Gaby Moreno (Invernal), Noel Schajris (Amor peregrino) y Lila Downs (Romance a una tejedora manabita).

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¿Qué lo motiva a retomar un proyecto similar a ‘Con toda el alma’?

Este disco es una especie de conclusión de lo que fue ‘Con toda el alma’ cuya intención fue acercar los pasillos a nuevas generaciones.    

¿En qué se diferencian estos discos?

Difieren porque, además de los arreglos instrumentales, este tiene sonidos sinfónicos que fueron grabados en Los Ángeles. Le agregamos también pasillos contemporáneos para extender su vida musical. Hay un tercer elemento, que son los diez invitados que de alguna manera de juntan para rendir homenaje a nuestra música.

¿Qué tan complicado es reunir tantos egos en un solo disco?

Me siento orgulloso de este disco porque son artistas extraordinarios. El problema fue cuadrar las agendas porque al ser exitosos tienen muchas giras y pasan montados en un avión.  

¿Alguno de ellos se quedó fuera de la lista?

Sí, pero así mismo llegaron otros como ‘El Puma’, quien aceptó de una y fue maravilloso.

¿Se reunió con ellos?

Lo que hice fue grabar una voz referencial y hago la grabación de ellos como muestra. Por ejemplo, con India Martínez no hubo necesidad de ir a Madrid porque aprovechamos la tecnología. Sé que no es lo mismo estar sentados juntos, pero estamos hablando de artistas que tienen la capacidad de entender lo que estábamos buscando.

De todo el repertorio ¿Qué canción no esperaste que quedara tan bien?

Había algunas que yo anticipaba que iban a quedar muy bien y tenía claro cuál iba a ser el resultado final como la de Gilberto Santa Rosa. Otras me sorprendieron como la de Kany García. Sabía de su interpretación personalizada y la de India Martínez que quedó fantástica.

¿Cree que ha cumplido con el objetivo propuesto con estos discos?

La verdad que sí. ‘Con toda el alma’ vendí más de 80.000 discos y estuvimos nominados a un Grammy. Cuando llegaron los conciertos recién pude constatar el efecto del disco. Escucharlos cantar y verlos disfrutar te dice que el objetivo se cumplió.

¿’Misquilla’ busca conquistar el mercado internacional?

No, el disco fue hecho para los ecuatorianos. De que la gente sepa que nuestra música es emblemática y que merece estar en los mejores estudios, como el Capitol, y con buenos ingenieros y cantada por varios artistas reconocidos del continente.

Sí, creo que va a tener repercusión a nivel internacional porque intervienen voces y personas con autoridad dentro de la industria.

¿Cuántas canciones quedaron fuera del proyecto?

Miles de hermosas canciones, pero siempre supe que serían diez. El hacerlo con una Orquesta Sinfónica y en un estudio tan grande hacía que subiera el costo de cada canción. Es el álbum más caro que se ha hecho en este país.

¿De cuánto dinero estamos hablando?

Bordeamos los 130.000 dólares solo en grabación. Si sumamos fabricación y logística llegamos al cuarto de millón de dólares.

En este camino ha intercambiado experiencias con Olguita Gutiérrez, Gerardo Guevara, entre otros. ¿Qué  aportaron a su carrera?

No solo ellos, hay muchos más y me enseñaron una faceta que no conocía. Soy un artista de estos tiempos que para mí, lo antiguo era grabar en cinta y para ellos, en acetato con un corno y subiéndose en un banquito para que se escuche el requinto de Rosalino Quinteros y un Jota Jota agachado para que se escuche ese instrumento. Me enseñaron la valía de ser artista antes. Hoy, hay grandes artistas, pero el talento no es una condición necesaria. En esos tiempos no valía ser solo un buen cantante, tenías que ser extraordinario.

Entre estos dos discos de pasillos sacó ‘A contratiempo’ en el que reversiona otros éxitos. ¿Acaso, ya no hay creatividad?

Sí la hay, solo que este disco no cuajó. Este trabajo respondió a una necesidad comercial porque cambié de disquera y de mánager. Ellos pensaban que tenía que recuperar esos temas para entrar a otros mercados, como México.

¿En qué momento está la música en Ecuador?

Siento que hay mucho talento, pero no hay industria. Hace falta ingeniero de sonidos, productores y más promotores. Siento que la radio está forzada a poner a artistas con lo del 1x1, pero siento que muchos de ellos no están a la altura para dar un buen disco. No tiene que ver con talento, tiene que ver que no basta cantar así porque sí. Debe haber arreglos, un productor, una imagen que cuidar, un producto de calidad. Muchas veces ni siquiera es cuestión de dinero.

¿Su hija Camila seguirá sus pasos musicales?

No sigue mis pasos ni me interesa que lo haga. Está en el mundo del diseño industrial y me parece muy bueno eso. La apoyo como padre en cada una de sus decisiones. (I)