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Eternamente Don Ramón...

Don Ramón está a punto de irse de la vecindad con la Chilindrina y todos sus cachivaches. Ya en la vecindad todos están enterados. De hecho, ese el tema de conversación entre el profesor Jirafales y doña Florinda en la sala de su casa, con la compañía de Kiko (entonces Quico), mientras el señor Barriga aparece semioculto en la ventana que da hacia el patio.

A él le interesa esa charla en casa de doña Florinda porque es quien está echando a Don Ramón debido a que le debe 14 meses de renta.

Doña Florinda, pese a que siempre cachetea a Don Ramón, reconoce que es una buena persona y que tiene mala suerte para conseguir algún trabajo.
-Creerá usted, profesor Jirafales, que una vez don Ramón anduvo de boxeador, dice ella.
La escena lo presenta en un álbum de fotos que ve la Chilindrina. Ahí luce como un escurridizo pugilista, aunque enjuto, acompañado por ‘Gonna fly now’, la célebre canción que Bill Conti compuso en 1976 para la película Rocky. Lo hilarante es que la melodía se distorsiona cuando al pasar la página del álbum se lo ve derrotado.

Todo lo descrito antes es simplemente la esencia de Don Ramón, el personaje que marcó la carrera de Ramón Valdés Castillo, ese entrañable humorista mexicano que falleció un 9 de agosto de 1988, hace un cuarto de siglo, y que el próximo 2 de septiembre se recordarán los 90 años de su natalicio.

Y es que Don Ramón era un personaje tan identificable, especialmente con el latinoamericano. Aquello quizás es porque muchos han sido, en algún momento de sus vidas, un holgazán, aunque en realidad la única que casi siempre lo veía así era doña Florinda (personificada por Florinda Meza), su vecina arribista y lo consideraba ‘chusma’ para su hijo Kiko.

Sin embargo, los capítulos de El Chavo del Ocho donde alcanzó el ‘status’ de leyenda contradecían un poco ese concepto de vago, pues don Ramón ejecutó distintos trabajos, claro que muchas veces recurría a la astucia.

En ocasiones don Ramón era un carpintero que se martillaba los dedos cuando intentaba deshacerse del Chavo (interpretado por Roberto Gómez Bolaños). A veces era lechero, vendedor de churros, lotería y hasta aguas frescas (el negocio original del Chavo).

Lo de su viveza criolla tenía que ver con su forma de sobrevivir, fiando y casi nunca pagando en las tiendas. Lo mismo ocurría con la renta, pues como sus trabajos eran eventuales casi nunca tenía plata para pagar el alquiler de su chalet, a duras penas le quedaba para la alimentación de la Chilindrina (María Antonieta de las Nieves).

Pero no solo le huía al señor Barriga (Édgar Vivar) sino también a doña Clotilde ‘La Bruja del 71 (Angelines Fernández). Curiosamente Ramón era muy amigo de ella en la vida real.
Para Ramón Valdés, quien fue hermano de (Germán Valdés ‘Tin Tan’  y Manuel ‘el Loco’ Valdés, el conocer a Gómez Bolaños fue su entrada a la fama.

Antes de conocer a Chespirito en 1968, Ramón había participado en decenas de películas, la mayoría con ‘Tin Tan’, otras con Pedro Infante y Mario Moreno ‘Cantinflas’, pero en todas con papeles secundarios. Durante su carrera que empezó en 1949, Ramón actuó en 50 filmes. El último fue en 1984, cuatro años antes de morir por un cáncer de estómago que le causó su casi eterna adicción al tabaco.

Gómez Bolaños era un admirador de Valdés. Lo había seguido en sus películas y lo convocó para Los Supergenios de la Mesa Cuadrada, que tenía un espacio en un programa llamado Sábados de la fortuna, transmitido por Canal 8 (actualmente Televisa).  Su rol fue el Ingeniebrio Ramón Valdés y Tirado Alanís, un personaje que casi siempre estaba ebrio y leía cartas de los televidentes junto con Rubén Aguirre (desde entonces con su rol del profesor Jirafales), María Antonieta de las Nieves (como la Mococha Pechocha) y Chespirito (Dr. Chapatín).

Tras eso pasó al Chavo del Ocho en 1971 y al año siguiente tuvo más personajes con El Chapulín Colorado, aunque ninguno tan icónico como Don Ramón.

En El Chapulín Colorado interpretó casi siempre a villanos, entre ellos el Rascabuches, un pistolero del Oeste; Tripaseca, un gánster, o el pirata Alma Negra.
Dentro de la misma comedia también encarnó a otros personajes cómicos como Chimpandolfo, un hombre prehistórico en plena era moderna y Super Sam, una especie de competencia ‘gringa’ para El Chapulín Colorado.

Otro personaje recordado de Ramón Valdés fue el Peterete, un ladrón de poca monta que cacheteaba a su compañero Chompiras (Gómez Bolaños) después de peinarlo con raya en medio, casi siempre después de que este último embarrara un robo.

En 1979 se produjo su primera salida del elenco de Chespirito. Según Esteban Valdés, uno de los diez hijos que Ramón tuvo en tres compromisos, Florinda Meza influenciaba mucho en las decisiones de Gómez Bolaños porque entonces ya eran una pareja sentimental.
Esteban Valdés decía que ella quería tener el control de todo el programa mientras que Ramón solo quería obedecer a Gómez Bolaños.

No obstante, existen otras versiones en las que apuntaban las diferencias entre los actores, aunque para Carlos Villagrán, quien interpretaba a Kiko en El Chavo del Ocho, todo empezó cuando Chespirito empezó a tener celos del resto del elenco porque le restaban protagonismo.
Como fuere, Ramón volvió fugazmente al elenco en 1981. Solo permaneció un año más con Chespirito. Interpretó a la mayoría de sus personajes, menos al Peterete, que había sido reemplazado con el personaje del Botija (Édgar Vivar).

Durante esa época fue diagnosticado de cáncer al estómago. De hecho, en 1985 perdió tres cuartas partes de este órgano en una intervención quirúrgica.
Aún así continuó con sus otros proyectos, entre ellos ‘Federrico’ y ‘¡Ah, qué Kiko!’, ambos con Villagrán.
También incursionó en el circo, pero su salud empeoró en 1987. Eso interrumpió su participación en ‘Ah, qué Kiko!’. Fue desahuciado y sometido solo a cuidados paliativos porque el cáncer se propagó a la médula espinal hasta que falleció luego de permanecer sedado durante dos semanas para calmar los dolores.

Pese a su deceso, los fans mantienen vivo su recuerdo a través de montajes de su rostro con otros personajes como Jim Morrison, Hulk, Avatar, Wolverine, Michael Jackson, el grupo de punk Ramones y otros a quien será ‘eternamente Don Ramón’.

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