“¿Acaso te crees Mirella Cesa?” Para muchos esta es una expresión popular, una forma jocosa de referirse a alguien que luce muchas pulseras. Sin embargo, para la cantautora guayaquileña, esta frase significa el reflejo de un trabajo que viene realizando desde que ella tenía 17 años.

La lana, la paja toquilla, las semillas, el cuero, las cuentas junto a los hilos y el nylon son materiales que la han acompañado no solo en sus accesorios, sino que también en su vestuario.

“Desde que decidí cantar me dispuse a laborar un sello de que refleje mis raíces, no solo en la música, sino que también en mi vestimenta, cada prenda y accesorio representa la cultura de mi país”, refiere la artista que actualmente promociona el tema ‘Vamos por un gol’, dedicado a la Selección.

Son las 15:45 de un martes cualquiera, sus tacones se quedan entre el desnivel de un pequeño pasillo al ingreso del Mercado Artesanal, donde se dispone a buscar el material para confeccionar sus diseños. Este sitio, al igual que la Bahía y el Mercado Central, es el punto que frecuenta para adquirir los elementos de sus creaciones.

“Por lo general vengo con calentador y gorra, así que paso desapercibida”, dice mientras complace a algunos de sus seguidores, quienes salen con cuadernos para el autógrafo y celulares para la foto.

Mirella no tiene poses, es una mujer cálida, sencilla, de mirada profunda y limpia. Mientras camina reconoce que la clave del mantener una carrera artística es contar con un equipo de trabajo que crea y se esfuerce por un proyecto en común.

Luego de visitar los locales de Ximena Aguilar y Graciela Ruiz, donde fabrican algunas de sus pulseras y sombreros, el siguiente punto fue la Alborada en busca de Andrés Espinoza, un artesano de aerografía.

“Quise que cada prenda represente una región y en la Costa somos mucho de grafitos, así que añadí bocetos con estas técnicas”, argumenta.

Un olor un poco fuerte nos recibe en ‘Cuidado con el gato’. El taller es grande, hay pinceles y tarros de pinturas por doquier, ahí Espinoza imprime con aerógrafo la bandera ecuatoriana en la chaqueta de la artista.

La cantante recorre todo el local para ver los trabajos pendientes, luego de unos minutos se sienta en un banco de madera y continúa: “Soy muy observadora. Un día al transitar por la Av. Francisco de Orellana vi un letrero en el que se ofrecía los servicios, me acerqué y desde entonces lo visito. Eso me ocurre a menudo, de hecho es una historia muy similar con cada uno de los artesanos con los que trabajo a nivel nacional”, detalla.

Con 7 años de carrera, Mirella reconoce que mantenerse no es fácil y mucho más cuando al inicio sus padres la apoyaron, porque ella no les dio otra alternativa.

“Era muy joven y no medía las consecuencias de mis actos, le dije a mi madre que si ella no me respaldaba tenía un amigo puertorriqueño que iba a financiar mi proyecto. Ella pensó en los riesgos y con dolor me apoyó con el dinero destinado a pagar mis estudios de Arquitectura en Estados Unidos. Aceptar mi profesión le costó 7 años (4 antes de lanzarla y tres en de sus inicios)”, indica.

Amante del arte en general, Cesa estudió fotografía en un Instituto en Nueva York. Asimismo siguió varios talleres en Chantal Fontaine de Guayaquil. Aunque tiene un concepto de imagen muy pulido y su carrera da pie a lanzar una marca en la industria de la moda, se abstiene a la idea.

“Siempre recalco que no por el hecho de haber creado mi imagen, esto signifique que yo sea una diseñadora, porque no lo soy. Respeto mucho la carrera y me falta mucho estudio para ello, además mi enfoque es la música”, señala Mirella, para quien la idea no es descabellada pues creció junto a dos grandes diseñadoras. Su madre Mirella Dalmau y hermana mayor, Paola Cesa, son quienes manejan Cesa Design, una de las entidades más representativas del diseño de interiores y exteriores del país.

El trabajo de Espinoza es muy ágil, demora pocos minutos en plasmar el símbolo patrio, tal vez porque es uno de los bosquejos más solicitados por la temporada mundialista. Admite que cuando son planteamientos más elaborados se toma hasta dos días para terminar su labor.

Amante del deporte, para ella su último sencillo es la forma de rendirle un tributo a su más grande pasión: el fútbol. Asimismo sigue impulsando su tema ‘Corazón abierto’, incluido en su disco ‘Deseo Concedido’, el cual se lo puede adquirir en iTunes.

Nos dirigimos a Sauces 3, a la casa de Nelly Reyes, quien borda a mano varias de las vestimentas y accesorios de Cesa.

Reyes es bajita, una señora de sonrisa cálida, tez clara y ojos pequeños. Lleva aportando con su talento por más de 3 años en las prendas de Cesa. “Cuando la vi por primera vez me emocioné, no lo creía; la verdad, me siento muy orgullosa porque ella plasma las raíces nacionales. Es una alegría inmensa para nosotros, los artesanos, verla en la televisión luciendo nuestro trabajo, mucho más cuando comparte con estrellas a nivel internacional”.

Uno de los últimos eventos fue hace pocos días cuando -por su aporte a la cultura latina- recibió las llaves de la ciudad de Miami de manos del alcalde Tomás Regalado.

Tres maniquíes, una máquina de coser, cintas de varios colores, agujas de tejer en plástico, metal, madera e interminables rollos de lana se encuentran en el sencillo taller que tiene Nelly en su casa.

Confeccionar una de las prendas de cantautora de andipop por lo general le toma de 2 a 7 días.

Estos son algunos de los artesanos que trabajan con la artista, todos son elementos importantes en su equipo quienes se sienten orgullosos porque sienten que junto a ella sus raíces son expuestas al mundo.