Tener las cortinas limpias es casi tan importante como escoger las adecuadas. Una limpieza apropiada no solo les alargará la vida, sino que las mantendrá frescas y nuevas.

Cuando las cortinas están limpias dejan que la cantidad correcta de luz atraviese hacia la habitación y además sirven como elementos decorativos. Por el contrario, cuando están sucias, además de lucir viejas y feas, la luz que entra trae consigo el polvo y la tierra acumulados en las cortinas. La solución es aprender a limpiarlas y hacer de ese proceso una rutina.

Por ejemplo, la mejor forma de limpiar las persianas de madera es con una franela, un plumero o un trapo húmedo. Para limpiarlas a profundidad y darles brillo utilice un preservador de madera oleoso.

Hay también las cortinas de imitación de madera, que duran más y pueden soportar una limpieza más exhaustiva. Para este tipo se  recomienda retirarles el polvo con el cepillo de la aspiradora, plumero o franela húmeda. Para quitar manchas u hongos puede utilizar agua y detergente con una esponja suave y que no dañe la madera.

En este grupo entran aquellas que son hechas a base de fibra de madera entretejida o bambú, que deben limpiarse como las de madera pero con mayor cuidado. Es importante evitar el exceso de agua para que no se rompan las finas fibras.

En el caso de las cortinas de vinilo, al igual que las de madera falsa, es conveniente utilizar agua y detergente, pero se debe evitar el agua caliente, ya que puede malograr el material.

Las de aluminio, en cambio, son muy resistentes. Límpielas con un trapo húmedo para quitarles el polvo que se acumula. Para un aseo más profundo se pueden remojar en agua con detergente y dejarlas secar al aire libre.

Las más comunes son las de tela. Para estas, sacudir y aspirar es clave. En el caso de los estores plegables, se pueden retirar las barras y meterlas a la lavadora. Lo más importante que debe recordar para no tener que limpiar a fondo tan seguido las cortinas es quitarles el polvo y la tierra regularmente.

A la hora de limpiarlas, el trato depende de su confección y calidad de la tela. El sol, el polvo y la suciedad son factores destructivos de las telas. Si sus ventanas están hacia el oriente o el sur, considere colocar un papel polarizado en las ventanas para disminuir los efectos de los rayos ultravioleta. Las telas de color claro generalmente reflejan la luz del sol y no se destiñen con facilidad.

Los colores oscuros absorben la luz y se destiñen. Utilice polarizados o persianas entre el vidrio y la cortina para protegerla. El acrílico, fibra de vidrio y poliéster resisten al sol mejor que otras fibras y retienen el color con el tiempo. El algodón, rayón y acetatos a menudo soportan menos los efectos del sol.

Cuidados generales

En caso de que las cortinas sean lavables en casa, entonces puede hacerlo. Siempre es mejor dos lavados suaves que uno muy fuerte y agresivo. Retire los ganchos y todos los materiales que no deben lavarse. Utilice agua templada y un detergente suave o neutro. Si las cortinas tienen mucha suciedad acumulada es conveniente que las remoje antes para eliminar el exceso de mugre.

No sobrecargue la lavadora, lave pieza por pieza en ciclos de lavado cortos. Después de secar, planche con cuidado por el reverso para que la cortina recupere su forma. Para colocar los ganchos y accesorios, espere a que las cortinas estén completamente secas y planchadas.

También los listones faldones y visillos requieren lavarse. Sacuda el polvo acumulado y lávelos en la lavadora con agua templada y detergente suave en ciclos de lavado cortos.

Persianas

En el caso de las persianas, si son plásticas, deberá lavarlas aún cuando las sacuda con frecuencia. Puede colgarlas y rociarlas con amoniaco diluido con agua y utilizar la manguera para enjuagar. Quedarán como nuevas.

Precauciones

Antes de limpiar las cortinas, debe estar segura que se pueden lavar en casa. A veces combinan varios materiales; quizá uno sea lavable y el otro no. Si llegara a lavarlas y una de las telas no es lavable, esta se encogerá y se arruinarán.

La luz del sol debilita la tela de las cortinas con el paso del tiempo. Si la cortina es de pliegues, plisadas, probablemente pierdan su forma si se lava en la lavadora.