Cuando el compositor ruso Sergéi Prokófiev compuso el ‘Concierto para violín n.º 1’ no imaginó que esta obra transcendería el tiempo y que, 96 años después, sería parte esencial de los mejores recitales alrededor del mundo.

Y precisamente los tres movimientos que integran esta obra, ‘Andantino’, ‘Scherzo: Vivacissimo’ y ‘Moderato - Andante’, fueron los que interpretó la reconocida violinista estadounidense Hilary Hahn, la noche del martes, en el Teatro Sánchez Aguilar.

La virtuosa hizo gala de su talento ante una audiencia que superó, en asistencia, a la que tuvo en su estreno la obra ‘Las variaciones de Giacomo’, que tuvo a John Malkovich como figura principal.

Hahn, quien dio su primer concierto a los nueve años en su ciudad natal, abrió su recital (20:30) con un pasaje sutil que fue cobrando fuerza con el frotar de las cuerdas que pasan por el puente del violín hasta volver a la calma, tal como lo compuso el artista ruso, tras su experiencia personal que vivió durante la Primera Guerra Mundial. 

Tras el primer movimiento dado en Re mayor, en el que la virtuosa revela la integridad de la obra, poco a poco la sutileza de la composición abruma el escenario en Mi menor y da calma en una fiesta de ligeros sonidos que encierran al público en una burbuja de paz y tranquilidad.

Sin embargo, estas sensaciones duran fragmentos de minutos mientras transcurre la obra, ya que el sobresalto soberbio que generan las cuerdas en Re mayor vuelven a aparecer para que el espectador sienta la misma angustia que el autor.

En el ‘Moderato-Andante’ las tonalidades en Sol menor dan la bienvenida al ocaso de esta obra, que ha recorrido el mundo de la mano de Hahn por más de 60 países, y el público fácilmente se puede dar cuenta que termina exactamente por donde empieza.

Durante su repertorio, la ganadora de dos premios Grammys interpretó pequeñas piezas de célebres compositores como Schumann, García Abril, Ali-Zadeh, Jeff Myers, Michiru Oshima, Mendelssohn y su favorito Johann Sebastian Bach, los mismos que formaron parte de su producción ‘En 27 piezas: Las repeticiones de Hilary Hahn’.

Esta artista hizo su debut internacional en 1995, cuando interpretó, junto con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera, bajo la dirección de Lorin Maazel, el Concierto para violín y orquesta de Beethoven.

Ha compartido el escenario con la Orquesta Sinfónica de Londres, la Orquesta Filarmónica de Nueva York y la Orquesta Sinfónica de Singapur. Tiene una página web en donde escribe sus memorias y situaciones que le ocurren en cada viaje. Critica y habla sobre las cosas más simples de la vida como las más complejas.