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Víctor Manuelle y Eddie Santiago el sabor salsero a la Feria de Durán
A Guayaquil también se la conoce como el puerto salsero del Pacífico. De hecho, no importa si los mismos exponentes de la salsa vienen seguido a la ciudad.
Simplemente gozan de aceptación porque no solo son sabrosura en el escenario. A eso le añaden sencillez que los identifica con la gente que acude a verlos.
Quizás, la única explicación es que en Guayaquil existe mucha influencia de residentes colombianos, venezolanos y de otros países cercanos al Caribe.
Ocurrió la noche del viernes pasado, en el Teatro Feria de Durán, con las actuaciones de los salseros nacionales Paolo Plaza y Gustavo Enrique, más los estelares puertorriqueños Eddie Santiago y Víctor Manuelle, quien el año pasado también estuvo en Durán por las fiestas octubrinas.
Con una apariencia más semejante a la de un cantante de reggaeton, Plaza encendió la jornada tropical -en medio del frío veraniego-, a las ocho y media de la noche.
Media hora después, la experiencia de Gustavo Enrique fue notoria, con ‘covers’ de Joe Arroyo (‘Rebelión’), ‘Cali pachanguero’ (como homenaje póstumo al hace poco fallecido Jairo Varela, líder fundador del Grupo Niche) y ‘La murga’ (archifamosa en la voz del ‘inmortal’ Héctor Lavoe).
Eddie Santiago, sin mucho preámbulo y con la misma pinta de saco, corbata y el bigotito, repasó sus clásicos de la llamada ‘salsa erótica’ de la década del 90, que no eran más que versiones suyas de las baladas que componía el argentino Luis Ángel.
Con el acompañamiento de la orquesta de Gustavo Enrique, el ahora cincuentón boricua soltó sus conocidas ‘Decídete de una vez’ (famosa en la voz de Luis Miguel) y ‘Qué locura enamorarme de ti’, que incluyó a cuatro bailarines nacionales, vestidos de amarillo.
“Pida varón, a dos dólares la cerveza. Hágale...,” voceaba un vendedor que expendía esa bebida en grandes vasos plásticos, mientras decenas de parejas se besuqueaban al ritmo de la salsa noventera de Santiago, quien, pese a no moverse mucho en el escenario, recurría a las bromas al hablar acerca de sus canciones.
“En 1987, cuando yo tenía unos tres años....”, el público interrumpe con carcajadas la broma de Santiago, quien continúa con: “esta canción es para esa persona que ya no está, pero sabe que es de uno...”.
De inmediato Santiago soltó de su garganta los primeros estribillos de ‘Mía’. El mismo chiste -acerca de su edad- hizo para presentar ‘Lluvia’, la que él reconoce como la más conocida de su repertorio.
El cantante puertorriqueño, quien lucía saco gris y menos cabello, la interpretó como originalmente lo hacía Luis Ángel y luego la cantó con su habitual ritmo de salsa.
Había espacio aún para ‘Todo empezó, ‘Tú me quemas’ ‘Me fallaste’, ‘Antídoto’ (que en 1999 grabó a dúo con Víctor Manuelle, quien ya se preparaba para su performance).
Santiago también le dio al público algunas ‘probaditas’ de las canciones que está grabando, que siguen la misma línea de ‘covers’.
‘Te he prometido’ y ‘Yo la recuerdo ahora’, originales de los argentinos Leo Dan y Leonardo Favio, respectivamente, son los proyectos salseros de Eddie Santiago, quien también rindió un homenaje a Héctor Lavoe, tal como Víctor Manuelle lo hizo el año pasado.
Santiago repasó ‘El cantante’, ‘Periódico de ayer’ y ‘Que cante mi gente’, como si ya se le hubiera acabado el repertorio y debía completar su espacio en el escenario.
No obstante, el baile desenfrenado de algunos también servía para lidiar con la brisa. La agitación era la aliada contra el frío, que fue más evidente durante el cambio de instrumentos para la orquesta de Víctor Manuelle.
Luego, la aparición fugaz de la modelo (y ahora DJ) colombiana Andrea Rincón calentó aún más el ambiente, que por la naturaleza de la estación veraniega era algo gélido. Rincón solo necesitó saludar al público y bailar un poco para hacer menos tediosa la espera del show de Víctor Manuelle. Incluso, hubo un fallo en el sonido del micrófono.
Casi a la medianoche el llamado ‘Sonero de la Juventud’ relevó a Santiago, con su cada vez más frecuente pinta alejada de los salseros tradicionales.
El puertorriqueño, de 44 años, apareció con la cabeza rapada, una camiseta y chompa de cuero.
Más parecía un cantante de pop, pero su interpretación era de salsa como ‘Bésame’, la que abrió su actuación en Durán.
Entre una lluvia de papel picado, cantó ‘Dile a ella’, ‘Qué habría sido de mí’, ‘Tengo ganas’, ‘He tratado’, ‘Por ella’ (la más esperada por su público danzón), el ‘cover’ ‘Tú volverás’ (original de Los Terrícolas de Venezuela) y ‘Compréndeme’, con la que cerró su espectáculo, sin el tributo a Lavoe, ni ‘Apiádate de mí’. Tampoco hubo un “otra, otra”. Eran la una de la madrugada, para qué más.