Ecuador, 08 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Una dieta para evitar el hígado graso

Una dieta para evitar el hígado graso
17 de marzo de 2013 - 00:00

El hígado graso es una afección caracterizada por la acumulación de grasa en el hígado y es la enfermedad hepática crónica más común en el mundo entero. En estos casos, una selección adecuada de alimentos y complementos nutricionales favorece la recuperación de los hepatocitos, las células hepáticas y hasta puede conseguir que el trastorno revierta, según la fase de desarrollo. Los consejos nutricionales para combatir el hígado graso son claves.

Se requiere una dieta con más fibra, sin azúcares simples, menos grasas malas y nada de alcohol. Además, los ácidos grasos omega 3 están considerados como protectores del hígado.

Las personas con hígado graso deben seguir un plan de alimentación bajo en grasa, además hay otras recomendaciones:
- Tener un peso ideal (según su estatura) para evitar complicaciones en la salud.
- Someterse a ejercicios regularmente.
- Aumentar el consumo de fibra (vegetales, frutas, leguminosas y cereales integrales), ya que le ayudarán a absorber menos grasas y azucares de la dieta.
- Agregar limón a las ensaladas o refrescos, ya que es un aliado del hígado. Promueve la pérdida de grasa.
- Su dieta debe basarse en proteínas bajas en grasa (pollo, pescados, pavo, carne roja magra) y carbohidratos, preferiblemente integrales.
- Ingerir alimentos entre 4 y 5 veces al día.

Consejos prácticos: Elegir el pan integral, al igual que el resto de cereales (como el arroz, la pasta o el cuscús). Sustituir los cereales de desayuno por avena o maíz al natural, sin azúcar. Incluir legumbres, según tolerancia, entre 2 y 3 veces por semana, así como añadir las verduras a cada comida. Las de hoja verde son idóneas para la protección hepática.

Nada de alcohol: El alcohol es un tóxico para el hígado, un órgano dañado por la inflamación y el acúmulo graso.

Menos grasas malas: Un exceso de grasas dificulta el metabolismo posprandial de los lípidos, con el consiguiente aumento de la concentración plasmática de enzimas hepáticas y de ácidos grasos libres, lo que favorece la acumulación de grasa en hígado (esteatosis) y la progresión del hígado graso no alcohólico.

Asimismo, el consumo en exceso de grasas saturadas y de grasas trans (peor aún) aumenta el riesgo cardiovascular, un aspecto que debe prevenirse si se padece esta patología hepática.

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media