A Tom Cruise, un poco más, y lo daban por muerto en la industria cinematográfica. Tres estrenos de mediana aceptación (Al filo del mañana, Jack Reacher y Oblivion) para un actor que hace tres años cruzó el umbral de los 50 y que gracias a sus divorcios, su religión, supuesta homosexualidad y sus peculiaridades es más popular en la farándula que en la taquilla estadounidense. La historia parecía estar escrita.

Y entonces llegó ‘Misión Imposible: Nación secreta’. La quinta entrega de esta popular saga de casi 20 años recaudó $ 56 millones, según cálculos de los cines difundidos el domingo. Fue el segundo estreno más taquillero de la serie desde que “Mission Impossible II” recaudó $ 57 millones en 2000.

La cinta de Paramount y Skydance Productions del director y libretista Christopher McQuarrie tuvo un presupuesto de unos $ 150 millones y se estima que no tendrá problemas en recuperar el costo, especialmente con los ingresos en el exterior.

La película llegó a las salas de cine ecuatorianas el viernes 31 de julio y alcanzó una asistencia de 59.400 espectadores, según Marco Aguas, presidente del Consorcio Fílmico, distribuidora de Universal Pictures y Paramount Pictures.

En medio de esta euforia, la sexta entrega que Cruise anunció durante una entrevista con Jon Stewart quedó confirmada por el vicepresidente de los estudios Paramount, Rob Moore.

“Este fin de semana ha demostrado que Tom Cruise sigue siendo una estrella popular y que Misión Imposible continúa siendo una de las franquicias más populares en Estados Unidos y en el resto del mundo”, indicó en una nota dirigida a la prensa.

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Buenas noticias en un momento en el que otras secuelas de acción como Terminator Génesis y los antiguos héroes que las protagonizaban, léase Arnold Schwarzenegger, ven cómo se precipitan al vacío sus años de gloria.

Cierto que a Hollywood le encantan los come-back pero en este caso el regreso de Cruise solo se debe al actor, del mismo modo que solo él fue culpado por su declive en estos últimos años.

“Tom es uno de los últimos, si no el último héroe de acción”, refirió al diario español EL PAÍS su compañero de rodaje en esta saga Simon Pegg.

Las críticas favorables no cesan. Pablo O. Scholz, de El Clarín de Argentina, afirma que esta película, al igual que las anteriores, “tiene mucho del cine de acción tradicional y es menos rimbombante por no decir ridículo de las nuevas franquicias. Es, tal vez, de las pocas sagas de acción que no decae”.

Luis Martínez, crítico de El Mundo, afirmó que la película construye una trama aceleradísima y brillantes juegos circenses que no se han visto en mucho tiempo.

“Hay un salto que define a la perfección el cine de aventuras en general y el de acción, en particular: el que va de lo improbable a lo inverosímil”. A esto, Hollywood Reporter le dio 10 puntos de calificación. (I)