El aliento, un vigor de ánimo que permite a los seres humanos vivir y desarrollar infinidad de tareas a lo largo de nuestra existencia, es el eje central de la obra Souffle que la compañía de danza suiza Da Motus! (motivación) puso en escena la noche del martes, en la sala principal del Teatro Sánchez Aguilar.

Sobre el tablado, cinco artistas se sumergieron en una danza unitaria y grupal con la que recrearon la existencia misma del ser humano a través del pudor y su impudicia.

En la primera parte de la obra, que dura 70 minutos, estos artistas exhalan su aliento y lo contienen en enormes globos de colores que recrean al individuo y su entorno social, entrelazando sus vivencias en lo que conocemos como sociedad en donde convergen infinidad de historias.

Todas ellas cargadas de gran dosis de sentimientos que van desde los más sublimes hasta los más decorosos que se manifiestan en un vaivén de movimientos que recorren todo el escenario bajo la tenue luz cenital.

A partir de entonces, la respiración alternada -acompañada de profundas exhalaciones- produce un gemido que estremece a todo el recinto, envolviendo al espectador en una nube de ideas, pensamientos y sensaciones que salen de su propio inconsciente.

El fuerte vibrato que expulsan estos artistas forma una orgía de sensaciones que recrean momentos tan íntimos del ser humano y otros cargados de crisis, locura, éxtasis, miedo y terror.

Pero no solo su aliento recrea estas emociones, sino también sus movimientos y saltos que intencionados o no, se sumergen en una danza erótica que comienza de manera individual hasta convertirse en una pirámide de lujuria humana.

Por varios minutos, esta sugerible manifestación se adueña del recinto en donde el aliento es contenido por la emotividad guiada por los artistas en escena.

Punto seguido, la oscuridad llega sobre esta sociedad (danzantes) y uno de ellos completamente iluminado, como si se tratase de la llegada de un juez superior, purifica el mundanal escénico invitando al público a reflexionar sobre el motivo que los impulsa a seguir con ese ritmo de vida que llevaban hasta minutos antes de entrar al teatro.

Da Motus!

La compañía existe desde 1987 y ha participado en festivales internacionales y otras expresiones culturales de gran envergadura en más de 200 ciudades en 43 países.

Sus fundadores y actuales directores -Antonio Bühler y Brigitte Meuwly- empezaron en el quehacer coreográfico durante un viaje a Nueva York, a inicios de la década de 1980, en donde aprendieron improvisación y composición con los maestros Alwin Nikolaïs y Simone Forti.

La sobras de Da Motus!, siempre elaboradas en colaboración con los intérpretes, representan la plasticidad del mundo vegetal, las cualidades despiertas del movimiento animal y el intercambio sutil y sensible de las relaciones humanas.

Buscando intensidad, sin descuidar el despertar de la conciencia, sus trabajos destacan al partir de una reflexión vigilante en relación al proceso creativo.

Los actores principales de este colectivo suizo son: Alessandro Schiattarella, Azusa Nishimura, Ismael Oiartzabal, Martina Hajdyla Lacová, Mickaël Henrotay Delaunay.

Mañana en el teatro

Estrenado en el Teatro Pradillo el 2 de septiembre de 2010, El Sollozo del hierro es una danza muy íntima inspirada en la profunda historia de amor del poeta Miguel Hernández y Josefina Manresa. Una historia que irá precedida de separaciones y nuevos encuentros debido a la vida del poeta.

Patricia Torrero y Florencio Campo, coreógros, interpretan este espectáculo que ha sido dirigido por Carmen Werner, y seleccionado para formar parte del catálogo que AECID oferta a las embajadas de España en el mundo en este 2014.