El reggaetón, la salsa, la cumbia y la bachata son géneros musicales que atraen a muchas personas cada fin de semana a los diferentes lugares de entretenimiento, pero para Jorge Vallarino, propietario de Revólver Bar, constituyen opciones impensables a la hora de ambientar su local con alguna melodía.

¿La razón? Este lugar se caracteriza por tener un público que evade en su mayoría cualquier expresión artística musical que no se desprenda del rock. De hecho, su nombre rinde tributo al grupo español homónimo que surge a finales de los ochenta.

Por el escenario de este bar han pasado emblemáticas bandas representantes del género, como Bajo Sueños y Basca, así como grupos locales que hacen covers y bandas que tocan canciones propias, como las guayaquileñas Lancelot y Cabaré, que ya tienen ganado un público dentro de la ciudad.

El 12 de junio del 2003 se realizó la preinauguración de este espacio y tres días después, la apertura definitiva. Al principio, predominaban el rock clásico y el latino en la consola de sonido, pero a medida que aumentaba la clientela, el bar se volvió metalero. Aunque Vallarino comenta que ahora prevalece la diversidad, entre clásico, alternativo y otros subgéneros del rock, es el metal el preferido de quienes llegan a Revólver.

La idea de aperturar este sitio fue originariamente de Francisco Pincay y Jimmy León, hermano y primo de Vallarino, en su orden. Fueron ellos quienes lo invitaron a participar en este proyecto, en el que veían un buen mercado en aquella época, pues al norte de Guayaquil solo existía un bar rockero: Piraña, pero por metas independientes de sus familiares, Jorge quedó encargado.

Una de las características más relevantes de Revólver es que posee todo su repertorio musical en formato audiovisual. Al iniciar el bar fue un poco complicado enriquecer esta colección, pues tenían que buscar fuera del país los vídeos. Ahora son los clientes quienes llegan con material inédito, cuenta Jorge.

En sus inicios, Revólver funcionaba en un pasillo del Garzocentro. Comenzó como un bar para 30 personas, y a los dos años de su inauguración se cambió a la parte principal de ese centro comercial, con un aumento a 80 clientes en su capacidad.

En locales de rock se estila casi siempre adornar el lugar con posters de grupos y paredes negras. Este no es el caso de Revólver, Vallarino decidió salir de ese estereotipo e inclinarse por algo más diferente: el viejo oeste. Cuando los clientes entran, se ven rodeados de madera, pues las sillas y las mesas redondas están elaboradas con este material, lo que le proporciona un ambiente rústico.

Se observa también una  montura de caballo y dos murales grandes: uno pintado por Ricardo Vaca, en el que se visualiza a los integrantes del grupo Kiss sobre caballos, como en un desierto, y el otro de autoría de David Chalén, tipo bar del oeste, en el que constan Bon Jovi, The Beatles, Billy Idol, Jim Morrison, entre otras estrellas rockeras.

Para complementar esta forma de decoración, se decidió que el logo de la banda sea una pistola. Fue elaborado por Chalén, un diseñador gráfico que es amigo de Vallarino y cliente del bar.

Revólver es el único local que abre de lunes a sábado. Jorge atiende de lunes a jueves y los fines de semana cuenta con la ayuda de dos colaboradores, pese a que a manera de anécdota refiere que hay clientes fieles que  hacen las veces de personal laboral y lo ayudan a atender a quienes llegan.

El aniversario de la primera década de Revólver se celebrará con barra libre y concierto. Aunque aún no se define qué grupo o grupos participarán, pero el dueño aseguró que habrá obsequios para esas personas que acuden constantemente y mantienen vivo a su bar.

Aunque a veces el local queda pequeño, Vallarino no piensa en agrandarlo porque considera que eso dañaría ese espacio íntimo en el que sus clientes se sienten cómodos. Con estos 10 años, cree que el secreto de su permanencia se encuentra en el servicio personalizado que ofrece a cada visitante, pues se acerca a las mesas y está pendiente de sus solicitudes.

Reconoce que una de las cosas más difíciles que ha tenido que enfrentar en el bar es el cambio de horarios de atención que por ley debe cumplir. A la gente que viene le gusta quedarse hasta más tarde, dice.

Son los clientes de Revólver quienes han hecho conocido el bar, por lo que Vallarino no ha debido contratar publicidad para el local. Esto, señala, es una de las más grandes satisfacciones que le deja ser el dueño del lugar.

ENTÉRATE

La gente que va al bar es en el 95% cervecera. Revólver, sin embargo, también incluye en el menú whisky, vodka, ron, vino, tequila, entre otros tragos.

Los horarios de atención son de lunes a jueves, de 18:00 a 00:00, y los viernes y sábado, de 18:00 a 02:00.

Este sábado hay un tributo a Nirvana con el grupo Código. La entrada cuesta $ 8, $ 5 de los cuales son consumibles.