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Preservar alimentos en el refrigerador tiene sus trucos
El frigorífico es uno de los electrodomésticos que verdaderamente ha cambiado nuestras vidas: nos da la posibilidad de guardar a la temperatura adecuada y sin ningún esfuerzo alimentos distintos, que antiguamente eran difíciles de conservar.
Es muy importante la manera de almacenar los alimentos en el refrigerador, cada uno tiene un lugar específico.
Al introducir los alimentos en el refrigerador debe situar los productos recién comprados detrás de los que ya estaban, para que la comida no caduque.
En la parte superior del refrigerador, ubicar los alimentos que necesitan más frío:
Carnes: guardar en recipientes herméticos.
Fiambres y embutidos: en recipientes cerrados.
Lácteos: una vez abiertos, conservar en su propio envase
Quesos: en recipientes de plástico no herméticos, para evitar que se resequen o se deterioren.
En la parte media del refrigerador conservar los alimentos preparados.
Alimentos ya cocidos: guardar en envases plásticos con tapa.
Productos enlatados que han sido abiertos: cambiar el envase por otro que cierre herméticamente.
En la parte inferior del refrigerador, ubicar los alimentos que necesitan menos refrigeración.
Dulces y mermeladas: conservar en sus empaques originales, son más resistentes por su alto contenido en azúcar.
Conservas en salmuera o vinagretas: en frascos con tapa.
En los cajones se guardan las frutas y verduras.
Hortalizas de hoja: conservar en bolsas de papel.
Las frutas: en bolsas de plástico agujereadas, cambiarlas cada 3 o 4 días
En la puerta del refrigerador colocar los alimentos más resistentes a los cambios de temperatura.
Almacenar los aderezos como mayonesa, mostaza y demás salsas, conservarlos en sus envases originales.
La ubicación correcta de los alimentos garantiza su conservación y el rendimiento de su electrodoméstico.
Preste atención a sus sentidos
El olfato, el gusto y la vista son excelentes amigos a la hora de reconocer comida que ha iniciado procesos de descomposición. En algunos casos se habrá dado cuenta que la comida se daña aún estando en el refrigerador. Si ve y huele la comida, y a simple vista la cosa no se ve bien, no dude en tirarla. La comida que no se la terminó o las “sobras” del día anterior generalmente tienen un tiempo de vida muy corto. Trate de comerlas lo antes posible, y revise su estado a diario. No permita que las bacterias que se crean en estos alimentos pasen de unos a otros contaminando así toda su comida.