La primera vez que aparecieron juntas en la televisión como reporteras del espacio comunitario de Canal Uno llamaron la atención de todos los televidentes, por el gran parecido que hay en ellas y porque no es común ver a gemelas informando a la comunidad.

Y fue así como Paola y Lucía Jaramillo poco a poco fueron ganando espacio y popularidad en la pantalla chica local no solo con sus reportajes sino por la complicidad y química que hay entre ellas.

El responsable de ponerlas ahí fue Rafael Cuesta, quien apostó por esta innovadora idea en la pantalla chica nacional y colocó a estas sietemesinas a reportear y hacer microondas informativas a tempranas horas.   

De eso ya ha pasado un año y Lucía y Paola siguen con ‘pie derecho’ en esta “aventura” que empezó desde que incursionaron como actrices en producciones de Ecuavisa, como la serie ‘Súper Papá’ y la película ‘Sueños de juventud’.

Curiosamente ambas interpretaron el personaje de Susana Aráuz, que tenía secuencia en estas producciones. “Esta fue una experiencia inolvidable porque las personas se sintieron identificadas. Era lindo cuando las chicas se nos acercaban y nos decían que les pasaban cosas iguales como el personaje que interpretábamos. Fue  una etapa maravillosa”, concuerdan.

Antes aparecieron juntas en un sinnúmero de comerciales de reconocidas marcas a nivel nacional, por lo que pararse frente a una cámara de vídeo no es nada nuevo para estas estudiantes de derecho de la Universidad Católica de Guayaquil, carrera que este año culminan y se convertirán en abogadas.

Tras incursionar como actrices tuvieron la oportunidad de laborar como asistentes informativas e investigación para el noticiero En Contacto por un poco más de un año, experiencia que les ayudó a formar las bases de lo que será su nueva carrera universitaria: periodismo.

Y es que desde que eran estudiantes del María Auxiliadora tenían claro que querían ser periodistas y abogadas, porque a su criterio “ambas carreras se complementan muy bien y se pueden poner en práctica para ayudar a las personas con una correcta orientación que es la esencia del periodismo”, sostiene Paola, quien también fue candidata a reina de Guayaquil 2010 y aspira trabajar en la cadena internacional CNN.

Lucía asegura que el tener contacto con personas necesitadas les cambió la vida a ambas porque se volvieron más conscientes de las necesidades de los individuos y que el “molestarse o complicarse la vida por un vestido o por cómo tienes el cabello no es nada con lo que viven algunos seres en barrios completamente desatendidos”, dijo la reportera que sueña con tener su propio espacio de tinte político.

Para ambas este trabajo es gratificante porque a menudo reciben llamadas de agradecimientos de los televidentes o afectados de algún sector porque después de sus reportajes las autoridades les han ayudado.

Es por ello que las personas de los sectores a los que acuden siempre las tratan muy bien. “Son personas muy sencillas, humildes y de gran corazón. El ecuatoriano es así por naturaleza. Hubo ocasiones que hasta nos regalaban café con patacones cuando madrugábamos y nos sentábamos en la misma mesa a compartir”, señala Lucía.

Y es que la sencillez que ambas presentan frente al televisor también lo demuestran tras cámara, cuando están alejadas de los micrófonos o de los libros universitarios.

Son muy hogareñas, aunque de vez en cuando sí salen con sus amigos a farrear o entretenerse porque saben que por muy cansadas que estén los amigos y la familia también son importantes y necesitan atención.

Paola es más romántica y extrovertida, mientras que Lucía es más idealista y se apasiona por todo lo que hace. Físicamente las diferencia el lunar que Lucía tiene debajo de sus labios y porque es un poco más “rellenita”. Sin embargo, son tan parecidas en su forma de reír, pensar y gustos en general.

Situación que a su madre, Clara Zurita, no le agrada mucho porque “llegará el momento en que tendrán que separarse ya sea por matrimonio o porque una de ellas se vaya a vivir lejos y después cómo van a hacer”.

Mientras tanto, estas hermanas seguirán unidas en cada proyecto que emprendan juntas porque comparten los mismos gustos y sueños. No les importa que las personas en ocasiones no sepan diferenciarlas porque ya están acostumbradas.

De hecho recuerdan que por ese motivo una vez su madre castigó y le dio unas nalgadas a Lucía pensando que era Paola, o cuando su abuela materna, quien tenía ligera preferencia por Paola, le dijo “come rápido este cebiche antes que llegue Lucía” sin darse cuenta que a la que estaba dando de comer era a la nieta equivocada.

Anécdotas y situaciones que recuerdan con agrado y que las une como familia. “No hay rivalidad entre nosotras porque somos el complemento de la otra. Nos llevamos muy bien y estamos muy conectadas. Amamos a nuestra familia, amigos y todo lo que hacemos. Consideramos que somos bendecidas por Dios porque hasta ahora nos ha dado muchas cosas lindas y nos mantiene cerca”.

ENTÉRATE

Paola nació cuatro segundos antes que su hermana Lucía, por lo que es la mayor.
 
Hasta cuando tenían 10 años sus padres las vestían con las mismas ropas, pero después ellas escogían qué lucir. Sin embargo, en ocasiones coincidían en las prendas.

Cuando salen a farrear tienen permiso de llegar a las 02:00. Una vez estuvieron a casa pasada esa hora y sus padres las castigaron dejándolas afuera tres horas más.