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Pamela Palacios mantiene una carrera marcada por el humor
Pamela Palacios era de aquellas que tomaba un cepillo para peinarse el cabello y mirándose al espejo solía decir: yo soy Pamela Palacios. Era de las que no le gustaba estar quieta, al contrario siempre ha sido extrovertida. Quizás por eso, desde que era una adolescente, su ritmo de vida siempre fue acelerado.
Recuerda que mientras estudiaba la secundaria en las mañanas, por la tarde hacía deportes: fue nadadora y basquetbolista seleccionada que llegó a ganar medallas. De hecho, fue torerita del Barcelona, equipo del que se confiesa hincha enferma. Ya por las noches acudía al teatro a tomar sus clases de actuación y los fines de semana formaba parte de las obras.
Y es que Pamela, quien cumplió hace poco 33 años, siempre tuvo claro que lo suyo era la actuación. Así lo lleva haciendo desde hace 18 años. Una de sus últimas producciones de la que es parte, y en la que lleva dos años es ‘Puro Teatro’, que se transmite por GamaTV.
¿Cuál fue el primer personaje que interpretó y qué recuerda de él?
Nunca podría olvidarlo. Se dio en uno de los skethes de ‘Los duros del humor’, con el papel de una chica que iba a la playa con su novio y nos accidentamos y lo llamábamos a Choloman, que encarnaba Oswaldo Segura. Íbamos en el carro, él nos rescataba típico Superman, llegaba, nos salvaba y nos aconsejaba que no tomemos licor.
¿Qué tuvo que hacer para obtenerlo?
Desde los 14 años empecé a tomar cursos de actuación en La Mueca, donde tuve como profesores a Tati Interllige, Oswaldo Segura y Andrés Garzón. Como ellos trabajaban en los canales de televisión ella le dijo a Oswaldo ‘Pamela tiene mucho talento’ y me llamaron a grabar ‘Los duros del humor’, que inicialmente se transmitía en SITV con ‘Guayaquil Caliente’, y después pasó por Teleamazonas y RTS. Después ya vinieron ‘Súbete a mi taxi’ y ‘Mis adorables entenados con billete’, en el que fui una de las enamoradas de Felipe.
¿Llegó a deslumbrarse por empezar a los 15 años?
Sin duda para mí era como wuauu. Ese paso de trabajar con los mejores. A los 15 años, teníamos show en Milagro y diferentes rincones del país. Y no solo con eso sino cuando fui la modelo que hacía a la par. Pero no todo fue de maravillas, porque tuve muchos bajones, y de esas caídas aprendí a estar bien, valorar las cosas, a que pesa más tu talento y tu esencia que tu físico. Que la carrera hay que disfrutarla cada día.
De su faceta como animadora ¿que es lo que más recuerda?
Es otra de mis actividades favoritas. Cuando era muy chiquita tomaba un cepillo para peinarme y me decía frente al espejo soy Pamela Palacios... Y cumplí ese sueño al trabajar como coanimadora junto con Carla Sala, de la ‘Feria de alegría’, La lotería y en la noche presentaba Copa.
¿Qué otras producciones llegaron y qué aprendió de ellas?
Fui parte de la serie ‘Joselito’, pero no la terminé de grabar porque tuve que viajar a México con Tranzas para apoyar a mi esposo Troi.
¿Afectó en algo a su carrera la para que hizo?
Fue duro, porque faltaba una semana para que termine las grabaciones. Y aunque eso representaba estancar mi carrera en México me pude desarrollar. Fui imagen de la cadena Walkman, junto con una colombiana. Algo se logró allá, y al contrario de restar sumó mucho.
A su regreso ¿qué tan difícil se le hizo retomarla?
Al principio pensé que me iban a olvidar, pero pasó lo contrario, me llamaron para que participara en dramatizados como ‘De la vida real’ y ‘Archivos del destino’.
Es decir que a su regreso se reencontró con el género que le apasiona: el drama.
En realidad sí. Es algo contradictorio, porque mis inicios se han dado con la comedia, sin embargo me atrae mucho el drama, el representar ese dolor, la manera de sufrir, como interpretar a una madre que ha perdido su hijo y que hace lo imposible por encontrarlo.
Curiosamente, ese papel lo pudo hacer con la película ‘Cuento sin hadas’. ¿Cómo se da?
El papel de la policía, que tras perder a su hijo se convierte en prostituta por tenerlo de vuelta, llegó en un momento bastante crítico en mi vida. Cuando el director me dijo ‘he pensado en algunas actrices, Chiquinquirá Delgado y una peruana’ de la que no recuerdo el nombre, dentro de mí me decía: para qué me viene a decir a mí, sin embargo he pensado en ti pero necesito que bajes 20 libras, te vamos a pintar el cabello de negro, poner extensiones, lentes de contacto color azul.
¿Usted dijo a la primera que sí?
Sí, era una oportunidad. Mi primera película. El director me llevó a tomarme unas fotos y me dijo está la mitad del personaje, lo otro ya lo tienes que hacer tú, estudiar el libreto, bajar de peso y aprender defensa personal. Fue bastante fuerte. No había un día en un correo en que no preguntara si estaba entrenado. En la mañana trotaba, en la tarde ensayaba, y defensa personal, por la noche trotaba en el parque. Fue un training matador, Roberto Vitar y su esposa eran mis entrenadores.
Las bajé, cuando me vio me dijo el papel es tuyo.
¿Y qué pasó con las comedias...?
Después de esa experiencia volví a retomarlas con ‘Lucho Libre’, como una de las protagonistas, junto con Martín Calle, de una luchadora, con quien nuevamente trabajé cuando me propusieron ser parte de ‘Puro Teatro’, el proyecto más ambicioso de mi carrera, y en el que ya llevo dos años desde que me lo dijeron.
¿Por qué lo dice?
Porque ha abierto un campo muy amplio, tener que preparar una obra en tres días cada semana. Hacer televisión y teatro, las dos cosas a la vez, ha sido un reto grande, pero sobre todo porque he descubierto no solo un personaje sino que ya llevo 65 interpretados.
Prácticamente sus 18 años de carrera como actriz han estado marcados por el humor...
No había caído en cuenta, pero sí. Principalmente porque en el país hay más producciones cómicas que dramáticas. Un personaje humorístico lo disfrutas, te lleva a compartir con tus compañeros.
¿Cómo se considera Pamela?
Soy muy descomplicada, si algo me gusta bien y si no también. Yo soy mucho de usar jean, camisetas, soy muy amiga, ordenada, muy engreída por ser hija única.
¿Y eso qué ventajas y desventajas le ha traído a su vida?
Primero tenerla a mi mamá siempre, pero lo otro es que nunca tuve una hermana con quien llorar, contarle mis cosas y quien me alcahuetee. (Sonríe)
¿A quién o quiénes puede nombrar como los pilares fundamentales en su carrera?
Mi mamá, Troi y mi suegra, a quien recuerdo mucho, porque ella siempre se sentía orgullosa de lo que hacía.
En esta carrera, ¿qué ha sido lo más duro que ha hecho?
Rechazar una producción internacional como la serie en Costa Rica, que era la versión de ‘Amas de Casa Desesperada’. Lo tuve que hacer porque estaba comprometida con otras cosas, fortaleciendo mi familia que se habían resquebrajado.
¿Qué papel le gustaría interpretar?
Creo que ya los hice todo. Hace poco interpreté a una loca en ‘Puro Teatro’, después a una rockera. De pronto, quisiera hacer de una mujer que queda huérfana, alguien que creció sola, y que a lo largo de su vida soportó muchas cosas.
¿Sería capaz de interpretar a una lesbiana?
Sé que en la actuación no hay que ponerse límites, sin embargo aunque pudiera representarlo están mis hijos. Si estuviera soltera lo hiciera, pero ya cuando tienes hijos, y aunque para ellos no es un problema sí lo es para los demás que vivimos en una sociedad que comenta. Como personaje público estamos en el ojo de que opinen, hablen; lamentablemente nos ha tocado convivir con eso. Hay opiniones buenas y malas, que influyen y favorecen, y otras que te destruyen. Cuidaría la información que a ellos les pueda llegar. Realmente lo pensaría y lo pondría en un consenso con ellos. Así como lo he hecho con cada uno de los personajes que he interpretado.