Con el estreno a nivel mundial de Los Vengadores: Edad de Ultron, Marvel estará a un tris de remontar a Harry Potter como la mayor franquicia de películas en la historia.

Si los augurios no fallan, ‘Los Vengadores: Edad de Ultron’, podría alcanzar la friolera de mil millones de dólares en la taquilla, que representará para Marvel la tercera película en recaudar dicha suma y poniendo a la franquicia arriba de los $ 7.700 millones obtenidos por las 8 películas de Harry Potter, y también de series como El señor de los anillos, James Bond y La guerra de las galaxias.

Una vuelta de 180 grados para una empresa que, por mucho tiempo, se mantuvo muy atrás de DC Comics, su rival de las historietas de dibujos animados.

Durante 50 años, el único gran éxito de Marvel en la gran pantalla había sido  El Capitán América, serializado para el cine en la década de 1940. Mientras que DC tenía a Superman y Batman como un rico filón cinematográfico, los variados personajes de Marvel quedaban relegados a los dibujos animados que se pasaban para la televisión.

Dejando de lado personajes con más pegue cinematográfico como El hombre araña y el propio Capitán América, Marvel lanzó para el cine, en los años 80, Howard el Pato, que fue un rotundo fracaso.

‘Todo el mundo estaba considerando hacer películas de Marvel, pero los presupuestos eran demasiado altos’, dice Sean Howe, autor de Marvel Comics: The Untold Story. “Ciertamente, antes de Terminator 2, no había la tecnología para hacer algo de una manera convincente”, asegura Howe.

Pero cuando la tecnología para poner a andar sus personajes estuvo lista, la compañía estaba casi en la quiebra.

El mercado del cómic había colapsado en 1993, debido a un exceso de oferta de malos títulos y una crisis de confianza entre los coleccionistas. Las ventas cayeron en 70% y Marvel quedó muy endeudado. La empresa se salvó gracias a una fusión con la compañía de juguetes ToyBiz, cuyo jefe, Avi Arad, fue nombrado presidente de la división cinematográfica de Marvel.

La primera decisión de Arad fue que la compañía haga sus guiones, contrate sus propios directores y negocie con las estrellas y luego venda todo el paquete a los grandes estudios. La estrategia le funcionó, porque la Fox compró los X-Men, Sony adquirió al Hombre Araña y New Line hizo la trilogía Blade.

Lo siguiente fue hacerse de un estudio. Iron Man, primer filme que Marvel produjo por su cuenta, gustó al público y a la crítica por igual, interpretado por Robert Downey Jr., como el irreverente Tony Stark, un viento fresco frente al Batman taciturno de Christian Bale, convirtiéndose en el punto de partida para el Universo Cinematográfico de Marvel. (I)