Publicidad

Ecuador, 30 de Abril de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
+593 98 777 7778
El Telégrafo

Publicidad

Comparte

Marlon Brando, polémico aún después de muerto (Video)

-

Esta semana se recordó una década de la muerte de Marlon Brando (80 años), considerado el mejor actor de la historia, pero también protagonista de una turbulenta y trágica vida personal.
Brando, el eterno rebelde de talento prodigioso que transformó la actuación para siempre, falleció en el centro médico de UCLA (Universidad de California en Los Ángeles) a causa de una fibrosis pulmonar.

Solitario y celoso de su intimidad hasta extremos insospechados, a su funeral asistieron íntimos amigos como Jack Nicholson, Warren Beatty, Sean Penn, y sus cenizas fueron esparcidas entre las aguas de Tahití -donde poseía el atolón de Tetiaroa, del que se enamoró rodando ‘Mutiny on the Bounty’ (1962)- y las dunas de Death Valley, en California.

La última vez que Brando abandonó la tranquilidad de su hogar fue para visitar el rancho de Neverland, donde disfrutaba de la amistad de Michael Jackson. Para entonces su oronda y deteriorada figura -había engordado 40 kilos- requería de un tanque de oxígeno y obligaba a su débil corazón a pender de un hilo.

Sus últimas actuaciones apenas dejaban entrever a aquel doble ganador del Óscar (’On the Waterfront’, 1954, y ‘The Godfather’, 1972) que hizo del “método” su forma de vida y que protagonizó obras para el recuerdo como ‘A Streetcar Named Desire’ (1951), ‘Viva Zapata!’ (1952), ‘Julius Caesar’ (1953), ‘Sayonara’ (1957), ‘Last Tango in Paris’ (1972) y ‘A Dry White Season’ (1989).

Por todas ellas fue nominado a los premios de la Academia.

Hablar de Brando es hablar de un antes y un después en la historia del cine. Todas las estrellas posteriores bebieron de él, de James Dean a Paul Newman, de Robert De Niro a Sean Penn, de Al Pacino a Gene Hackman. Su legado es tal que no hay intérprete que no tome a Brando como referente.

El cine, con él, abrazó el riesgo. La inmersión en la psicología del personaje hasta el sufrimiento, abandonando técnicas más tradicionales y convirtiéndose en paradigma del método Stanislavski, donde se inculcaba la exploración de los sentimientos propios para ofrecer una interpretación real.

Tanto que Brando no actuaba, sino que era. Pocos iconos del cine unieron de esa forma talento, belleza y físico privilegiado. Eso sí, un talento forjado en el dolor de una infancia dura que resistió al desapego y abusos de sus padres alcohólicos.

El “método” le permitió canalizar esas desgracias y no tener miedo a mostrar la ira, la sensibilidad o la naturalidad que le convirtieron en un rostro tan carismático como temido por sus compañeros de reparto.

Uno de ellos, Frank Sinatra, le bautizó como “mumbles” (murmullos) por su manera de entonar los diálogos.

Pero Brando nunca quiso la fama. Aborrecía la popularidad y todo lo relacionado con los medios de comunicación, una situación que se hizo inaguantable cuando tuvo que lidiar con el escándalo como el ingreso en prisión de su hijo Christian por asesinar al novio de su hermanastra Cheyenne, o el suicidio de esta años después.

El juicio de su hijo le dejó en una situación económica muy precaria, ya que también debía hacerse cargo de la manutención de los tres vástagos que tuvo con su asistenta Christina Ruiz. Brando procreó seis hijos más de mujeres no identificadas, y otros siete reconocidos.

Su primera mujer fue Anna Kashfi. Después le siguió la actriz Movita Castaneda y finalmente la nativa de Bora Bora Tarita Teriipia. Entre ellas, incontables romances y relaciones fallidas para un genio que dedicó parte de sus esfuerzos fuera de la gran pantalla a ayudar a minorías, especialmente a los indios americanos.

De ahí que rechazó su Oscar por ‘The Godfather’ y enviase a recogerlo a una activista descendiente de indios americanos, Sacheen Littlefeather, que pronunció, entre aplausos y abucheos del público, un discurso de Brando crítico con la industria por su manera de reflejar en el cine a esa población.

Diez años después de su muerte, Brando sigue siendo sinónimo de valentía y escándalo. Para nadie es un secreto que Marlon Brando fue uno de los más grandes símbolos sexuales del cine en el mundo y que mantuvo romances con conocidas figuras del espectáculo.

Sin embargo, una nueva biografía sobre el actor revela detalles de esas relaciones, incluyendo sus aventuras homosexuales y el rechazo a algunas de sus más famosas colegas.

‘Brando’s Smile’, es el nombre de la publicación escrita por la profesora de la Universidad de Boston, Susan L. Mizruchi, que salió el pasado martes.

“Brando mantuvo relaciones con algunas de las mujeres más codiciadas del mundo. Desde actrices como Marilyn Monroe, Marlene Dietrich y Grace Kelly, hasta la ex primera dama Jackie Kennedy, viuda de John F. Kennedy”, detalló la autora.

Según Mizruchi, ante un posible affaire con la italiana Sophia Loren, Brando desistió de la opción porque “su aliento era peor que el de un dinosaurio”. A Elizabeth Taylor, en tanto, la habría rechazado porque “su trasero era demasiado chico”.

En la nueva publicación también se dan detalles de sus “varias experiencias homosexuales”, hecho que el propio actor reconoció en 1976. Cary Grant, Rock Hudson, James Dean y Laurence Olivier son algunos de los colegas con los que Brando se relacionó sentimentalmente.

Según el sitio web “no es que fuera gay, sino que tenía un apetito sexual descontrolado, que lo llevaba a probar todo tipo de experiencias. Estar con cuatro o cinco mujeres al mismo tiempo se había vuelto algo común en determinado momento de su vida”.

La autora de la biografía agregó que Brando confesó que su relación con el sexo era como una adicción. “Le quitaba gran parte de su tiempo. Él quería desesperadamente dar placer a las mujeres, despertar su pasión”, afirmó Mizruchi.

“Quería ser amado y deseado por las mujeres. Pero terminaba rompiendo sus corazones, porque no podía ser fiel”, agregó la escritora.

Obsesión por los gatos

En la escena inicial de la película ‘El Padrino’, se puede ver como el personaje, interpretado por Marlon Brando, acaricia a un gato que sostiene en su regazo mientras mantiene una reunión durante la celebración de la boda de su hija. El gato en cuestión era un animal callejero que Francis Ford Coppola, director y guionista de la película, se encontró mientras paseaba por los estudios de la Paramount. La escena no incluía en principio al gato, pero Coppola se lo dio a Brando para ver qué tal quedaría el resultado.

Terminó siendo uno de los iconos de la película, aunque tuvieron que doblar parte de los diálogos debido al ronroneo del animal.

Excentricidades

Le ofrecieron volver a interpretar a Corleone en ‘El Padrino II’ y Jor El en ‘Superman II’. Sin embargo, rechazó ambos, ya que su creencia era que luego de terminar un papel, debía alejarse de este para siempre. Esto a pesar de las altas cifras ofrecidas: Hasta tres veces que cualquiera de sus compañeros de elenco.

Solía usar tarjetas para leer sus parlamentos durante la filmación de sus películas, ya que se rehusaba a memorizar sus parlamentos. Por ejemplo, sus líneas estaban escritas en el pañal del bebé Kal-El en ‘Superman’.

No le gustaba firmar autógrafos para los coleccionistas. Debido a esto, su propio autógrafo llegó a ser tan valioso que muchos cheques que escribió fueron sin cobrar, ya que su firma en ellos valía más que el valor del cheque en sí.

Publicidad Externa

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media