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Mario Francisco rescata la música autóctona
Hace dos años, Mario Francisco salió de su natal Riobamba, provincia de Chimborazo, con el sueño de convertirse en una estrella de la música popular. Anhelo que lo palpó un año después en la ciudad de Guayaquil.
Sin embargo, sus inicios no fueron nada fácil. Al igual que otros artistas no contó con el apoyo de sus padres, por lo que tuvo que “comerse la camisa” para ganarse un espacio en este mercado.
“Me gustaba escuchar temas clásicos de artistas nacionales, a los cuales -desde pequeño- imitaba su forma de cantar y bailar”, manifestó.
El cantante, conocido por sus fans como el “Rebelde de Latinoamérica”, presenta su nuevo disco que cuenta con 14 temas inéditos en idioma español y quichua.
De este material discográfico destacan “Recuerda de tu pasado”, “Carnaval 2014”, “Sumac Wuarmi”, “Porque me engañaste”, “Imanishpatac Saquirircangui”, “Quiero ser sincero”, “Soltera manacho pinganan”, “Pitito corales carnaval”, “Me dices que te vas”, “Kan mana nicpi mana rogashacho”, “Kuyashca Laurita”, “Kanta Kuyacurcani”, “Si se marchó” y “Kongarisha Yugashpa ladoyangui”.
Según Mario, en estos temas se reflejan varias situaciones cotidianas que viven tanto hombres como mujeres, como los cachos, la mentira y desilusión.
Entre sus referentes artísticos mencionó a Gerardo Morán, Jaime Enrique Aymara, Byron Caicedo, Ángel Guaraca, Jenny Rosero, entre otros músicos del género popular que se han consolidado en el país. Aunque se considera un artista ciento por ciento ecuatoriano y que fusiona ritmos andinos para rescatar lo autóctono, también está a la vanguardia pues en su vestimenta utiliza ciertos accesorios góticos en los que se lee la palabra “Metálica” -en alusión- al grupo estadounidense de thrash metal.
En su tres años de carrera musical ha recorrido varios lugares de país tales como Ambato, Guano, Naranjito y Guayaquil. Este año quiere proyectarse a otras urbes de la Costa, Sierra y Oriente, para más adelante internacionalizarse con su música.
Añadió que -hasta hoy- no ha tenido reproche alguno por su forma de hablar y vestir. “En la música no hay discriminación, creo que eso se logró gracias a músicos como Delfín Quispe y Ángel Guaraca”, puntualizó.
Recordó que en sus inicios sus padres no lo apoyaban en su carrera pues se preguntaban cómo se iba a sustentar económicamente en el futuro.
“La verdad no me preocupaba de eso, porque la música es mi pasión. Además, combino mi carrera artística con un trabajo familiar que es la venta mayoristas de productos lácteos.