Publicidad
Madonna abre gira en Rusia con apoyo a grupo Pussy Riot y homosexuales
Varias organizaciones nacionalistas y religiosas han convocado acciones de repulsa y demandado a las autoridades rusas que suspendan las actuaciones de la cantante estadounidense, Madonna, quien tiene previsto presentarse este martes en Moscú y el jueves en San Petersburgo, en el marco de su gira MDNA.
Ello, luego de que la artista pidiera la libertad del grupo punk Pussy Riot y saliera en defensa de los derechos de los homosexuales.
"Los sacrílegos y propagandistas de la sodomía no tienen sitio en Rusia", aseguró Kiril Frolov, jefe de la Corporación de Acción Ortodoxa.
Algunos ortodoxos radicales adelantaron que quemarán públicamente una foto de Madonna como señal del "futuro castigo divino" y "advertencia de los suplicios que le esperan en el más allá".
Otros acudirán a las inmediaciones del pabellón olímpico en el que tendrá lugar el concierto para persuadir a los seguidores de la cantante de que ésta es "una sacrílega que profana la cruz" durante sus actuaciones.
A su llegada a Rusia, la artista estadounidense inauguró un nuevo gimnasio de su cadena Hard Candy Fitness y salió en defensa de las tres integrantes de Pussy Riot que son juzgadas por cantar contra el presidente, Vladimir Putin, en el altar de una catedral.
Madonna se manifestó en contra de la censura y aseguró que sería una "tragedia" que las tres componentes de Pussy Riot fueran condenadas a una pena de cárcel.
Los abogados de las procesadas esperan que la cantante exprese públicamente su apoyo durante el concierto, como ya hicieron recientemente en la capital rusa los Red Hot Chilli Peppers.
La llegada de Madonna a Rusia coincide con las denuncias de la Iglesia Ortodoxa Rusa de que es víctima de una campaña anticlerical, mientras la oposición acusa al Patriarca, Kiril, de tomar partido en favor de Putin en las elecciones presidenciales.
También se espera que Madonna, una abanderada de las libertades de las minorías sexuales, haga una encendida defensa de los homosexuales rusos, a los que las autoridades prohíben celebrar marchas de orgullo gay.
La artista ya protagonizó un gran escándalo la primera vez que actuó en tierras rusas en 2006 en el marco de su gira mundial "Confessions", debido a las críticas vertidas por los integristas ortodoxos contra la diva del pop.
El momento en el que la cantante aparecía colgada de una cruz con una corona de espinas en la cabeza es el que más escandalizó a los fieles ortodoxos rusos, que pidieron al Patriarca ortodoxo que excomulgara a los organizadores.