“No estaba muerto, andaba de parranda”. Así reza un popular dicho que le viene bien a Luis Miguel en estos días, después de que la prensa mexicana y española diera por terminada su carrera musical y afirmara que vive aislado de la gente, sumergido en el alcohol y las drogas.

Esta semana, el ídolo mexicano reapareció acompañado de Kristine, su novia belga, cuando salía de un restaurante lujoso de Beverly Hills. En la instantánea luce sonriente y con varias libras menos.

La foto no tardó en convertirse en tendencia a través de las redes sociales y Luis Miguel, otra vez, vuelve a llamar la atención de sus seguidores y de quienes lo han criticado, especialmente por su forma de ser.

Con más de 100 millones de discos vendidos en 35 años de carrera, Luis Miguel es considerado el artista latinoamericano más grande de todos los tiempos.

Fue el primer adolescente en la historia del Grammy en ganar un gramófono. Lo llaman el Frank Sinatra latino en Estados Unidos, tiene el récord de haber cantado 30 noches consecutivas en un mismo escenario y no hay premio de envergadura mundial que no haya conseguido, sumado a los otros tantos inéditos que ha recogido.

El más reciente fue la Gaviota de Platino, premio nunca otorgado a otro artista en la historia del festival de Viña del Mar.

Así fue el inicio de su celebración por sus 30 años de carrera por más de 20 países, incluyendo Ecuador, en donde reunió a más de 32 000 espectadores.

Billboard lo ubicó en el tercer lugar de las giras más exitosas del año, hazaña que repitió en 2014 con ‘The Hits Tour’, con la que recorrió España, Sudamérica, México y Estados Unidos, siendo la más taquillera de ese año con 220 fechas totalmente abarrotadas, según la misma revista.

Tras esos éxitos, el artista se tomó un descanso y el ‘infierno comenzó’ cuando sus apariciones públicas fueron menos frecuentes.

En las redes sociales se especuló sobre su estado de salud e incluso fue tendencia en tres ocasiones por su supuesta muerte.

Luis Miguel reapareció con una serie de conciertos en medio de una gran expectativa.  Rompió récords en tiempo de venta de un boleto y cuando subió al escenario sus evidentes libras de más dieron de qué hablar y no solo en las redes. La cadena Fox Sport de Argentina, de hecho, le dedicó un programa entero.

En noviembre del año pasado, Luis Miguel suspendió dos de sus conciertos, pocos minutos después de haberlos iniciado en el Auditorio Nacional, ante el descontento generalizado y gritos de “¡Fraude, fraude!”. Una voz en off explicó que el abandono del intérprete de ‘La barca’, se debió a los cambios bruscos de temperatura en sus últimas presentaciones. Lo mismo ocurrió con otras fechas. Medios mexicanos alertaron sobre la supuesta adicción al alcohol del artista.  

La oficina de prensa del cantante desmintió los rumores y aseguró que sufre de tinnitus, fenómeno  que consiste en oír sonidos o golpes  en el oído, sin que procedan de ninguna fuente externa.

“Es una situación complicada. Tienen que comprender que yo empecé a la edad de nueve años en esta carrera: con la música, los decibelios, los conciertos. Son más de 30 años expuesto a sonidos muy fuertes”, explicó el propio Luis Miguel al Clarín de Argentina.

Desde entonces ha estado aislado y su presencia en los medios ha sido escasa, hasta la semana pasada cuando la edición mexicana de Vanity Fair y el diario El País de España aseveraron que el cantante está sumergido en el alcohol.

Supuesta caída de su carrera

José Quintana, quien dirigió la compañía productora de discos Warner en México, sello disquero que alguna vez fue del artista, considera que el fracaso de Luis Miguel empezó a gestarse cuando se convirtió en su propio productor.

Arturo Velasco, productor de uno de los primeros conciertos del llamado ‘Sol’, asegura que “algo anda mal” en la vida del intérprete de ‘Sueña’ y que “a todos sus amigos los ha sacado de su vida” y por lo que vive sin afectos. El cantante, nacido en Puerto Rico, apareció estos días y se dejó fotografiar, algo que sus fanáticos y seguidores han visto placenteramente, callando a la prensa.

La periodista venezolana de espectáculos, Marina Mendizábal, asegura que artistas como Luis Miguel siempre van a ser objeto de especulaciones, especialmente porque  han conseguido todos los logros.

“Hay que recordar que lo que él ha hecho no lo ha hecho nadie y tiene la fanaticada más fiel que ya quisieran otros”, dijo la cronista  consultada por EL TELÉGRAFO.

Artista sin línea de tiempo

Quintana asegura -además- que desde 2006 Luis Miguel no ha sacado éxito alguno. Sin embargo, ese año lanzó el disco Navidades, que se ubicó entre los más vendidos del año en Estados Unidos. En 2008 lanzó Cómplices, que incluye temas como  ‘Ay, cariño’ y ‘Amor de hecho’.

Este material debutó en la décima posición del ranking Billboard y en la primera semana de ventas registró cerca de medio millón de copias vendidas, el más alto de un álbum español en la historia.

En 2010 lanzó el álbum homónimo y con tan solo 3 días de salir a la venta alcanzó la certificación de Cuádruple Disco de Platino en México, además de Disco de Platino en Argentina, Chile y Estados Unidos.

Desde entonces, Luis Miguel no ha grabado y se ha dedicado de lleno a sus giras promocionales.

La periodista de espectáculos argentina, Eugenia Cabral, explica que en la actualidad un artista clásico como el mexicano “no necesita de un hit de moda para ser exitoso” y que  los cantantes no obtienen réditos de los discos “sino fundamentalmente de los conciertos”.

Lamenta que la industria haya cambiado y que queden pocos intérpretes como el mexicano. “Tal parece que cantarle al romanticismo pasó a la historia”, agrega, mientras asegura que desde que empezó su carrera, este artista ha mantenido una línea innovadora y no se ha dejado llevar por modas.

De hecho, Luis Miguel es un “referente a seguir por sus pares”, como David Bisbal, quien al  empezar su carrera dijo que su sueño era ser como él.

Sobre las críticas y el supuesto autoexilio del intérprete, Cabral explica que “todo artista debe tener su espacio para descansar y recuperarse el tiempo que considere necesario porque son personas como cualquier otra”, algo que en ocasiones la prensa no entiende. (I)