Publicidad

Ecuador, 17 de Junio de 2025
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
+593 98 777 7778
El Telégrafo
Ecuado TV
Pública FM
Ecuado TV
Pública FM

Publicidad

Comparte

La noche en que Nelly cantó con Leo Dan y otras mujeres

A Nelly Cumbe de Ortiz le gusta la música de Leo Dan desde que tenía 11 años. Y aquella pasión se la transmitió a sus tres hijas. La mayor ya se casó, pero Gabriela es una de las solteras que la acompaña a los conciertos.

Y claro, como buena ‘fan’ del  cantautor argentino, Nelly soñaba con tomarse alguna foto con su ídolo. Por eso la veinteañera Gabriela compró las entradas de primera fila para ir al show “Recordar es volver a vivir”, en el que cantaron Leo Dan, su compatriota Tormenta, Claudia de Colombia y los peruanos Pasteles Verdes, en el Centro de Convenciones Simón Bolívar.

Madre e hija llegaron pasadas las siete de la noche con aquellos tiques que habían adquirido en 95 dólares cada uno. Nelly cojeaba un poco al caminar, pues un golpe la obligaba a usar una venda en su rodilla derecha. Eso no le importó. Su sueño estaba por cumplirse. Tenía la certeza.

Dentro del recinto Nelly, quien ya tiene 57 años de edad, se acercaba a cuanto guardia se le cruzaba en el camino para pedirle que la deje pasar a los camerinos. Allí permanecía Leo Dan, mientras Tormenta cantaba. La intención de Nelly era colarse para tomarse una foto con sus artistas preferidos, con la camarita Lumix que llevaba en sus manos, pero la respuesta de los guardias siempre fue: “no”.

A las nueve en punto de la noche, Tormenta apareció en la tarima con un vestido azul de discretas lentejuelas. Sin rodeos inició su concierto con ‘Adiós chico de mi barrio’, aquella canción con la que ganó notoriedad en 1971. Ya no es la muchacha delgadita de rizos largos. Durante 41 años ha ganado volumen corporal y, por supuesto, mayor desenvolvimiento escénico, y conserva intacta la  voz.

La argentina nacida el 15 de diciembre de hace 59 años comparte sus orígenes con sus seguidores, algunos con cabellos escarchados y otros tan jóvenes y lozanos. Se preocupa tanto por su gente que pide a los técnicos que apaguen un reflector porque les encandila el rostro. Y luego solicita que arreglen uno de los parlantes porque el ‘feedback’ la interrumpe.

Liliana Maturano (su nombre real) ofrece todo su repertorio clásico. Ahí no faltan ‘Llora, llora corazón’, ni ‘Brindo por ti y por mí’ (que la repitió al final) o ‘Perdóname’.

Es hincha confesa de Racing de Avellaneda y bromea hasta con los músicos y no para de revelar detalles de su vida al público.

-¿Saben por qué mi nombre artístico es Tormenta? Sucede que a los 15 años era muy rebelde, hippie, de minifaldas y entonces el directivo de la primera disquera que me contrató me dijo que soy como una “tormenta”, pero tengo buen carácter. ¿Verdad chicos?- se dirige hacia sus músicos.

-Sí, patrona- le responden.

19-5-12-espect-tormentaTormenta pidió una escalera para bajar del escenario, pero como no hubo, se dio la vuelta por los camerinos y se mezcló con la gente que aprovechaba para tomarse fotos con ella.

Aún faltaban ‘Lágrimas por tu recuerdo’, ‘Promesas son promesas’ y ‘Por ese amor’. A las diez de la noche fue el turno para Leo Dan. La euforia invadió a Nelly, su acérrima fan. El argentino, que el 22 de marzo pasado cumplió 70 años, inició su recorrido por el pasado con ‘Te he prometido’ y ‘Estelita’.

Su pinta de tipo calvo con protuberante vientre distaba mucho del muchacho de copete y figura atlética que enamoraba a las chiquillas en la década del 60. Pero aún así su voz también era la misma de esa época, al igual que su sentido del humor.

-La crisis, la crisis dicen algunos. Antes yo tocaba hasta con 30 músicos y ahora miren- dirige su mirada hacia las dos coristas, un tecladista, bajista, baterista y guitarrista que lo acompañaron.

A Leo Dan se le ocurrió aumentar su número de coristas. Y subieron cuatro de sus fans, entre ellas Nelly. El cuarteto lo completaron Griselda Ramos, Mercedes Quijano y Lesly Jiménez, quien había llegado de Houston, Texas.

Juntas entonaron ‘Cómo te extraño’. Se tomaron fotos para el Facebook, decían ellas, y se sintieron sus amigas de toda la vida. La aventura era de ellas y de nadie más. Leo Dan continuó con ‘Se que te amaré’. Llamó a los varones para que no se queden con ‘la pica’. Ellos también cantaron en el escenario con el oriundo de Santiago del Estero.

Eran Marcelo Astudillo, David Ludeña y César Rodríguez, que venía de Nueva York. Con tonos distintos se turnaron los estribillos de ‘Libre solterito y sin nadie’.

Ninguno se conocía entre sí, pero parecían panas de bohemia. El intérprete de ‘Cómo poder saber si te amo’ no oculta su fe cristiana. Y refiere que Jesucristo es el camino y la verdad, que nadie viene al Padre si no es por el Hijo (basado en el versículo Juan 16:6). Fue el preámbulo para la canción ‘Por un caminito’.

Incluso instó al público a que se levantara, cerrara sus ojos y pidiera perdón a Dios por sus pecados. Oró por sus fans con un “Jesús bendice a todos los que vinieron esta noche”, mientras cantaba ‘Pídeme la luna’.

Eran las once de la noche y Claudia de Colombia se preparaba para su intervención, mientras que Los Pasteles Verdes recién llegaban al recinto.

La colombiana repasó ‘Gracias mi amor’, ‘Anhelos’, ‘El cóndor’ y otras, aunque omitió ‘Paraíso’, ‘Hoy daría yo la vida’ o ‘Tu me haces falta’. Los Pasteles Verdes cerraron el concierto con ‘Quiero recordar esta noche’, ‘El reloj’, ‘Hipocresía’ y otras pasadas la medianoche.

A esa hora Nelly Cumbe de Ortiz recién asimilaba que había cantado con su Leo Dan. Apenas salió del recinto, volvió a su realidad como una madre común, aunque muy feliz por “cumplir su sueño” con la complicidad de su hija Gabriela.

Publicidad Externa

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Social media