Cuando suenan los primeros segundos de la canción ‘Gente grande’ se percibe una fusión de vallenato con pop en la escuela de música ‘Music and Arts’, ubicada en Urdesa. De hecho, es un pop caribeño del músico y compositor guayaquileño Kléber Xavier Chóez Martillo, más conocido como Kléber Alejandro.

“Papá nació en el campo más hermoso junto a esa gran montaña que hasta hoy yo puedo ver. Mi mamá junto al río de esperanza, las estrellas que no alcanzan en el cielo a aparecer. Se va tejiendo un gran corazón cargado de esta tierra y su dolor. Él deja su caballo y ella su flor tratando de buscar un día mejor...”, y así sigue sonando el tema mientras va disminuyendo el volumen de los parlantes del local y Kléber se alista en su escritorio, un sitio donde se encuentra rodeado de objetos que le han regalado o que él ha comprado a lo largo de sus 38 años y que están relacionados a los Beatles o al Chavo del Ocho.

Con el rostro y la actitud afable, Kléber Alejandro explicó que su nuevo tema tiene un estilo muy semejante al del colombiano Fonseca, donde la letra refleja más optimismo que las canciones anteriores del artista. Antes hacía pop rock o baladas con un sentido social.

Este nuevo sencillo fue un encargo que le pidió un canal de televisión para su segmento ‘Vidas que inspiran’. Aunque originalmente Chóez lo compuso como balada, este terminó convirtiéndose en algo alegre.

“La canción es la historia de mis padres, de mis abuelos, de mi familia en general, pero también de las personas que luchan cada día para cambiar sus vidas, para llegar a ser algo mejor”, indicó el músico.

“La trama del sencillo en parte me recuerda a mi padre que era coronel de la Comisión Nacional de Tránsito, y aunque era un poco frío con nosotros, siempre se esforzó para darnos un mejor futuro. Cuando lo grabé, se lo hice escuchar y me sorprendió que rompiera en llanto al reconocerse en ella”, expresó Kléber.

El artista manifestó que desde niño se ha visto vinculado con la música. Recordó que en una ocasión a su hermana mayor le regalaron un piano eléctrico, pero que ella ni le prestaba mucha atención, por lo que se la cogió, además siempre él andaba con una grabadora de arriba abajo cantando.

A los 11 años, Kléber Chóez ya participaba en el coro de la escuela, y a los 13 su abuelo -quien ya es fallecido- le regaló su primera guitarra que aún conserva en casa. Empezó a curiosear y a tratar de tocarla. Fue ahí que se dio cuenta que lo de él era la música.

Durante su adolescencia -a los 15 años aproximadamente- tuvo la oportunidad de pertenecer al grupo musical de la iglesia evangélica donde asistía. Con el pasar del tiempo el amor por la música lo convirtió en director de alabanza.

Cuando Kléber recordó esa etapa puso una mirada nostálgica y una sonrisa de “aquellos buenos tiempos”.

Es en ese momento -según él- que nace el maestro, el de la vocación por enseñar, porque indicó que para serlo hay que sentir y vivir la música. Ese periodo dentro de la música cristiana fue de 7 años. Ahí e Kléber Alejandro perteneció a una agrupación de pop rock denominada Freedom.

Después de esto el artista decidió hacer el cruce de la música cristiana a la secular.

“Uno de mis anhelos de cuando era joven y aún estaba en el grupo de la iglesia fue siempre llevar este tipo de música al área secular, al “mundo” como decíamos, pero cuando no se tiene mucha experiencia en la vida no se sabe lo que le espera, y digamos que me estrellé, como todo joven con una ilusión”, narró Kléber.

El cantante agregó que con el tiempo decidió abrir su propia academia musical, a la que denominó ‘Music and Arts’, para aplicar lo que había aprendido durante su adolescencia y transmitirle a las nuevas generaciones, a niños y adolescentes que quisieran conocer e iniciarse en esta profesión.

Entre las instituciones donde Kléber Alejandro se ha desempeñado como docente están el Tecnológico Latinoamericano de Expresiones Artísticas (LEXA) de la fotógrafa Chantal Fontaine, en la academia Danzas Jazz, y en varios Centros Integrales del Buen Vivir (CIBVs).

Es en 2005 que la banda de pop rock guayaquileña Van Mozart escuchó a Kléber y lo contactaron para que fuera su vocalista.

Con él, Van Mozart lanzó el tema ‘Mi país’ en 2006, que sirvió para la campaña de ‘Niño Esperanza’, de la Unicef, y estuvo con el grupo hasta el 2008 cuando decidió dedicarse a la música como solista.

Kléber Alejandro señaló que su inspiración viene principalmente de su familia, de sus amigos, e incluso de sus fracasos y de la gente nociva. De hecho, tan importante es su núcleo personal, que su nombre artístico se lo debe a su segundo vástago.

“Mi hijo nació cuando recién empezaba mi carrera musical secular, lo nombramos Alejandro, así que me pareció buena idea honrarlo y a esa nueva etapa de mi vida utilizando su nombre junto al mío, y así quedó Kléber Alejandro”, explicó el artista.

Actualmente trabaja en dos nuevas canciones con dos artistas locales, pero como productor, además de la promoción de ‘Gente grande’.

Uno de ellos es el ‘Carlos Vives’, de la segunda temporada del reality ‘Yo me llamo Ecuador’ que se transmite por Teleamazonas, y a Paola Campozano. También se encuentra en los preparativos para producir un nuevo tema inédito.

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