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Jesús Fichamba celebra 45 años de carrera

Era un aficionado del boxeo, pero un accidente lo apartó de esa actividad. Por paradójico que parezca, es esa misma desgracia la que catapulta a Jesús Fichamba a la música. Fue justo meses después del accidente, un día en que dos agentes que ignoraban ese detalle de su actividad en el ring lo fueron a buscar para competir bajo apuesta. Esa fue su última pelea y su primera cantada en público, pues justo después de la competencia alguien lo invitó a interpretar un par de boleros en el cuadrante.

El resto es cuento. Viajó de su natal Imbabura a Guayaquil a representar a su tierra en un festival. Ganó 500 sucres. Su primer premio gordo, pero nada en comparación con el que se le vendría en 1985, cuando nace la leyenda del artista que le regaló a Ecuador un segundo lugar en el Festival OTI de la Canción, por el tema ‘La Pinta, la Niña y la Santa María’.

Actualmente vive en España. Allá hasta tiene un cyber, pero admite que ya se siente cansado, así que regresará definitivamente al país, posiblemente para emprender algún negocio en la Sierra. Algo que tenga que ver con comida, porque le gusta mucho la cocina.

Son 45 años de vida artística y 66 vueltas de existencia. En una entrevista habla sobre lo que significó para él ese premio y algunos aspectos del presente. Jesús Fichamba es claro cuando resume su historia: Dios ha sido muy bueno conmigo.

Su nombre quedó inmortalizado en la historia debido a esa gran representación que tuvo en España. ¿Qué ocurrió después con usted en el ámbito artístico?

Ese evento fue un trampolín para mí. He viajado por los cinco continentes llevando mi música. Ahora con más experiencia y responsabilidad. Por supuesto, los años no pasan en vano, pero tengo el privilegio de cantar en el mismo tono. Estoy muy bien.

¿Alguna dificultad en el camino?

Aquí se presentó algún tropiezo… pero afuera para mí fue excelente. Allá no decían: es indio, es patucho, es feo… simplemente: es Jesús Fichamba, de Ecuador.

¿Tiene producciones recientes?

Nueve temas grabados inéditos. Son baladas. Una de ellas es ‘Como tú’, donde habla del amor. Dice: (canta) Yo también he estado triste como tú, solitario como tú y he sufrido como tú… o más que tú… Es de Alejandro Jaén. Me gusta mucho la música social…

En una entrevista asegura que se prepara para participar este año en Viña del Mar. ¿En qué quedó eso?

Envié los requisitos, pero después no me interesó porque tenía que resolver un asunto personal pendiente.

Señaló también que desea realizar el primer encuentro de la cultura indígena con la afroecuatoriana y la mestiza. ¿Cómo va ese proyecto y cuál es la intención?

Estoy por finiquitar un tour a nivel nacional con diez o quince actuaciones musicales. Será un concierto con los mejores exponentes de las dos culturas.

¿Hay nombres elegidos para este espectáculo?

El Negrito de la Salsa (Édgar Gonzalón) es uno  seguro. Lo escuchan mucho en Europa. Estaba de gira por Roma y pude oírlo. Me impactó bastante.

-‘La Pinta, la Niña y la Santa María’ es una canción que satiriza el descubrimiento de América y exhorta al recuerdo del maltrato que sufrieron nuestros indígenas cuando arribaron los españoles. El hecho de que Fichamba la haya interpretado en España, era ya un punto controversial, inaudito, sorpresivo…

Para lograr el éxito que se obtuvo en el OTI debió prepararse arduamente, ¿considera que fue ese esfuerzo en ensayos lo que le adjudicó este premio, o cree más bien que fue la temática mediática por los 500 años del Descubrimiento de América?

Diría que ambas cosas. Si hubiera sido solo por esa fecha histórica se desmerecería el esfuerzo que hizo el equipo con el que viajé: mi mánager Pablo Salame, una escritura muy bien hecha de Luis Padilla y los arreglos magistrales de Gustavo Pacheco.

¿Qué significó para usted, siendo de origen indígena, interpretar este tema tan fuerte emocionalmente?

El indígena hoy en día ha dado pasos muy grandes en la sociedad ecuatoriana. Hay buenos profesionales, excelentes artesanos, grandes comerciantes… Fue una gran oportunidad para también ser parte de ese grupo de representantes y codearme entre grandes de otras razas. Me prepararon y todos en Ecuador me brindaron su calor, eso fue muy importante para mí.

¿Cuáles fueron las circunstancias previas al concierto?

El primer día que ensayamos de forma general, en Europa, mi canción impactó. Tanto así que al día siguiente los titulares en los periódicos más importantes de allá eran frases como ‘Un aborigen diminuto ha venido con un chorro de voz’, ‘Ecuatoriano es virtual ganador del festival OTI…
-El primer lugar, no obstante, fue entregado a Eugenia León, una mexicana cuyo país atravesaba un momento difícil debido a un terremoto que había sacudido ese territorio dos días antes del festival.

¿Por qué cree entonces que el premio se lo dieron a la mexicana?

Es que afuera el Ecuador no tuvo peso. Imagínate que Chile tuvo a 30 personas en su delegación. Nosotros éramos 4. Eso también influyó mucho.

Se habló mucho del abrazo que le dio la ganadora…

Era muy difícil para ella. Le di mucho ánimo. Imagínate que antes de participar había quedado de acuerdo con la delegación de que si hubiera llegado a ganar el festival le cederíamos el premio a México por el dolor que atravesaba ese país, pero no ocurrió aquello.

-‘La Pinta, la Niña y la Santa María’ también fue noticia hace unos años, cuando el compositor Luis Padilla y el músico Gustavo Pacheco debatían sobre la autoría de la canción.

¿Qué opina de la riña legal entre Pacheco y Padilla?

(Ríe) Hombre, no sé… Les conocí a ellos el mismo año 85… Lo único que te puedo decir es que cuando yo escuché en una radio de un taxi que la canción clasificaba al OTI el locutor dijo: ‘La Pinta, la Niña y la Santa María’, de Luis Padilla. Creo que es suficiente.

¿Qué es lo más gratificante que recoge de estos 45 años de trayectoria?

El cariño que me ha dado el pueblo ecuatoriano, el que todavía recuerden a este viejo…

-Se le corta la voz. Surge el Fichamba sensible que se había ocultado en toda la entrevista. Le conmueve el que su nombre aún esté vigente, que su canción aún se entone en las gargantas de su pueblo, que las nuevas generaciones hayan oído de él. “Me quieren mucho”, dice casi sollozando.
Sí que lo quieren. Este 6 de julio, a las 20:00, recibirá un homenaje en el Teatro Centro Cívico. Participarán colegas como Juanita Córdova, Terry Álvarez, César Augusto y Sanyi. Él también actuará, con orquesta y coros. Las entradas a este espectáculo están a la venta en JD Feraud Guzmán, en radio Cristal y en la boletería del teatro.

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