31 de octubre de este año. Medio Ecuador estaba paralizado por el concierto de Justin Bieber que se realizó esa noche en el estadio Olímpico Atahualpa. Miles de fanáticas adolescentes del canadiense estuvieron desde tempranas horas afuera de ese lugar. Fue una locura.

Allí, en medio de la algarabía y la bulla mediática que ocasionó la llegada del extranjero, una joven promesa de la música local forjaría con su propio camino en el mundo artístico con una presentación pequeña, pero concisa.

Bastaron dos canciones para que James León, de 20 años, les mostrara a las miles de Believers que llegaron a Quito ese día que Ecuador también tiene oportunidades en lo que a pop se refiere.

James, aunque recién iniciado en el mundo del espectáculo, fue el único cantante nacional -de los tres que participaron- que esa noche contó con una banda en vivo para presentar sus temas.

Ya en días anteriores había subido a sus redes sociales su primer audiovisual, el de la canción ‘It’s not too late‘, que se convirtió en su primer sencillo promocional y la carta de presentación que lo llevó al concierto del año.

James empezó a hacer música en Miami, a los 15 años, y este 2013, un lustro después de ese acontecimiento, ya tiene a su haber más de 70 canciones, la mayoría en inglés.

“Aprendí a tocar guitarra y luego me volqué a otros instrumentos, piano, bouzouki, bandolín, ukelele. Quiero abarcar más, en noviembre empezaré con la batería, mi sueño es grabar un álbum en el que toda la instrumentación sea ejecutada por mí”, menciona.  

Grabó varios demos de su material con quien ahora es su productor, Rodolfo Castillo, ganador de un Grammy, que ha trabajado con músicos como Taylor Swift, Justin Bieber, John Mayer, Michael Jackson, entre otros.

Lo suyo es una mezcla de todo lo que le gusta. Le pone por nombre pop-rock fusionado con el country. Su música va dirigida a adolescentes de 15 a 25 años de edad, mercado que considera oportuno para su tipo de propuesta artística.

“Soy de las personas que cuando quiero algo peleo e insisto hasta lograr mi meta y lo mío es rodearme de lo mejor que existe en el mercado para sonar como debe ser”, describe sobre sí mismo. Quizás fue por eso que no abandonó sus sueños y le pidió a sus padres la facilidad de viajar a Norteamérica para pulirse como cantante.

A pesar de su corta edad, James mantiene grandes proyecciones para su carrera artística, y está dispuesto a conquistar no solo el mercado ecuatoriano, sino también el estadounidense. Hoy por hoy, su música y canciones le han dado la oportunidad de abrir el concierto de Justin Bieber en Ecuador, mañana, solo el cielo es el límite para él, asegura.

James nació el 3 de marzo de 1993 en la ciudad de Guayaquil. Realizó sus estudios primarios en el Instituto Particular Abdón Calderón (IPAC) y los secundarios en la Unidad Educativa Torremar.

Siempre le gustó la música y admira desde niño a The Rolling Stones, The Beatles y Led Zeppelin. Sus instrumentos musicales favoritos son la guitarra, el piano, el ukulele, el mandolin y el bouzouki.