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Mañana se conocerá al ganador del Oscar a mejor película
Hollywood, de la sublevación femenina al rigor periodístico
Si hay un hilo común entre las películas que participarán mañana en los premios Oscar es esa insistencia de Hollywood por plantear al espectador, como eje central, un problema de carácter moral, dicotómico: la venganza como consecuencia natural de la violencia; la emancipación femenina frente a la opresión masculina; la culpa como excusa para rescatar lo que se ha perdido; la crisis como resultado de una aparente falta de precaución; la hipocresía de las instituciones ‘intocables’ de la sociedad.
La más grande industria cinematográfica del mundo elegirá a la mejor película hecha en el último año y, en esta edición, los filmes que compiten tienen disímiles propuestas estéticas y temáticas, a pesar de estar atravesados, todos, por una preocupación moral.
Los filmes que mayor expectativa han generado en la crítica y en los espectadores para llevarse la estatuilla son El renacido, de Alejandro González Iñárritu; Mad Max: Furia en el camino, de George Miller; The Martian (Misión Rescate), de Ridley Scott; y Spotlight, de Thomas McCarthy. Mientras que La gran apuesta, de Adam McKay; El puente de los espías, de Steven Spielberg; y Room, de Lenny Abrahamson, han recibido buenos comentarios, pero sin la fuerza que los 4 primeros.
En 2015, Birdman ganó en la 87ª edición de los Oscar tras conseguir 4 estatuillas (Mejor película, Mejor director y Mejor guión original y Mejor fotografía), 3 de ellas para Alejandro González Iñárritu, su director. En esta ocasión, con El renacido, el cineasta mexicano vuelve a competir mediante la apropiación de la hazaña que vivió Hugh Glass, un trampero que fue abandonado y dado por muerto por sus compañeros en el siglo XIX.
Por su parte, George Miller regresa a la pantalla grande con una nueva entrega de la saga Mad Max, la cual marca una ruptura radical con los filmes que le precedieron y que fueron protagonizados por Mel Gibson. Ahora, el cineasta australiano utiliza todos los recursos digitales posibles para pintar el apocalipsis generado por la escasez de los recursos naturales. De esta película se ha celebrado las actuaciones de Tom Hardy y Charlize Theron y el aparente enfoque feminista y ambientalista de su director.
En Spotlight, otra de las favoritas junto a The Martian, se narra cómo un grupo de periodistas de The Boston Globe revela los casos de pederastia cometidos por miembros de la Iglesia católica. Por esa investigación los reporteros del diario recibieron un Pulitzer. (I)
César Chávez, bibliotecario y escritor
Ridley Scott no ha seguido la estela 'de culto'
“Mad Max tiene una carga de adrenalina y movimiento en que se equilibran muchos elementos contemporáneos, como el papel de la mujer. De Spotlight, en cambio, se puede decir que es una película de tipo documental, que incluye una crítica política sin necesidad de aspectos técnicos, como en el caso de la fotografía, música y cierto tipo de ritmo en The Revenant, que tiene una lentitud que no aburre sino que es interna, sostenida en su propio lenguaje. Quizá González Iñárritu muestra un poco, en The Revenant, lo que aprendió de otros cineastas, como Bergman, Tarkovsky o Kurosawa, desde el color hasta el ritmo de la película. The Martian, de Ridley Scott, tiene la sólida actuación de Matt Damon, pero no entretiene del todo, pese a ser una historia espacial. El largometraje muestra la forma en que el hombre puede soportar circunstancias adversas: el protagonista queda colgado en busca de una forma de sobrevivir que plantea preguntas y es menos directa que The Revenant. El culto de Blade Runner o Alien difícilmente será alcanzado por esta obra de Scott”. (O)
Mónica Ojeda, catedrática y escritora
La poética del paisaje destaca en The Revenant
“Aunque disfruté The Revenant y me pareció bellísima estéticamente, encontré el argumento muy manido y sin otra aportación. Su eje central es la venganza, la supervivencia, la dicotomía de la civilización y la barbarie, todo es, al fin y al cabo, un abordaje de la violencia. La violencia es uno de los grandes temas del arte. No importa cuántas veces se haya abordado, nunca pierde su vigencia, pero como espectador buscas una nueva mirada sobre el tema o un diálogo interesante con esa tradición.
En The Revenant, en cambio, González Iñárritu se fue por lo seguro y no aportó nada al tema. Eso sí, lo mejor de la película es lo poético del paisaje como acompañamiento de la violencia y brutalidad de los seres humanos. Incluso la dicotomía de civilización y barbarie entre indios americanos y blancos... A pesar de la ausencia de aportes sobre la venganza, el paisaje es romántico y sublime, violento y brutal. Está allí empequeñeciendo al hombre, desafiándolo y, a la vez, siendo espejo de su interioridad”. (O)
Francisco Muñoz, librero y cineasta
Mad Max: Fury Road nunca es lo que uno espera
“Con su cromática saturada, sus diálogos mínimos, sus personajes femeninos, su acción que no solo es demencial sino también fácil de seguir, sin cortes innecesarios o primerísimos planos para obscurecer lo que pasa en la pantalla, Mad Max nunca es lo que uno espera.
Pero de eso se trata Fury Road, película que desde su primera secuencia, subvierte toda expectativa: la pérdida del mítico V8 Interceptor, Max siendo un personaje secundario, los personajes monologando con un simple gruñido enmarcado en una composición perfecta en la que los colores explotan (literal y figurativamente) en la pantalla, el magnífico uso del day-for-night que nos presenta contrastes inalcanzables de otra manera. Mad Max: Fury Road no solo es una película de acción, es una road movie catártica, es una cátedra, es un punto de partida para continuar con el largo debate acerca de la subversión de los roles de género y, más que nada, es una de las mejores experiencias cinematográficas que nos ha dado el cine occidental de la última década”. (I)