La actriz Rossana Iturralde ayer puso nuevamente en escena la obra La edad de la ciruela, que se estrenó en 1996, con la dirección del dramaturgo argentino Arístides Vargas y que tuvo en su elenco original a la misma Rossana acompañada de las actrices Lissette Cabrera y María del Rosario Francés.

La función se realizó en la Sala Zaruma del Teatro Sánchez Aguilar, en donde tendrá nuevas funciones esta noche, a las 19:00, y mañana desde las 18:00.

En esta ocasión, la actriz y directora tuvo el acompañamiento de la quiteña Cristina Morrison, con quien ya tuvo funciones el año pasado en Quito y en otras ciudades del Ecuador y el extranjero.

Desde que se estrenó la obra, hace 16 años, Rossana siempre ha estado involucrada como actriz y desde 1999, como directora, cuando Arístides se involucró en otros proyectos.

Y aunque “la ciruela”-como la llama Rossana- tuvo temporadas en las que no fue puesta en escena, cada remontaje para la actriz es un reto y desafío, al que se entrega con todas sus fuerzas y le pone “alma, corazón y vida”, aunque al final la deje “abatida”.

Asegura que la obra es llevada a la tablas cada vez que siente la necesidad de reencontrase con aquellos episodios que marcaron su vida y que dieron luz para que Vargas escribiera la obra.

En ese entonces, Rossana se encontraba viviendo en Madrid (España) y al volver a Quito sufrió un “choque” emocional porque las cosas eran diferentes a como las dejó y se resistía a esos cambios que la llevaron a enfrentar conflictos en diferentes frentes de su vida, ya sea como actriz o como mujer.

“Llegué a Ecuador y le pedí a muchos conocidos que me ayuden a encontrar a una persona que hable de determinadas cosas que me estaban pasando. Fue así como di con Arístides Vargas. Yo no le pedí que escribiera la Edad de la ciruela como tal, sino que haga algo con todo lo que yo le había vivido. Él me entregó la obra según como canalizó todo lo que yo le conté”, comentó.

Rossana asegura que el libreto que le entregó Arístides fue diferente a lo que ella pensaba porque tenía muchas dosis de humor, pero después de algunas lecturas le cogió el gusto y se enamoró de ella por completo.

Esta obra cuenta la historia de una familia de tres generaciones de mujeres que habitan una vieja casa, vista a través de los ojos de dos niñas (Celina y Eleonora) y los recuerdos que ellas tienen de su familia, integrada por otras siete mujeres como las abuelas gruñonas e inseparables; una tía sonámbula que no quiere despertar; otra tía que cree ser un ángel y una criada detenida en el tiempo.

Rossana, quien estuvo involucradas en proyectos como La Tigra, Maeda, Monólogos de la vagina y como directora del festival internacional de arte experimental, da vida en la obra a Celina (niña y adulta), Gumersinda, Tía Adriática,  Blaquita, Victoria y Jacinta, personajes que a pesar de seguir un mismo esquema, varía en cada remontaje por que “el momento y el sentimeinto cuando se exhibe la obra es otro completamente diferente al anterior”, sostuvo.

Aseguró que disfruta ser actriz y directora de este montaje, aunque “a veces me cuesta entender lo que siento en esos momentos, pero me dejo llevar por mi intuición y experiencia como actriz”.

Para Rossana, quien en Quito comparte escenarios en la obra con Nathaly Loza, ningún personaje es más querido que el otro. Ama y siento cada uno de ellos con la misma fuerza e intensidad. “Hay una sintesis de cada una de las  mujeres que habitan esa la vieja casa y todas viven al extremo. Eso es lo que más me gusta de la obra porque sus personajes son tan diferentes que siento que tranquilamente cada una de ellas podrían tener una vida paralela en otras piezas teatrales”.

Criterio que es compartido por Cristina Morrison, actriz ecuatoriana radicada en Nueva York desde hace una década, quien se involucró en la obra luego de recibir una llamada de Rossana, luego que ésta se acordara que fue la misma Cristina quien se ofreció a hacer un personaje cuando la obra recién se estrenó en la década del 90. Actualmente Morrison, quien además es cantante de Jazz y es conocida como ‘La baronesa’, interpreta a Eleonora (niña y adulta), María, Francisca y Adriática.

Admira a cada una de las mujeres que sobre el escenario da vida porque tienen defectos y virtudes que las convierten en humanas imperfectas como las demás. “Me gusta que cada actriz que ha interpretado a estos personajes le han dado su toque personal porque todas las actrices somos diferentes y sentimos y expresamos cada uno de nuestros papeles de distintas formas y eso es lo que más me gusta de la obra por la libertad que me da Rossana de actuar”, sostuvo Cristina, quien lanzó recientemente un disoc de Jazz llamado ‘I love’.

Proyectos

Rossana Iturralde hará una temporada internacional de La edad de la ciruela en 2013. Además estará en la obra Cartas Cruzadas de las cubanas Raquel Carrió y Flora Lauten, en donde interpretará a la reina británica Elizabeth I, hija de Ana Bolena.