¿Quién no ha soñado con viajar por el mundo, conocer nueva gente y nuevas culturas? ¿Quien no quiere ver nuevos cielos, tomar nuevos alientos para reconocerse como hijo, como hermano y ciudadano ecuatoriano? Galo Arellano, de 35 años, lo logra, pues se la pasa viajando alrededor del mundo buscando historias de ‘Ecuatorianos en el mundo’.

Arellano es uno de los periodistas que ha alcanzado el éxito en el extranjero. Su carrera inició desde muy joven, cuando a los 13 años deambulaba por las cabinas de radio en lugar de irse de juerga con sus amigos. Su programa ‘Ecuatorianos en el mundo’ nació de su afición por viajar y contar historias. Además se desempeña como presentador de noticias del Noticiero Nacional Univisión. Actualmente reside en Miami, Estados Unidos, a donde emigró a los 18 años.

El comunicador charló con este Diario de sus experiencias como periodista y migrante del mundo.

¿Cómo fue que llegó a Ecuador TV?

Simplemente se terminó el contrato con Ecuavisa y las cosas se concretaron con el canal público, no hubo ninguna clase de problema.

¿Cuál es su objetivo con el programa ‘Ecuatorianos en el mundo’?

Me encanta viajar y hallé muchas historias que me fue necesario contar. Yo quiero -a través del programa- mostrar el lado positivo de la migración. Los migrantes no pasan todo el día llorando, ni siquiera tienen tiempo para eso. El objetivo también es abrir la mente de la gente, que vea que se puede llegar lejos. Eso no quiere decir que quiero que se vayan.

Su carrera inició desde muy joven. ¿Cómo fue que se inclinó al oficio del periodismo?

Pues yo estuve en radio cuando estaba en el colegio y me interesó aprender e investigar. Llegué al programa ‘Dentro y Fuera’, donde Maricarmen Ramírez y Vicente Olmedo me dieron la oportunidad.

Usted cubrió el ataque de las Torres Gemelas en Estados Unidos, ¿cómo fue esta experiencia?

Bueno, a mí me tocó ir con cámara en mano, fue impresionante. Fue una de las coberturas más grandes que he tenido, además yo era jovencito. Pero eso es lo que me gusta: contar historias.

¿Cómo mira el fenómeno de la migración?

La gente quiere mejores caminos y a veces los encuentra afuera. Pero los migrantes - como dije- no se la pasan llorando. Además hay países donde existen muchas oportunidades de trabajar (en buenas condiciones) y de estudiar. Aunque a fin de cuentas la migración destruye las familias, se puede conseguir mejoras económicas pero los lazos se rompen.

¿En qué país se quedaría a vivir?

No sé, pudiera quedarme en cualquiera. La verdad es que he hecho muchos amigos alrededor del mundo. Así que si se me acaban las oportunidades en Estados Unidos, podría ir a cualquier parte del mundo.

De todas las historias que ha contado, ¿cuál de ellas le ha impactado más?

No podría definir una, pero admiro mucho a los estudiantes. Ellos salen del país, se aventuran sin saber a veces el idioma. Hay países donde incluso hay conflictos y tienen que lidiar con eso - es el caso de Ucrania en este momento-. O los indígenas ecuatorianos que a veces son discriminados.

Como migrante, ¿también ha sufrido algún tipo de discriminación?

Personalmente no, pero sí lo he visto y me molesta mucho. Me parece una ridiculez que haya ese tipo de diferencias entre personas. Lo malo es que en el país se ven estas cosas con nuestros propios compatriotas.

¿Dónde cree que hay más discriminación?

En España, el bullying en los colegios para los sudamericanos ‘Sudakas’ es muy marcada. El mismo término ‘Sudaka’ es una forma peyorativa de referirse a nosotros.

¿De todo lo que ha visto, ha pensado plasmarlo en un libro?

Sí, ese proyecto está en camino y tengo el material, pero hay demasiado de donde escoger y no quiero escoger. Es cuestión de organizarse.

En los países que ha visitado, ¿cuál ha sido la forma de medir la presencia del país allí?

La mejor forma de medir si conocen Ecuador, es preguntar a los taxistas. Yo solo digo Ecuador y me dicen cosas como Abdalá Bucaram, Rafael Correa, Lorena Bobbit, banano... son las cosas con las que nos relacionan.

Ha hecho periodismo dentro y fuera del país, ¿cuál es su mirada sobre este oficio?

Puedo decir que ni en Ecuador, ni en Estados Unidos he tenido barreras, no me han censurado. En todo el mundo no hay libertad de expresión al 100 %. Es complicado ser periodista, yo noto que mis colegas tienen mucho estrés.

¿Extraña el país?

Definitivamente, sobre todo la comida, aunque en Estados Unidos hay huecas de gastronomía ecuatoriana.

¿Cómo se mira en el futuro?

Viajando, siempre viajando. Me voy donde la corriente me lleva. Me veo vagabundeando porque ya no tengo miedo de no tener oportunidades.