Publicidad
Festival Pisando Huellas celebra 10 años en el teatro México
Bajo la dirección artística de Freddy López, esta semana se presentará en Quito el décimo festival Pisando Huellas, del conocido Ballet Juvenil Contemporáneo Guadalupe Chaves. Esta edición es una muestra de las obras que los jóvenes bailarines del Ballet han realizado trabajando junto a grupos y compañías profesionales del medio, como son la Compañía Nacional de Danza del Ecuador, Ballet Provincial de Pastaza, Kléver Viera, Pepe Hevia Dance, Freddy Taipe, Grupo de Danza Contemporánea de la Universidad San Francisco de Quito y Nicole Bravo.
Este festival se ha celebrado durante diez años consecutivos, con el único propósito de mantener un espacio abierto a nuevas figuras de la danza contemporánea y a los jóvenes coreógrafos que incursionan en esta disciplina artística de manera independiente. Así lo indica Guadalupe Chaves, directora general del grupo de ballet.
Las entradas para este espectáculo están a la venta en la boletería del Teatro Nacional Sucre, puntos de venta Musicalísimo Ticketshow y boletería del teatro México (dos horas antes del evento). Venta online en: www.ticketshow.com.ec
Decenas de niños, jóvenes y adultos del norte y sur de Quito, así como del Valle de Los Chillos han sido parte de los festivales del Centro de Arte y Movimiento Guadalupe Chaves, el cual tiene 33 años de existencia. Actualmente ofrece clases de ballet clásico, danza contemporánea, danza árabe, baile de hip hop, jazz, bailes de salón y baile recreativo, con maestros profesionales que imparten sus conocimientos desde 1980.
Una vida dedicada a la danza
Guadalupe Chaves comenzó su formación en una escuela privada de ballet, cuando tenía apenas 4 años de edad. Ella recuerda que en aquella época no se permitía a una niña enrolarse en esa actividad, pero gracias a la perseverancia de su madre logró que le hicieran una prueba y ser colocada en el grupo de niñas de 6 años. “Desde entonces no he dejado de amar a la danza”, acota.
A los 14 años fue seleccionada entre cuarenta aspirantes para formar parte del ballet de la Casa de la Cultura. Estudió ballet, folclore y lo que hoy se conoce como danza contemporánea. Más tarde viajó a Buenos Aires para especializarse como bailarina y maestra de ballet clásico y danza contemporánea.
“Educar a través de la danza es mi lema. Desde que tomé conciencia de que la danza es también un medio para el crecimiento de niños y jóvenes, que permite la transmisión de valores y destrezas importantes para un desarrollo integral. La danza mejora la concentración, la disciplina, el intelecto”, agrega.
A decir de ella, la disciplina es fundamental para dedicarse a la danza, por eso se les exige mucho a los estudiantes del grupo de baile.
“La danza en nuestro país ha tenido cambios profundos, transformaciones positivas. Los niños y jóvenes son más listos en el proceso de aprendizaje. El interés por el conocimiento de esta disciplina ha crecido mucho; la danza es más valorada, hay muchos maestros y maestras jóvenes que se han formado en universidades en el exterior; algunos inclusive tienen una amplia trayectoria como bailarines. El público está mucho más interesado, hoy vemos teatros llenos. También contamos con críticos de esta disciplina”, finaliza.