Fernando Javier Romero Villagómez, de 22 años, nunca pensó que viajar a Canadá por motivo laboral le cambiaría su vida y lo convertiría en modelo de la segunda mejor agencia de ese país: Orange Model Management.

“La historia sonará extraña. En ese entonces yo vivía en Vancouver, estaba en un local de Starbucks tomándome un café y llorando. ¡Sí! llorando porque había terminado la relación con mi pareja. De pronto un fotógrafo se me acercó y me resaltó que tenía unos rasgos diferentes. Me preguntó si era modelo y le contesté que no. Me dio su tarjeta y me dijo para hacerme una sesión de fotos”, expresó Romero.

De eso ya han pasado aproximadamente 7 meses. Se mudó a Toronto, ciudad donde está una de las sucursales de la agencia de modelos con la que firmó contrato (Orange también tiene oficinas en Montreal y Londres).

Nunca pensó que con 1,72 m de estatura podría hacer una carrera en la industria de la moda ya que el promedio es de 1,80 y son musculosos, mientras que él es delgado pero con el cuerpo definido, de ojos en tono ámbar y rasgos “exóticos” (latinoamericano) en comparación a los canadienses.

Romero explicó que en Ecuador estudiaba Hotelería y Turismo en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), hasta cuando se le presentó la oportunidad de viajar a Dubai para trabajar en esa rama.

Al término de su contrato migró a Canadá, donde retomó sus estudios y consiguió un trabajo de medio tiempo. Meses después fue descubierto por un fotógrafo publicitario.

“Me di cuenta que me gustaba posar frente a la cámara y, aunque no me considero alguien guapo, decidí crear un plan para llamar la atención de otros fotógrafos”, expresó.

Investigó y decidió encasillarse en la tendencia de lo ‘Ugly in the beauty’, es decir, lo feo dentro de lo bello, donde ya sea por una razón genética o alguna enfermedad, tienen una apariencia diferente a lo que marca el canon dentro del mundo de la moda.

Entre algunos ejemplos que citó Romero está el de Shaun Ross, el primer modelo afroamericano albino, y la canadiense Winnie Harlow, la primera modelo con vitiligo (enfermedad que altera la pigmentación de la piel).
Fernando comentó que le tomaron fotos desde varios ángulos y todas estas fueron sometidas al análisis de la agencia Orange, la cual buscaba convencerse de que él no fuera como los demás; por ello hasta le indicaron que tiene ese estilo andrógino que está de moda en los catálogos de ropa.

Su madre, Cristina Villagómez, de 55 años, quien se dedicaba a la actuación teatral en su juventud, opinó que su hijo ya tenía esa inclinación hacia lo artístico porque lo llevaba a las funciones de piezas escénicas infantiles en las que ella participaba.

“Cuando hacíamos fiestas barriales, él siempre participaba en todo lo que era baile o teatro, pese a que solo tenía 10 años”, indicó su progenitora, quien reside hasta la actualidad en el Barrio Cuba, donde Romero vivió toda su infancia y adolescencia.

Pero Cristina Villagómez nunca imaginó que su hijo se dedicaría al modelado, ya que en la época del colegio él prefería estudiar Informática.

“Cuando él me dio la noticia me sorprendí. Desde entonces lo aconsejo, nos consulta a mí y a su hermana cuando le sale un contrato, lo guío, le digo que mire que sean fotógrafos o eventos serios. E incluso, le comenté que no descuidara sus estudios”, mencionó Villagómez.

Retomando sobre sus experiencias dentro del modelado, Romero acotó que al inicio fue un poco duro tener a su familia lejos para sentirse más seguro en un ambiente tan competitivo donde no todos los colegas son amigables.

No obstante, poco a poco él se ha dado a conocer entre los fotógrafos publicitarios, quienes le han dado algunos consejos útiles en esta profesión.

Algo que destacó es que la forma de trabajar allá es distinta a la que se suele hacer en Ecuador.

“En los estudios de fotografía, una sesión para tu portafolios puede demorar hasta 4 o 5 horas dependiendo del peinado y tipo de maquillaje facial y corporal que se necesite para dar determinado efecto”, explicó.

Romero agregó que también son preparados, que del porcentaje que gana la agencia por cada contrato que los modelos obtienen, les pagan entrenadores personales, los tratamientos faciales y corporales a los que se someten para mejorar su apariencia. Eso, indicó, es algo que no se hace en Ecuador. “Te cobran desde que tomas clases de modelado y solo buscan al tipo fornido y alto, cuando el ecuatoriano promedio no es así”.

Fernando mencionó que algunos de los fotógrafos con quienes ha trabajado son: David Hou (que ha colaborado en algunos programas de American Next Top Model, de Tyra Banks), Steve Sangtru (Enterprise, Canada), Roderick Cumming (Carlaw Studio, en Toronto), Luc S. Frechette (Luc SF Studio and Photography), Joffrey Hollsworth, entre otros.

Asimismo, uno de sus próximos proyectos, además de participar en pasarelas, es la de ayudar al fotógrafo y productor español de lencería y trajes de baño masculino Andrés Ramírez en la búsqueda de nuevos talentos ecuatorianos que quieran trabajar en Miami y Londres justamente en la tendencia en la que incursionó.

Romero indicó que recibirá en su correo electrónico ([email protected]) durante todo este mes hasta el 29 de septiembre las hojas de vida de los aspirantes.

Los requisitos son: ser talla 32 de chaqueta, fotos de perfil derecho e izquierdo y frontal, fotos en plano americano (con y sin camiseta), el tipo de cuerpo debe ser definido tipo ‘fitness’, deben medir entre 1,75 y 1,83 m, y tener la actitud de ser diferentes.

En la web

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