El Telégrafo
Ecuador / Jueves, 21 de Agosto de 2025

Influencias musicales variadas, desde lo clásico, como Chopin, Rachmaninov, hasta el rock de Supertramp han marcado la carrera artística del cantautor y pianista quiteño, Fabricio Segovia. ‘Amor eterno’ y ‘Oye corazón’, se titulan las baladas con las que comenzó a sonar en las radios ecuatorianas y redes sociales, en 2011.

El año pasado sacó al mercado ‘A primera vista’, que al igual que sus dos primeros temas, la letra y música es de su autoría, así como la producción y arreglos orquestales, con el toque romántico que lo caracteriza.

En días pasados, Fabricio dio un concierto en el Conservatorio Mozarte, en donde desde hace dos años es profesor de canto y piano, para presentar su reciente tema titulado ‘Vete’, un latin pop sinfónico que lanzó acompañado de varios estudiantes de música, de distintos conservatorios.

“Con este tema me incursioné un poco más a los géneros latinos para dar un realce a lo alegre, aunque es un poco contradictorio porque la letra de la canción habla de traición, es como que una persona le canta con alegría a la traición”, manifiesta el artista, que es acompañado en los escenarios por maestros y estudiantes de conservatorios de música.

“Me colaboran grandes maestros, como en la guitarra tengo a Luis Encalada, profesor de contrapunto y armonía del Conservatorio Nacional, al igual que estudiantes de ese lugar; en el bajo me acompaña David Romero y en la batería Víctor Hugo Guerra, que también pertenecen a conservatorios particulares. En el escenario somos una unión de conservatorios, porque esta alianza ha hecho fortalecer los lazos y unir aspectos musicales”.

Las experiencias personales de su vida sirven de inspiración al momento de componer una canción, pues considera que pueden ser historias con las que muchas personas se pueden sentir identificadas. “La traición es algo que está inmerso en todos, en las relaciones sentimentales, en la familia, los amigos. La letra de ‘Vete’ la compuse hace un año, no solo basándome en mis experiencias sino en vivencias de algunos amigos”, indica.

Al igual que otros artistas locales, Fabricio no se concentrará por el momento en la producción de un disco, sino en presentar varios sencillos. “La inversión económica al hacer un disco es bastante fuerte, así que el material completo quedará para el próximo año”, acota Fabricio, quien de lunes a viernes se dedica a su trabajo como profesor de música, pero los sábados y domingos se reúne con el grupo para los ensayos, que se extienden por cuatro horas seguidas por día.

Este mes realizará una gira nacional para promocionar su reciente canción. Riobamba, Cuenca, Guayaquil, Ambato, entre otras ciudades ecuatorianas, están en la lista del recorrido. “Para noviembre tenemos planeado presentar un concierto grande en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, en el que no solo presentaré mis temas, sino música ecuatoriana, y de artistas extranjeros, como de la banda mexicana Camila y de Sting (The Police) será un show bastante completo”.

El intérprete recuerda que desde niño le gusta la música clásica, instrumental; pero lo que más le gustaba era escuchar a su padre tocar el piano o la guitarra y cantar.

Desde los ocho años demostró su inclinación por la música, destacándose en canto en el coro de la iglesia. A los 12 formó parte del coro de la OPAM (Obra para la Promoción de la Alfabetización del Mundo) en el que representó al Ecuador en el ‘Mundial de coros’ celebrado en Corea en el 2002, ocupando un segundo lugar.

En el 2008 publicó ‘Ensueños’, un disco instrumental con arreglos y dos temas de su autoría. Un año después sacó al mercado un material similar titulado ‘Horizontes’.