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En todos los casos la justicia falló en favor de los demandantes
Escándalos por plagio sacuden a famosos intérpretes y grupos
Hace pocos días el jurado de una corte de Los Ángeles, Estados Unidos, dictaminó que Robin Thicke y Pharrell Williams, intérpretes de ‘Blurred lines’, copiaron la melodía de ‘Got to give it up’ (1977), una canción de la leyenda del soul Marvin Gaye.
La sentencia, producto de la demanda que los hijos de Gaye hicieran en 2013, dictamina que la familia de Marvin Gaye -fallecido en 1984- recibirá más de $ 7,3 millones por daños y perjuicios. Este valor representa casi la mitad del dinero que los autores generaron con ‘Blurred lines’, $ 16 millones.
Lo anterior no es sino la noticia más reciente sobre plagios de canciones en que se han visto envueltos famosos cantantes y grupos, a través de los años.
De estas acusaciones no se han salvado ni los míticos Beatles. Luego de la salida al mercado, en 1969, de su disco Abbey Road, la discográfica del músico Chuck Berry demandó a la banda británica, acusando a John Lennon de haber copiado la letra y la música de la canción ‘You Can’t Catch Me’ en su tema ‘Come Together’. Lennon admitió que sí conocía la canción de Berry y el asunto se resolvió cuando los Beatles llegaron a un acuerdo extrajudicial del que no se conocen todos los detalles. No obstante, esta fue la única vez que la legendaria agrupación negoció un caso de presunto plagio.
El año pasado un juez de Nueva York, en EE.UU., dictaminó que ‘Loca’, un merengue pop muy exitoso de la cantante colombiana Shakira y la canción en que está inspirada -‘Loca’ con su tíguere, del dominicano Edward Bello Pou, ‘El Cata’- es plagio de una canción del compositor dominicano Ramón Arias Vásquez. Este escándalo, sin embargo, no fue óbice, porque ‘Loca’ ha vendido más de 5 millones de copias.
Otro de los dioses del Olimpo musical mundial que también tuvo que afrontar una acusación de este tipo fue Michael Jackson. Al poco tiempo del lanzamiento de Thriller -1983-, uno de los álbumes más exitosos de la historia del pop-, el saxofonista y cantante camerunés Manu Dibango denunció que ‘Wanna be starting something’ -el tema que abría Thriller- era una copia de su canción ‘Soul Makossa’ (1972). Jackson acabó pagando un millón de francos franceses ($ 200.000) a Dibango por derechos de autor.
‘My Sweet Lord’, el primer sencillo del disco en solitario All Things Must Pass (1970), del otrora guitarrista de los Beatles, George Harrison, fue el tema de la demanda que Bright Tunes, una compañía de Nueva York, hizo contra Harrison asegurando que la melodía de la canción era muy similar a la de ‘He’s So Fine’, compuesta por Ronald Macky y lanzada en 1962 por The Chiffons. Harrison fue condenado por ‘plagio inconsciente’ y debió pagar más de $ 500.000.
Y ni las películas se salvan. Tan pronto se estrenó la exitosa película Cazafantasmas, en 1984, el compositor Huey Lewis demandó a Ray Parker Jr., quien compuso el tema principal de la famosa cinta, asegurando que el ritmo de dicha canción era igual al de su tema ‘I Want a New Drug’ (1984). La demanda fue acogida por la justicia y Ray Parker tuvo que llegar a un acuerdo extrajudicial -del que no se conocen los detalles- con Lewis.
Uno de los temas que convirtió a la banda británica Radiohead en uno de los grupos de rock ícono de la década del 90, fue ‘Creep’, lanzado en 1992. Pero Albert Hammond y Mike Hazlewood, compositores de ‘The Air That I Breathe’ del grupo The Hollies, consideraron que ‘Creep’ se parecía muchísimo a su tema, por lo que demandaron a Radiohead. La justicia dictaminó que el grupo británico incluya a ambos (Hammond y Hazlewood) en los créditos de la canción, como coautores.
El cantante estadounidense Michael Bolton, uno de los exponentes del soft-rock de mediados de los 80 y noventa, fue demandado por plagio por su tema ‘Love Is a Wonderful Thing’, incluido en su álbum de 1991 Time, Love & Tenderness.
En 1994 Bolton fue condenado a pagar una indemnización de $ 5,4 millones.