“¡Enrique…, Enrique!…” corearon los fanáticos del cantante español Enrique Bunbury, antes, durante y algunos minutos después del concierto que ofreció la noche del sábado en el Ágora de la Casa de la Cultura en Quito. El evento es parte de su gira ‘Mutaciones’, que ya recorrió Argentina y Colombia.

Bunbury realizó un repaso a sus 30 años de carrera con canciones de su etapa en Héroes del Silencio (1984-1996) y como solista. A las nueve de la noche, en medio de luces rojas incandescentes, vestido de traje oscuro y gafas -que luego se quitó-, apareció Enrique Bunbury mientras se abría paso entre la niebla del escenario para cantar ‘Iberia sumergida’ del disco Avalancha (1995), el último en estudio que grabó con Héroes.

Siguió con ‘El club de los imposibles’ (2002), de su etapa en solitario. Al final del tema, el aragonés aprovechó para saludar y agradecer a los asistentes. En su repertorio constó ‘Dos clavos a mis alas’, tema de su último disco que grabó en formato acústico para la cadena MTV El libro de las mutaciones (2015), que dio nombre a la gira. A ratos, el concierto más parecía de Héroes que de Bunbury solista porque ofreció otra vez un guiño de su exbanda con ‘Sirena varada’ (1993).

A Bunbury le sobra dominio escénico, moviéndose de un lado al otro de la pista, animaba al público o dirigía a los cinco experimentados músicos de la banda Los Santos Inocentes que lo acompañan en la gira. Bunbury, que hasta el momento solo había cantado, tomó una guitarra para el tema ‘Porque las cosas cambian’ (2008) y siguió con ‘Avalancha’, ‘Que tengas suertecita’ y ‘Puta desagradecida’.

Para el tema ‘Extranjero’, el tecladista Jorge Rebenaque tomó el acordeón, junto al guitarrista Jordi Mena. Fue una de las más esperadas por los fans junto a ‘Infinito’ (1999), con un estilo ranchero y de despecho, pero volvió al rock con ‘El hombre delgado’ (2008). Y había más de Héroes con ‘Mar adentro’ y ‘Maldito duende’. Finalizó con ‘Lady blue’ (2002), no sin antes presentar a Los Santos Inocentes.

Amagó con irse, pero Bunbury y su banda volvieron para interpretar ‘Más alto que nosotros solo el cielo’, mientras estrechaba las manos de sus fans más cercanos al escenario. Ellos aprovecharon para tomarse algunas selfies con sus celulares.

Cantó ‘La chispa adecuada’ (1995) -otra de Héroes- y otra vez amagó con irse. Volvió Bunbury con su sombrero vaquero para interpretar ‘Los habitantes’, ‘De todo el mundo’ y ‘Al final” (2002), con su estribillo: “Y al final/ te ataré con todas mis fuerzas/ mis brazos serán cuerdas al bailar este vals/ quiero verte de nuevo contenta/ sigue dando vueltas si aguantas de pie”, que se perdía entre el “Enrique, Enrique...” que coreaban sus fans, tal como hicieron desde el principio. (I)