Mucho antes de que David Beckham fuera catalogado como el primer hombre metrosexual, elogiado por su virilidad, elegancia y aptitud, desde inicios de los noventa estas cualidades se premian, pero desde una pasarela.

Fue así que en 1993 se realizó el primer concurso de belleza masculina, el Manhunt Internacional, desarrollado en las costas australianas y con la participación de 35 representantes de diferentes países de los cinco continentes.

Con el pasar de los años, este certamen de belleza masculina ha seguido creciendo, tanto en su número de competidores como en popularidad.

A la par surgieron dos nuevos concursos: Mister International y Mister World, ambos organizados por la misma franquicia que lleva adelante la versión femenina. También existe el Mister Universe Model, pero este evento es el cuarto en nivel de importancia.

En varios de estos países este espacio recibe la misma atención que la elección de la mujer más bella como se la conoce a la representante del Miss Universo. Para citar un ejemplo, Venezuela, país que lleva siete coronas ganadas en ese concurso, transmiten en señal abierta la elección de su hombre más atractivo, evento que es organizado por los mismos empresarios de su contraparte femenina.

En concursos masculinos, los venezolanos han alcanzado dos bandas: Mister Mundo 1998 y Manhunt International al año siguiente.

Ecuador también ha tenido sus representantes en estos concursos, aunque no de manera frecuente. Además, en sus participaciones no ha logrado ningún sitial entre los finalistas a nivel internacional.

Óscar Leopold, quien desde hace dos años es director de la franquicia Mister Ecuador, asegura que la sociedad ecuatoriana es “reacia” a este tipo de eventos por culpa de los mismos ganadores que -según dice- tuvieron problemas de toda índole e incluso legales.

Uno de los hechos más recientes fue el del modelo José Miguel Mancero, Mister Ecuador 2006, quien estuvo detenido en el Instituto de Neurociencias de Guayaquil, luego de haber sido acusado de intento de violación a una joven de 20 años y por causar un accidente de tránsito en el que resultó herida una persona.

Y si bien es cierto, en el momento en que fue acusado ya no ostentaba ese reinado, Mancero es plenamente identificado con ese cargo que le dio popularidad en el medio local.

Para Leopold, el machismo es otro de los aspectos que han perjudicado la reputación del concurso: “Muchas personas piensan que porque un hombre es premiado por sus atributos físicos ya es homosexual y no es así. El Mister Ecuador es un caballero en todos los sentidos. Tiene que ser macho por sus cuatro costados y si por ahí se le sale una pluma, mientras yo no lo vea... no pasa nada. Hablando a lo morocho, si un gay quiere competir en un concurso de belleza que se inscriba en el Mister Gay Ecuador que sí lo hay. Todo tiene su lugar y su espacio”.

El empresario aclara que el Mister Ecuador “es un hombre a carta cabal, atlético, que viste bien y de forma adecuada, con una aptitud y comportamiento varonil, respetuoso... todo lo que una mujer quiere ver en un hombre”.

Antes de que él asumiera esta franquicia, el evento de Mister Ecuador se efectuaba en Babahoyo y no tenía la debida cobertura por parte de los medios de comunicación, por lo que el ganador “pasaba desapercibido”.

Eso fue lo que lo motivó a adquirir la franquicia “con la convicción de darle el valor y el sitial que se merece, aunque sé que todo tiene que ir de a poco”, dice el diseñador de joyas.

La competencia nacional también cuenta con el respaldo de la Fundación Mister Ecuador, en la cual los concursantes y el ganador realizan diferentes obras de ayuda social, especialmente con los niños que tienen sida y que provienen de familias de escasos recursos.

“La fundación tiene poco tiempo y está legalmente constituida. Estamos haciendo un plan de trabajo para llegar a más personas con nuestra ayuda. Por el momento hemos colaborado con algunas escuelas en actividades deportivas y también con la fundación Belleza por la vida”, remarca.

En las franquicias internacionales, durante los días previos a la gala final, los concursantes visitan albergues, hospitales y hacen subastas benéficas en favor de una determinada fundación o centro de asistencia.

En cuanto a los premios, el Mister Ecuador no recibe ningún incentivo económico, pero los gastos de hospedaje y pasajes para las comptencias internacionales corren por cuenta de los organizadores locales. También gana un contrato por un año para modelar en diferentes eventos y la fundación le otorga un incentivo para que adquiera ropa y accesorios de cuidado personal.

Mientras que en otros países como España, Italia, Irlanda, Alemania, México y Líbano, el ganador recibe un premio económico que oscila entre los 5 a 10 mil dólares.

Además, los ganadores de los diferentes concursos internacionales se llevan premios que superan los 90 mil dólares, más un año de contrato para modelar y participar en diferentes campañas.

Por ejemplo, la famosa revista Men’s health, que en Ecuador también se adquiere, generalmente publica en su portada a los ganadores de muchos de estos países y los hace participar en reportajes sobre rutinas de entrenamiento físico y moda masculina.

MISTERS
Henry Briceño, Mister Ecuador 2013, asegura que haber ostentado ese cargo fue una experiencia enriquecedora porque le dio popularidad en el medio local. De hecho fue invitado a participar en un conocido reality de baile televisivo.

Considera que esta experiencia fue como una especie de ‘plus’ para su carrera como modelo y actor. En teatro participó en la obra María Estuardo y en televisión lo ha hecho con Fanatikda, Me enamoré de una pelucona, El Combo Amarillo, Así pasa, entre otras.

Briceño, quien además forma parte del grupo Ecco, asegura que en los concursos de belleza masculina, no se premia “la belleza como tal, sino la aptitud, comportamiento, expresión y la proyección que muestras antes los demás”.

Esto le ha permitido participar de algunas campañas publicitarias y moda. Además, recibió una invitación para participar en un ‘shooting’ editorial con Marc Jacobs para la casa de moda Louis Vuitton en Francia, pero como Jacobs salió de la firma hace dos meses, su participación quedó aplazada para el próximo año.

Mientras que Nicolás López, el sucesor de Briceño, accedió a participar en este concurso porque desea convertirse en un top model internacional.

“Ecuador ya suena en el mundo de la moda y hay chicas en varias pasarelas del mundo.. por qué no hacer lo mismo con hombres. Me gusta lucir bien y tengo aptitud para hacer un buen papel en el mercado internacional de la moda”, concluyó.

EN EL CONCURSO

Para inscribirse al Mister Ecuador, la organización exige que los concursantes sean profesionales o al menos estén estudiando en la universidad al momento del concurso.

No hay límites de estatura y en cuanto a la edad, no debe ser mayor a los 30 años.

La organización brinda a los participantes una serie de asesoramiento en cultura general, pasarela, dicción y asesoramiento de imagen.

El día de la elección, todos se presentan con tres salidas, es decir, ropa casual, típica y de gala.