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Fernando ehlers detrás de la pantalla
El heredero de un legado dentro de la TV
La primera transmisión se realizó el domingo 7 de octubre de 1990, a las 19:30, por Teleamazonas. Nadie se imaginó que se iba a convertir en una costumbre prender la televisión y viajar por el mundo a través de la pantalla. Todos los domingos.
La mayoría recuerda la imagen de un señor ‘bonachón’, caminando con micrófono en mano por lugares casi imposibles de pisar. Freddy Ehlers fue quien tomó la iniciativa de hacer una revista dominical en la pantalla chica.
Muchos, por no decir todos los ecuatorianos, imaginaron viajar alrededor del mundo, vivir de cerca mundiales y encontrar personajes que quizá no se hallan en la vuelta de la esquina. Esto no se convirtió en una tradición solo para espectadores, sino para Fernando, el hijo de Freddy Ehlers, quien creció con cámaras y libretos a su alrededor.
Para el muchacho -en aquel entonces- era totalmente normal estar en medio de reuniones editoriales, planificaciones de viajes, edición de videos y locuciones.
Han pasado 25 años desde la primera emisión y ahora ‘La Televisión’ está a cargo de la segunda generación de los Ehlers: Fernando y Carolina. Un reto para quienes tuvieron un legado de ‘hacer televisión’ para ecuatorianos.
¿Qué significa para ti ‘La Televisión’?
Creo que para todos es un referente de revistas dominicales. Cuando alguien escucha ‘La Televisión’ dice: ¡Ah claro los viajes, la ecología, los mundiales! Eso es por supuesto gratificante. Lo que decimos con mi padre es que la ‘La Televisión’ es una ventana, cuando la abres ves el mundo, pero cuando la cierras te miras a ti mismo, es también un espejo; es mirarte a ti mismo. A través de este programa puedes viajar bajo la mirada de un ecuatoriano, no es lo mismo que ver reportajes de Discovery o la BBC que son preciosos pero no están dirigidos para nosotros.
¿Cuál fue el referente para el programa?
Yo creo que no, la virtud del programa es que nació de una idea nueva. Esta idea fue poner varios géneros dentro de un solo espacio, porque los seres humanos no tenemos la misma faceta siempre.
En este sentido, ¿el formato fue el que dio le dio un nombre tan genérico?
Sí precisamente. Fue como el Chavo “sin querer queriendo”. Entonces fue muy hábil darle ese nombre, puesto que la gente mismo se encargó de hacerle publicidad.
La línea se ha mantenido a lo largo de los años pero desde la realización, ¿qué cambios significativos se han dado?
Uuuuff, han habido muchos... pero creo que el más importante fue cuando mi padre salió del programa. Sin duda hay un antes y un después, desde 1990 hasta el 2007. Ya que mi papá fue candidato a la presidencia en dos ocasiones.
¿Cómo fue para usted recibir una responsabilidad como esta?
La verdad es que no fue de la noche a la mañana, yo hacía dirección adjunta. Mi papá era el director general, pero con sus otras obligaciones ya no podía encargarse de todo. Yo me ocupaba de las cuestiones operativas. Yo ya tuve un semientrenamiento, después vino lo fuerte... yo ya era el responsable de la parte editorial. Pero para un chico de 28 años sí fue pesado, ya que en ese tiempo el programa ya tenía 18 años al aire.
Durante los viajes y reportajes tanto en Ecuador como en otros países, ¿qué personaje o lugar le sorprendió sobremanera?
(Sonríe y se acomoda en el sofá) Hay cientos, pero te voy a contar una que no olvido: Cuando estaba haciendo el rodaje de la Ruta del Libertador, en los llanos venezolanos encontré un letrero de extraterrestres. Era una especie de chatarrero – de esos que acumula cosas- pero tenía de todo. No estaba muy cuerdo que digamos. Y me dijo que era extraterrestre del planeta ‘Lejo’ y me daba explicaciones del porqué era un alien, algunas cosas no eran tan locas... del amor y de la vida, era definitivamente un Quijote.
¿Qué países aún no ha visitado?
Pues me faltan la gran mayoría. He conocido como 50 países pero solo es una cuarta parte del mundo.
El estilo de producción del programa y de presentarlo, ¿ya es una tradición familiar?
¡Claro! Y dijimos si vamos a tomar el programa, hagámoslo como lo sabemos hacer. Nos tomamos el tiempo de editar y ahondar un poco más los temas. Nos alejamos del mero entretenimiento y eso me gusta que salga de acá.
¿Qué opina de la televisión ecuatoriana?
Le llena de ruido a la gente, está centrada en el entretenimiento, en los realities. Hay guerra, competencia y enfrentamiento. Entonces nos obligan a ser el mejor por encima de todo, y no a ser felices y a hacer las cosas bien. Es un circo, pero el nivel de exigencia ha subido menos mal. Yo creo que hay que tratar que la televisión enseñe algo, nos deje algo positivo. El ecuatoriano debe reclamar que los productos audivisuales sean mejores...
¿Estudió Comunicación Social?
No, la verdad es que yo estudié Relaciones Internacionales en México, pero sí recibí materias de comunicación. Sin embargo, mis hermanos y yo nacimos entre casettes. Los temas de tomas, edición, encuadres eran totalmente normales.
En este sentido, ¿qué es para usted la comunicación?
Es un oficio, no es una carrera o un trabajo, es como el hijo del carpintero. Si bien es cierto yo obtuve conocimiento de la materia, pero las cosas que se reflejan en el programa las aprendí en casa. Tú puedes aprender en la universidad los métodos y las técnicas para hacer algo, pero el secreto lo aprendí de mi padre... De hecho yo no ejerzo mi carrera.
Se puede decir que el programa ya no busca posicionamiento, porque ya lo tiene. ¿Qué espera lograr ahora con el programa?
Mantenernos... lo importante no es llegar sino mantenerse. Cuando decimos el mejor programa de ‘La Televisión’, no estamos sintiéndonos mejores sino que estamos dando lo mejor cada domingo.
¿Piensa que el formato ha sido copiado?
Bueno no somos dueños del formato revista. Sin embargo eso quiere decir que eres exitoso y que por eso mereces ser copiado.No me molesta eso, en todo caso sí aporta positivamente que haya 10 programas iguales.
¿Por qué pasaron de Ecuavisa a GamaTV?
Primero estuvimos en Teleamazonas y Ecuavisa nos dio espacio durante 16 años. Sin embargo, el canal le apostó por los programas concurso y el producto ya no llegaba al público como nosotros queríamos. Puedo decir que en Ecuavisa nos dieron un espacio totalmente independiente, al igual que ahora en Gama. Aunque no puedo negar que si estamos alineados con el canal, queremos reflejar lo mismo.
La Ley de Comunicación benefició al trabajo televisivo
Para el director y presentador del espacio televisivo, la Ley de Comunicación aprobada en 2013 beneficia al ejercicio periodístico puesto que hace más responsable a los realizadores, ya que -a su opinión- en televisión se podía emitir cualquier apreciación sin mayores consecuencias. Espera además que poco a poco la aplicación de los reglamentos vaya formando una cultura de hacer televisión de calidad. Sobre todo porque el nivel de exigencia de los televidentes ha aumentado en los últimos años.