Hermética es el nombre de una banda argentina a la que sus seguidores llaman legendaria. La vida de este grupo fue corta —en 6 años grabaron 4 discos de estudio— pero en un festival —el Monsters of Rock de 1994, en el Estadio Monumental de River Plate— ocurrió algo que ninguna banda de su país había visto hasta entonces.

El baterista Claudio ‘Pato’ Strunz contó que en ese festival hubo mucha gente que abandonó el estadio luego del show de Hermética, pese a que estaba programado que luego tocaran los estadounidenses Slayer...

Se veía eso y mucha gente nos lo ha dicho. A lo mejor hay quienes se identificaban mucho con las letras de Hermética y no sentían tanto lo que las bandas extranjeras cantaban en otro idioma que no entendían. Eso pudo haber provocado que algunos nos vean y que con eso les alcanzara o que fueron exclusivamente a vernos. Pasa algo parecido en muchos otros shows internacionales, donde hay muchas bandas y la gente espera a la banda principal, que es a la que quieren ver.

Por ejemplo, vino a tocar Megadeth a Buenos Aires y, antes de que lo hicieran, mientras estaban otros en el escenario, la mitad de la gente prefirió esperar afuera, tomando una cerveza en un bar o quiosco de los alrededores. Ahí es más barata que adentro de un estadio.

Ahora Malón llena auditorios en Argentina como el Estadio Luna Park. ¿Cuál es la diferencia de su público actual con el de Hermética, de hace 2 décadas?

La pasión es la misma, pero ha pasado mucho tiempo. Cuando tocábamos con Hermética quizá convocábamos menos gente que hoy. Eso se debe a que antes no había mucha gente que escuchara heavy metal.

En estos 14 años que no hemos tocado juntos, las 2 bandas crecieron y Malón —que vendrá a Cuenca, el 23 de septiembre— puede tocar en el estadio Malvinas Argentinas ante 8.000 personas. Pero si Hermética volviera, convocaría 50.000. Uno ve en muchos chicos jóvenes algo increíble que genera esa banda.

¿Has descartado que se pueda dar una reunión de Hermética?

Yo no lo descarté nunca. Hay una parte de Hermética que es la difícil, Ricardo Iorio (el bajista) que no quiere, al parecer. Es una de esas bandas que si falta uno de los 4 integrantes, ya no es lo mismo. En Malón somos 3 integrantes de Hermética y tocamos sus temas para los chicos, es como cuando viene Ozzy (Osbourne) y uno espera que en algún momento haga un tema de Black Sabbath.

¿Retomaste el contacto con Ricardo Iorio después del saludo que transmitió la TV en 2010?

No. Intenté pero no pude por su entorno. Hemos tocado en recitales como el Metal Para Todos, donde él ha estado con Almafuerte y yo con mi grupo solista, Tano Romano. Nos hemos cruzado, me ha dado la mano, pero al momento de intentar volver a encontrarnos para charlar o algo, su entorno se hace difícil.

El que tenía, digo, porque ahora Almafuerte tampoco está tocando más, se separaron y la gente que lo rodeaba hacía que ese acercamiento fuera imposible. Pero uno nunca pierde las esperanzas. Mientras estemos los 4 vivos, hay la posibilidad de cumplir el sueño de tantos chicos a quienes influenciamos en Latinoamérica. (I)