Grace Wesley es una profesora que tiene el hábito de incluir citas bíblicas en sus clases, lo que no es bien visto por todos en el salón de clases. De hecho, Brooke Thawley, una de sus estudiantes, tiene conflictos con Wesley por ese hábito. Lo que parece un simple desacuerdo llega a los tribunales cuando los padres de Brooke demandan a Wesley y la universidad de Hope Springs, de Arkansas, donde se desarrolla la historia.

Según ellos, la actitud de la maestra es proselitista, pero ella deberá probar lo contrario y para eso contará la ayuda de Tom Edler, un abogado no creyente que tiene sus propios conflictos porque para su familia él es un fracaso. Aquello no es alentador para Wesley, hasta que conocen a la periodista Amy Ryan, una escéptica que experimentó el poder de Dios al ser sanada de cáncer y que además fue testigo de un caso semejante entre un alumno cristiano y un profesor ateo en la misma institución.

A medida que el incrédulo abogado, una periodista que lucha y una docente perseguida comparten experiencias de sus luchas pasadas y presentes, se convierten en aliados. Es la trama de Dios no está muerto 2, que hoy se estrenará en Estados Unidos y la próxima semana llegará a las salas de cine ecuatorianas.

Melissa Joan Hart, famosa por las series Sabrina, la bruja adolescente y Clarissa en la década del 90, interpreta a la profesora Wesley; mientras que Hayley Orrantia encarna a la antagonista Brooke. Los aliados de Wesley son Jesse Metcalf y Trisha LaFache, quienes interpretan al abogado Edler y la periodista Ryan.

Se trata de la secuela de Dios no está muerto (2014) en la que el maestro Jeffrey Radisson, encarnado por Kevin Sorbo, amenaza a los alumnos con reprobarlos si profesan su fe en Dios. Solo Josh Wheaton, interpretado por Shane Harper, se negó y más bien defendió su fe en una batalla de investigaciones para evidenciar la existencia divina.

Harold Cronk es el director de ambas películas. La primera se basa en el libro God’s not dead: evidence for God in an age uncertainty, de Rice Brooks. La segunda parte se basó en la novela God’s not dead 2, que Travis Trhasher publicó recién el mes pasado.

Trhasher es el autor de las novelas en las que se basaron otros filmes, como El remanente y Poder de la cruz, que fueron producidas por Affirm Films y Pure Flix Entertainment, que también se exhibieron en Ecuador entre 2014 y 2015.

Entre esos años también se estrenó en el país la película Cuarto de guerra, que narra los conflictos de un matrimonio afroamericano. El esposo, un visitador médico que ha estado estafando a la empresa que trabaja, le es infiel a su esposa, quien es una agente de bienes raíces, que encuentra la solución en la oración cuando conoce a una anciana solitaria y es, además, su clienta.

Esta cinta es distribuida por TriStar Pictures y rodada por Kendricks Brothers, creada por Alex y Stephen Kendrick, quienes son los responsables de los filmes cristianos Flywheel, Facing the giants (Desafío de gigantes), Fireproof (A prueba de fuego), 19 kids and counting, Courageous (Reto de valientes), The last medallion (que es animada) y Mom’s nigth out.

Este tipo de cine, que narra dramas cotidianos, empezó a ganar terreno en Estados Unidos desde hace más de cuatro décadas con producciones como The cross and the switchblade (La cruz y el puñal, 1970) con Érick Estrada y el cantante Pat Boone como protagonistas. Ese filme está basado en la historia real del pastor estadounidense David Wilkerson y el expandillero Nicky Cruz en Nueva York de 1955. Wilkerson escribió su testimonio en un libro, en 1964. Y seis años después se convirtió en filme.

Desde 2003 los Kendrick han popularizado las películas de género dramático y familiar con contenido cristiano. Entre sus historias tienen que ver vendedores de autos deshonestos; un entrenador y un equipo de fútbol colegial fracasado; un bombero adicto a la pornografía; policías que son héroes en las calles, pero no en sus casas, y más personajes, porque su intención es llevar un mensaje a través de historias cotidianas y reales. Alex, incluso, ha combinado su labor como pastor de la iglesia de Sherwood, en Alabama, con su trabajo de productor, director, guionista y actor.

Ambos han dicho en numerosas entrevistas que su objetivo no es perseguir grandes sumas de dinero, sino de vidas impactadas. Afirman que para películas como Fireproof invirtieron 500 mil dólares, que es una cifra irrisoria, comparada con grandes producciones de trasfondo cristiano, como las tres primeras películas de la heptalogía de libros de Las crónicas de Narnia, que juntas han recaudado más de 1.500 millones de dólares.

Esta idea se difundió a países latinoamericanos, uno de ellos es Argentina con la película Poema de salvación (2009), que relata historia real del rockero argentino Pablo Olivares. Esa fue la primera película de corte cristiano que llegó a los cines ecuatorianos, a través de Canzion Films, del cantante cristiano Marcos Witt.

El vínculo en el país se produjo hace 6 años a través de Christian Flores, de Canzión Films Ecuador, y Mercy Bermeo, quien es la gerente de programación de Cinemark. Desde entonces se han proyectado más de 10 películas cristianas. Hasta 2014 el promedio era de una cinta por año. Ahora aumenta a dos o tres.

Esta cadena exhibirá la película ecuatoriana Con alas pa’ volar, dirigida por el cineasta quiteño Álex Jácome, producida por Byron Liger y escrita por Julio Román. Su estreno está previsto para el próximo 19 de agosto, luego de 18 meses de producción.

La cinta, que fue rodada por JM Films, cuenta la historia de Tito, un niño de 8 años (interpretado por Felipe Centeno, conocido por su participación en Pequeños gigantes, de GamaTV), que intenta reconciliar a sus padres, un piloto de vuelos comerciales y una ejecutiva de publicidad.

En el filme, cuyos protagonistas son afroecuatorianos, actúa Arturo Allen, productor de Poema de salvación y protagonista del cortometraje Bandera blanca, mientras que la banda sonora está a cargo del cantante y productor Kléber Alejandro, más el grupo rockero Sacrificio. (I)