El duelo que mantuvieron  Hugo y  El  Artista por convertirse en el filme  más  premiado de los  Oscar   no tuvo ganador; más bien se dio un empate al alzar, cada uno, cinco estatuillas.

Y es que mientras el   primero  abrió la entrega  llevándose los  premios  a  Mejor fotografía y Mejor dirección de arte, el  otro cerró la velada  al obtener la estatuilla -quizás la más esperada- de Mejor película, con la que  todo su elenco  subió al estrado, incluido Uggie, el perro que participa en el filme.  Unos minutos antes su protagonista, Jean Dujardin,  había  ganado como Mejor actor principal  y el cineasta  Michael Hazanavicius el Oscar a Mejor director.

Estos reconocimientos  convierten  a El Artista en  la segunda cinta muda que triunfa en la historia de los Oscar, después de que lo consiguiera Wings, estrenada en 1927.

Para el crítico de cine Marcelo Báez   los cinco premios que recibió El  Artista,  incluido  Mejor banda sonora original y Mejor Diseño de Vestuario,  son la constatación de que el cine necesita regresar a sus orígenes. “Las primeras ceremonias de este premio (en 1929 fue la inaugural)  se hicieron en los inicios del cine sonoro, por lo que no hay grandes directores silentes que hayan sido premiados. Lo que pasó con El  Artista es justicia poética. Todos los Oscar que debieron recibir Chaplin, Griffith, Eisenstein y otros grandes antes del año 1929, están concentrados en los cinco recibidos  el domingo”.

También se refirió a los cinco  galardones técnicos (montaje de sonido, efectos de sonido y efectos visuales) que consiguió Martin Scorsese con Hugo. “Lo que pasó con esta cinta es perfectamente razonable desde el punto de vista de la historia del cine.

El filme de Scorsese no se diferencia en lo absoluto de los alardes tecnológicos de Spielberg, Zemeckis y James Cameron, a la cabeza. Es por esto que los 5.700 miembros de la Academia votaron por un filme mudo, apoyado en la música y el lenguaje corporal de superlativos artistas”. 

El director de cine Cristian F. Toledo  asegura que los miembros  de la Academia  premiaron  la cinta de Hazanavicius como un tributo  a esa época.“En su mayoría,  los miembros del jurado son personas mayores de 40  años que tuvieron acceso a toda esa época del cine mudo. Entonces aquí lo que se manejó fue un sentimiento de nostalgia, de querer reconocer algo que fue una gloria en su tiempo”, dijo el cineasta, quien considera, de cualquier forma,  que  El  Artista tiene sus méritos pero no le alcanzó para “emular” el brillo y la calidad del cine de aquellos tiempos remotos.

Para F. Toledo el empate  que  se dio la noche del domingo  entre esta cinta y Hugo al obtener el mismo número de premios fue una estrategia de la Academia. “La organización se maneja con mucho tino en función de a quien galardona y  no, por eso siempre  trata de encontrar un equilibrio en la entrega del Oscar. Además esta vez había intereses de que el cine francés se luzca, como un incentivo a Europa.  Una industria francesa que empieza a  crecer tanto en Europa como Norteamérica. La idea es que el cine siempre florezca”.

Aparte de las cintas que dirigieron Scorsese y Hazanavicius,  otra gran premiada  en la velada   que animó Billy Crystal fue Meryl Streep, quien  recibió el reconocimiento a Mejor actriz por su interpretación de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher en The Iron Lady. El filme ganó también en la categoría a Mejor maquillaje.  
Este fue el tercer Oscar de Streep, y su primero en 30 años desde que ganó el premio con Sophies Choice en 1982. El primero lo recibió en  1979 por  “Kramer vs. Kramer”.

Christopher Plummer, a  sus 82 años, recibió su primer Oscar como Mejor actor de reparto por su papel de un enfermo de cáncer en Principiantes.  “¿Dónde has estado mi amor? Te he esperado toda mi vida”, le dijo a  la estatuilla, tras agarrarla.

En esa misma categoría,  pero femenina, fue reconocida la actuación de Octavia Spencer en   Criadas y mujeres.
Mientras que  en la categoría Mejor  guión adaptado los premiados fueron el  director Alexander Payne,  Nat Faxon y Jim Rash por el filme   Los descendientes. Mención aparte merece, desde luego, la intensa y sobresaliente actuación del prestigioso Cirque du soleil, que actuó por primera vez en la gala y expresó, a través de su ya característica danza acrobática, la emoción por ir al cine y el amor por las cintas clásicas.