Las tres carpas verdes de nylon se confunden con el color natural del césped y del resto de la vegetación en el parque Metropolitano. Se percibe un ambiente desolado. De la carpa 003, según indica un adhesivo, salen Diego y Paúl Carrillo.

Son hermanos y llegaron desde Riobamba a Quito para ver a Aerosmith. No les importó ser parte del pequeño grupo de solo ocho personas de diferentes partes del país, que acamparon en el parque Metropolitano desde el viernes.

Diego tiene 20 años y es el menor de los hermanos. Y aunque también el más reservado, revela que estudia Ingeniería Automotriz en el Tecnológico Carlos Cisneros de Riobamba. Luce una camiseta de los metaleros Iron Maiden, que contrasta con su personalidad pasiva. A esa prenda se suma un saco colorido de lana con capucha, jeans y zapatos negros de lona.

Con Paúl recuerda que entre sus bandas favoritas constan: Def Leppard, Black Sabbath, Iron Maiden y por su puesto Aerosmith.

La noche es larga y para lidiar contra ella, entona Amazing, su canción favorita de Los chicos malos de Boston (como se conoce a Aerosmith). La paz que encuentra en el parque le permite olvidar las intensas jornadas matutinas en el taller mecánico en el que trabaja. Allí consiguió los 210 dólares para comprar su entrada a Black Box.

- ¿Caro? - sonríe Diego y baja su mirada hacia el piso.
- Sí, estuvo  poco cara la entrada pero vale la pena estos manes no regresarán nunca más al Ecuador- agrega el veinteañero rockero.

Del interior de la carpa donde se aprecia un envase con jugo de naranja y dos cobijas aparece Paúl, de 23 años, algo despeinado.

Él estudia electromecánica en el mismo instituto que Diego y aunque le hubiera agradado encontrar más gente en el camping, no le incomoda. Con la compañía de su hermano le basta y sobra. Diego y Paúl repasan su decisión y concuerdan que dormir en un hotel era una opción, pero a la vez no querían perder ese espíritu aventurero de contactarse con la naturaleza.   

En medio del silencio del parque, Paúl sueña con escuchar Dream on, su canción preferida de Aerosmith en el estadio Atahualpa. Siempre quiso estar lo más cerca de la banda. Por eso no le importó adquirir la localidad más cara del espectáculo. Tampoco le molesta levantarse a las 4 de la mañana para dirigirse al estadio y esperar a que abran las puertas del recinto.

El hambre acecha, Paúl pide un seco de pollo, mientras que Diego prefiere un café en el centro de operaciones del parque. Allí meriendan algunos de los policías que los cuidan desde el viernes. Los Carrillo vuelven a la carpa tarareando Dream on (Sigue soñando). El sueño ahora es una realidad.