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Del afecto al efecto por el que apostó la televisión nacional
Era 1981 y la cadena estadounidense de televisión por cable, MTV, había transmitido su primer video con el tema Killed The Radio Star de la banda The Buggels. Así cumplió el propósito de ser el primer canal de música en rodar cintas de intérpretes internacionales.
Años más tarde este formato fue apetecido por el mercado sudamericano que copió el concepto y agregó animadores locales, mezclando la presentación de videos extranjeros y nacionales.
Fue una época en que la influencia del rock latino empezó a marcar al talento nacional dando vida a las producciones de grupos como Tranzas, AU-D, Right, Clip, Tercer Mundo, Cruks en Karnak y de reconocidos solistas como Reynaldo Egas (+), Mike Albornoz, Patricio López, entre otros.
Programas de música local
Sin duda uno de los más recordados por la generación ochentera fue El Show de Bernard, pionero en el país a través de la señal de Canal 2 (hoy Ecuavisa) que lo transmitió por casi 30 años.
Su mentalizador y conductor, Bernard Fougeres, un músico franco-ecuatoriano que reside en el país hace más de 4 décadas, entretuvo a los televidentes interpretando su piano como parte de la escenografía y relatando la trayectoria artística de aquellos que estaban en boga.
Disfrutar de su tertulia y de las entrevistas que realizó a grandes como Rafael, Rocío Jurado, Lupita D’Alesio y más, se convirtió en una tradición a la una de la tarde, hora en la que los jóvenes regresaban de las escuelas o colegios para disfrutar junto a sus madres de esa expectativa por conocer el hit, el video y el look del momento .
Programas como Sintonizando, Salsa 10, Telemusica, Video Show, Soul Train, Iguana Legal y otros se sumaron a la pantalla chica a lo largo de casi una década. Fue una época en que los videos musicales llegaban del extranjero en formato VHS o Betacam, los convertían a 3/4 para obtener las imágenes y los rodaban en el acostumbrado horario vespertino.
Artistas que destacaron
En 1985, Telecentro (hoy TC) presentó Sintonizando como una opción dirigida a los adolescentes. El productor y realizador de televisión, Leo Villagómez, recuerda que cuando trabajó en este programa el público al que se dirigían era multitarget y podían exhibir una variedad de géneros. “Lo que se movía en Guayaquil era la salsa y aunque parezca mentira había muchas bandas de rock que hacían un poquito de pelea”.
Lalo Wong, músico de rock, era parte de este movimiento. Cuenta que casas disqueras como Ifesa y Fediscos fueron en gran parte responsables de producir y difundir el material. “Como integrante del grupo Taller, el tema ‘Noches de Alcohol’ tuvo el sello Teen Internacional de Fediscos, y no existía eso de pagar para que te pongan el tema pues la promo era favorable, así tuvimos llegada a todo el país”.
El cantante Patricio López, quien destacó con el tema ‘La chica del banco’, discrepa con esta opinión porque cree que la promoción distaba mucho de un verdadero apoyo. “En esa época el público sí pedía las canciones, pero tu exposición dependía de los promotores y las disqueras, ya que solo si eras su amigo recomendaban tu material”.
Preferencias de la audiencia
Fabrizzio Ferretti, músico y exconductor de Sintonizando, fue testigo del declive de estos espacios por las nuevas preferencias. “Resulta que ese horario era de amas de casa y los jóvenes les robaban un poquito de espacio. Parece que ellas eran las que más vendían, pero querían ver otra cosa como novelas y así empezamos a competir por el puntaje y a mayor rating, más auspiciantes y más plata, todo es la plata”.
Roberto Rodríguez Reyes, expresentador de Telemúsica, producción de Teleamazonas en 1990, asegura que la evolución de los contenidos fue marcada por la conducción de las entrevistas, porque pasaron a ser diálogos entre el animador y el artista. El también director general de revista internacional Comunicación y Política, cree que la mutación se debió a otros intereses empresariales. “La televisión pasó por otro tipo de análisis mucho más allá de lo afectivo que fue hacia lo efectivo, lo que busca todo medio de comunicación con rentabilizar”.
Xavier Ceballos, gerente de producción de Ecuavisa, coincide con esta observación porque en la actualidad el entretenimiento está enmarcado en las emociones. “Las telelloronas generan empatías y sentimientos, por eso este canal le apuesta a la producción nacional por los contenidos que cuentan realidades propias”.
Dallenberg Ballesteros, exanimador de Salsa 10, una producción de Telecentro en 1984, dice que en su caso una desventaja se presentó a partir de un decreto que prohibió la emisión de este programa que era auspiciado por marcas de bebidas alcohólicas y cigarrillos, en horario abierto para niños y adolescentes. “Hay varias razones por las que se murieron estos programas, primero la tecnología, otra la falta de apoyo económico y en nuestro caso por esta legislación”.
Finalmente, el argumento con el que todos comulgan es que la pérdida de interés del público se inició con la era digital y la llegada de Youtube, en 2005. Una plataforma que permite descargar el video del artista favorito y hasta seguir su vida en vivo. (I)