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Danna García “siempre jugué con cosas de hombres”
La actriz Danna García, quien actualmente protagoniza junto a Jorge Salinas el melodrama Qué Bonito Amor, que transmite GamaTV de lunes a viernes a las 18:00, afirmó en una entrevista a un diario mexicano que le gustaría mucho interpretar a una villana, ya que a lo largo de su carrera los personajes a los que les ha dado vida han tenido características nobles, pacientes y sin maldad alguna.
“Me encantaría hacer a una villana, creo que lo disfrutaría muchísimo porque nunca he tenido la oportunidad de hacerlo; todos mis personajes han sido muy buenos, a los que les hacen la vida imposible y lloran mucho, como María, entonces, si fuera villana desquitaría todas las que me han hecho en otras telenovelas, sí, sería una maldita”, aseguró.
También está muy interesada en hacer teatro: “Ya quisiera estar haciendo teatro, le dije a mi amigo Bruno Bichir que me moría por hacer teatro. Le dije: ‘Bruno, vamos a ver qué nos inventamos’ y estamos en eso, porque me encantaría”, confesó.
A sus 34 años, aún goza de las mieles que le significó su participación en aquel fenómeno televisivo Café con aroma de mujer. El otro lado de su vida lo contó ella misma, en otra entrevista, mientras se tomaba un café en el barrio de Polanco, uno de los más exclusivos en México.
¿A qué jugaba una niña con una mamá cantante y conductora de un programa de televisión a los siete años de edad?
El actuar era un juego, porque no se toma en serio; en ese tiempo no sabes qué es una profesión. Con mi hermana jugaba poco a las muñecas. La verdad es que siempre jugué más a cosas de hombres, como una manera de integrarme a los compañeros de trabajo: jugaba fútbol, agarrábamos caracoles, no era la vida tradicional del niño, yo no tenía ni tiempo para tender la cama, pasaban por mí a las seis de la mañana para grabar el programa.
¿Te veían tus compañeros de escuela como bicho raro?
Los niños entendían más que los adultos lo que hacía. Los primeros decían que era ‘cool’, los demás cuestionaban por qué no podía ser normal y entregar los trabajos escolares a las siete, como todos, sino hasta las tres. ¡Sí, recuerdo que llegaba a hacer los exámenes por fax, porque grababa fuera de la ciudad!
A los 18 años en México, sola en un país desconocido, ¿sientes que alguien quiso abusar de ti, no precisamente en cuestiones sexuales, sino laborales?
Mi mamá dice que una de las cosas de las que he tenido suerte en la vida es que no me doy cuenta de lo malo. Lo que sí recuerdo es que cuando alguien me daba la mano no la quería soltar porque me sentía sola, tenía esa sensación, pero siento que eso me enseñó a ser independiente.
¿Has llegado a perder la paciencia?
¡Por supuesto! Soy introvertida, privada, familiar, así que estar en un medio público me costó. Tenía 15 años y hacía la telenovela, una serie y además daba conciertos cada fin de semana e iba a la escuela. Tener todo eso hacía que no entendiera dónde estaba parada y todo me molestaba. No entendía por qué si iba a un café todo mundo caía y tenía que salir por la puerta de atrás; me tapaba la cara con el cabello, hasta mi mamá me olía mal, nada soportaba, de verdad. Es con el tiempo que aprendes que es bonito que la gente te quiera.
¿Qué te inspira Café Moreno, tu exgrupo musical?
Un sueño de mi papá que quería que sus dos hijas cantaran. Y resulta que sacamos el disco y fue número uno, con dos discos de Platino. Un día en un concierto llevábamos un vestuario transformer y en lo que caminamos solo nos quedamos en shorcito y top porque entre la gente nos arrancaron la ropa.
¿Cuál ha sido el peor chisme que te han inventado?
Viví en Alemania un tiempo y ahí dijeron que dejé un hijo abandonado allá, fue algo que tocó mis fibras porque uno de mis sueños es ser mamá, sin embargo Dios no me ha dado aún esa oportunidad.
Y después de la novela, ¿qué viene contigo?
Quiero alejarme un poco de la televisión y me gustaría poder hacer cine, pero en español, porque ese es mi idioma.