La ovación y el asombro del público fueron igual de impresionantes en cada una de las destrezas que -sobre el escenario del Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro de Guayaquil- ejecutó los integrantes del grupo ‘China Disabled People´s Performing Art Troupe’.

Los zigzagueantes, delicados y veloces movimientos de sus manos -dirigidos en un mismo compás- cautivaron de principio a fin a los espectadores que coparon todas las localidades de esta sala para ser testigos de ‘Mi sueño’, como se denomina a este espectáculo con el cual estos 36 jóvenes artistas con capacidades especiales (auditiva y visual) han recorrido más de 60 países del mundo. Ecuador es la primera nación de Sudamérica que visitan desde que fueron creados, esto es en 1987.

“La belleza del mundo está en el poder como una inspiración espiritual y conmovedora para los corazones”. Fue con esta frase, presentada en una diapositiva en dos pantallas gigantes instaladas en los extremos del escenario, que se dio inicio a este espectáculo en donde los espectadores se adentraron en el “sueño” de estos artistas.

Cuando el telón se abrió una constelación de estrellas envolvió al público, en medio de la danza de nueve bailarinas sordas que presentaron la poesía en lenguaje de señas, acompañados de dos danzarines no videntes.

Luego subió al escenario el cantante ciego Liu Tao para interpretar el tema ‘Cuando el bebé llegue al mundo”, pieza que rendía homenaje al nacimiento de un nuevo integrante de una familia. “...Cuando llega un bebé todos celebran sin importar su color de piel u origen, siempre es motivo de celebración”, mencionó el intérprete en su melodía.

La escenografía, el vestuario y la destreza en las ejecuciones deslumbraron al público cuando 15 danzarines -ataviados en amarillos trajes que simbolizan la grandeza del pueblo chino y recargados con detalles en plata como muestra de su valor humano, según el director de la agrupación Zhang Jingjin- maniobraron sus brazos y manos -uno detrás del otro- formando innumerables figuras para que la gente imagine “su propio sueño”.

Y es que ese es precisamente el mensaje de esta agrupación calificada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como artistas de paz al llevar su arte y cultura por todo el mundo.

Es por ello que la solidaridad acompañó en todo momento a estos artistas, ya que entre ellos se apoyaban para sus ejecuciones y danzas. En los bailes, las parejas estuvieron conformadas por un invidente y una artista sorda.

“Yo soy tus ojos y tú mis oídos, yo soy tu boca y tú mis piernas”, rezaba una frase en medio de las actuaciones.
Como muestra de su agradecimiento por las atenciones recibidas en el país, Liu Tao subió nuevamente al teatro para interpretar el albazo ‘Vasija de barro’ para dar inicio a la piezas folclóricas de ese país, como ‘Noche cerrada’, ‘Peregrinación al oeste’, ‘Flores de jazmín’ y ‘El sonido de la música’.

Luego subieron al escenario los ocho artistas para manipular el piano, tambor, flauta y el sachs para entonar el pasillo ‘Nuestro Juramento’, causando inmediata reacción de los asistentes que se pusieron de pie para ovacionarlos.

Partituras clásicas como ‘El lago de los cisnes’, ‘Romeo y Julieta’ (versión china), ‘Aroma femenino’, ‘El alma del pavo real’ y un mix de danza latina (rumba, samba y cha cha chá) para cerrar con el universal tema ‘We are the world‘, de Michael Jackson y Lionel Richie. Con este repertorio cerraron su actuación que deja un “legado de paz, superación y una inspiración para todo el mundo, así como el compromiso por una sociedad justa en donde las personas con capacidades especiales sean tratadas tal igual como cualquier otro ser humano”, dijo Jorge Saade, director cultural de Guayaquil, del Ministerio de Cultura y Patrimonio, entidad que unió esfuerzos en conjunto con la Cancillería ecuatoriana, Embajada de China en Ecuador y la Casa de la Cultura Ecuatoriana.